La falsa alarma del gran apagón

El miedo a que pueda producirse un gran apagón eléctrico en Europa ha acabado calando en la mente de muchos en las últimas semanas, hasta el punto de que se han disparado las compras de productos y equipos para hacer frente a tal calamidad. Aunque la supuesta amenaza carece de rigor científico y la hipótesis de que algo así ocurra en España es remota, el temor se ha difundido como la pólvora por redes sociales y medios de dudosa verosimilitud, un mar revuelto del que se están aprovechando algunos para hacer caja y sacar tajada de un alarmismo infundado. Lo de menos es el grado de probabilidad de que algo así se produzca, que es mínimo, según la opinión experta de quienes saben de la materia. La bola de nieve de este rumor se ha formado a partir de la demoledora frase que lanzó hace varias semana la ministra de Defensa austriaca: «La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo».

«Es una alarma que no tiene ninguna justificación. Una noticia particular de Austria ha extendido un miedo infundado a problemas de suministro en los países europeos», afirma José María Yusta, profesor titular de la universidad de Zaragoza y expertos en mercados energéticos. En su último artículo científico publicado en la prestigiosa revista Energy Strategy Reviews demuestra que, incluso ante una ola de frío extrema de dos semanas de duración, el suministro de gas «quedaría garantizado en casi todos los países europeos si estos cooperan compartiendo sus recursos».

Reservas de gas para 40 días

De hecho, España cuenta con reservas de gas natural equivalentes a 40 días de consumo, más que otros años en estas mismas fechas y más que otros países del entorno. Dispone además alternativas sólidas de suministro, sobre todo por barco.

Precisamente en Huesca se encuentra uno de los tres almacenamientos subterráneos de este combustible que hay en España, denominado Serrablo y situado entre las localidades de Jaca y Sabiñánigo. Fue el primer campo de gas de España convertido en depósito tras finalizar su fase de explotación en febrero de 1989. A primeros del mes pasado empezó con 10,3 teravatios hora y actualmente ya llega hasta los 11,2.

Yusta reitera que la probabilidad de un gran apagón «es muy pequeña» porque las infraestructuras energéticas en España y Aragón son «muy robustas», además de contar con operadores de las redes de transporte y distribución de gas y electricidad «muy bien cualificados». Estos son Red Eléctrica de España (REE) y Enagás, unos gestores «con reconocido prestigio internacional». «Ambos disponen de planes de contingencia para responder a cualquier eventualidad, y periódicamente se realizan simulacros para entrenar a los operadores de los centros de control ante distintas contingencias», recalca.

Un sistema eléctrico a prueba de ‘Filomenas’

Ante las informaciones en torno a posibles problemas de suministro eléctrico de los que han advertido algunos países europeos en las últimas semanas, Red Eléctrica de España (REE), como operador del sistema nacional de electricidad, ha aclarado que «no existe ningún indicio objetivo que haga pensar que pueda producirse un evento de tales características en nuestro país».

El sistema eléctrico peninsular español cuenta con un elevado nivel de cobertura y su capacidad de generación –con más de 107 gigavatios (GW) de potencia instalada o lo que es lo mismo, 107.088 negavatios (MW)– más que duplica cualquier pico de demanda que se haya producido hasta el momento, recuerda desde la compañía. Por ejemplo, el máximo histórico alcanzó una potencia instantánea de 45.450 MW (17 de diciembre de 2007, a las 18:53 horas); y el máximo registrado este año 2021 llegó a una potencia instantánea de 42.225 MW (8 de enero a las 14:05 horas).

«La resiliencia de nuestro sistema eléctrico ha quedado demostrada en numerosas ocasiones», aseguran desde REE. Por ejemplo, durante la tormenta Filomena, que tuvo lugar a principios de año, el sistema eléctrico español no se vio comprometido y garantizó el suministro de luz.

En cualquier caso, Red Eléctrica asegura que mantiene la comunicación y coordinación habitual con otros operadores del sistema eléctrico de países de nuestro entorno, así como con el gestor técnico del sistema gasista español, Enagás, para «garantizar en todo momento la seguridad y calidad del suministro».

Enagás ha descartado también en las últimas semanas que vaya a faltar suministro de gas en España durante los próximos meses. Y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha lanzado igualmente mensajes de tranquilidad y ha rechazado con «rotundidad» que puede producirse un gran apagón.

Recuerda que el Gobierno supervisa la planificación energética nacional y, como resultado de su política y de la inversión privadas de las compañías del sector, España cuenta con un mix energético «muy diversificado» entre distintas tecnologías de generación eléctrica. «El sistema español dispone de suficientes infraestructuras para garantizar el transporte de electricidad en todo el país», afirma.

Según el experto, la hoja de ruta del Gobierno para una transición energética hacia un escenario de mayor penetración de energías renovables «conseguirá además que nuestro país tenga un precio de la electricidad muy competitivo en pocos años», aunque «aumentará la volatilidad de los mismos por la intermitencia de los recursos renovables en tanto no se disponga de fuentes de almacenamiento energético en cantidad suficiente», bien sea bombeo hidroeléctrico, baterías o en forma de hidrógeno.