La Comisión Europea da luz verde a un desembolso de 10.000 millones de Fondos de Recuperación para España

La Comisión Europea ha dado este viernes luz verde provisional al primer desembolso formal de los fondos de recuperación para España. Son 10.000 millones de euros a cambio de una batería de 52 reformas y el cumplimiento de hitos pactado con Bruselas en los últimos meses en campos como la educación, empleo, capacidades digitales o la competitividad de las pymes. » España ha avanzado lo suficiente en la implementación de su plan nacional de Next Generation. Por lo tanto, será el primer país de la UE en recibir un pago, con valor de 10.0000 millones una vez que los demás Estados miembros lo autoricen», ha anunciado esta tarda la presidenta Ursula von der Leyen.

El 17 de agosto España ya recibió 9.000 millones de euros bajo ese mismo paraguas, pero es lo que se conocía como «prefinanciación» y no requería medidas concretas. La «prefinanciación», un 13% del total que le corresponde a nuestro país (unos 70.000 millones de euros en transferencias, que no computan para déficit o deuda ni tienen que ser devueltos), se concedía automáticamente una vez que el Plan de Recuperación, que Moncloa remitió hace medio años, superaba el corte. Su función es compensar las acciones que los gobiernos han tenido que ir poniendo en marcha contra la pandemia desde marzo de 2020.

La decisión de la Comisión no implica sin embargo el abono del dinero. Era el primer trámite, el más importante, pero no es el último. Las normas establecidas fijan que ahora serán los Estados Miembros los que se pronuncien, en un plazo de un mes, antes de que se produzca la transferencia. Deberán analizarlo, estudiarlo, y ratificar la decisión o presentar objeciones.

La pelota está en el tejado del llamado Comité Económico y Financiero, que deberá emitir una opinión en un máximo de cuatro semanas. La Comisión después, con esa evaluación, es la encargada de la aprobación final a través de lo que se conoce como comitología y de hacer la transferencia. Fuentes españolas y fuentes europeas explican a este diario que no debería haber problemas porque esta batería de medidas estaba encarrilada desde hacía tiempo y no hay temas sensibles. Los problemas llegarán con el próximo desembolso.

España es el primer país que solicitó formalmente este desembolso, y el que ha estado trabajando más de cerca con Bruselas para pulir un sistema nuevo y lleno de dudas administrativas e incluso jurídicas. Moncloa envió la petición oficial el 11 de noviembre y aunque los técnicos europeos disponen de hasta dos meses para estudiarlo en detalle, el hecho de que la mayoría de los requerimientos llevaran tiempo aprobados ha agilizado ese paso.

«El día de hoy marca un importante paso adelante en la recuperación de Europa con la implementación de la primera serie de reformas e inversiones por parte de un Estado miembro. Felicito a España por haber logrado con éxito los primeros 52 hitos marcados en su Plan de Recuperación y Resiliencia. Entre ellas se incluyen importantes reformas para fortalecer la resiliencia de la economía española y prepararla para el futuro.

A la espera de la revisión por parte de los Estados miembros, España recibirá ahora 10.000 millones de euros, lo que debería ayudar en gran medida a desplegar las numerosas inversiones verdes y digitales previstas en el plan español. Gracias a la estrecha cooperación con las autoridades españolas y sus esfuerzos de reforma durante los últimos meses, la Comisión ha podido concluir su evaluación en un tiempo récord. Hemos tenido un comienzo positivo. ¡El Fondo de Recuperación está avanzando!», ha celebrado el vicepresidente comunitario Valdis Dombrovskis.

El proceso va con más lentitud de lo esperado. Técnicamente es posible todavía que el dinero llegue antes de final de curso, que es lo que estaba previsto en el calendario inicial, pero lo más probable es que se produzca a principios del próximo curso. A nivel contable, explican en el Ministerio de Economía, no hay diferencia o impacto. En la Comisión confirman que los trámites han costado más de lo deseado, pero aplauden a los técnicos españoles porque al servir de conejillos de indias allanarán el camino para los que vienen detrás.

«La evaluación preliminar positiva de hoy es un reconocimiento de que España ha adoptado una gama muy amplia de reformas. Medidas para mejorar la educación y la formación de todos los españoles, apoyar a los hogares más vulnerables, impulsar las capacidades digitales y la competitividad de las pymes y trazar un rumbo para una Electricidad 100% renovable. En estos tiempos de incertidumbre, hoy enviamos una señal de confianza en la implementación del ambicioso plan de España para lograr un crecimiento más fuerte, inclusivo y sostenible», ha festejado Paolo Gentiloni, comisario europeo de Asuntos Económicos.

El anuncio de hoy no supone ninguna sorpresa. Los políticos y técnicos comunitarios llevan desde el mes de junio explicando que el Plan de Recuperación español era sólido (lo han diseñado de la mano en todo momento) y que si bien esperaban y esperan piedras en el camino, no será en esta fase. En julio ya estaban conseguidos casi todos los hitos (52) necesarios para este desembolso, como por ejemplo la Ley de Cambio Climático y Transición Energética (que consagra la neutralidad climática para 2050), la reforma del apoyo a la renta mínima o medidas para apoyar la digitalización de las pymes e impulsar las habilidades digitales.

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La presión va a llegar con el próximo paquete, que en teoría debía estar listo antes de final de año pero que va con retraso, por todas partes. Hay países incluso que no han remitido aún su plan de recuperación. Hay en este paso, cuyo desembolso se espera en primavera, mucho en juego, empezando por medidas complicadas de mercado laboral.

La negociación colectiva está bloqueada en España. No hay acuerdo entre Gobierno, sindicatos y patronal, y si bien no es técnicamente imprescindible (como no lo es en el tema de pensiones, donde Moncloa ha seguido adelante sin el ‘sí’ de los empresarios), es más que recomendable. Bruselas ha dado un margen razonable de tiempo para la negociación, pero el reglamento es claro y si no están todos los hitos y reformas aprobados, no puede haber desembolso completo. Podría haber uno parcial, y no sería extraño, pero sería un estigma desagradable para el Gobierno que presume desde el primer día de ir a la cabeza en este proceso.