El delantero francés del Real Madrid ha participado en 15 de los 21 goles del Madrid en esta Liga y con las dos de ayer alcanza las 200 dianas en el campeonato
Dos goles al Alavés, dos asistencias contra el Levante, una ante el Betis, triplete y pase de gol frente al Celta de Vigo, gol y asistencia ante el Valencia y dos goles y dos asistencias ante el Mallorca. Esta es la hoja de servicios del delantero del Real Madrid, que se escapa en el liderato del Pichichi. Así no hay manera de darle descanso, pensará Ancelotti, que le ha puesto en todos los partidos desde el principio y que sólo en el estreno ante el Alavés se atrevió a sustituirlo. Si en algo están de acuerdo el actual entrenador y Zidane es en venerar a Karim, que influye como nadie en el juego ofensivo del Madrid.
Con él al mando todo resulta más sencillo, porque cada vez que toca la pelota de espaldas clarifica la jugada y después tiene tiempo para darse la vuelta y poner dinamita dentro del área. Tres minutos tardó en ejecutar al Mallorca, aprovechando el resbalón del debutante Gayá, que se vio como último hombre en el Bernabéu y tembló ante la presión del francés. No debe preocuparse, cualquiera lo hace ante uno de los futbolistas más determinantes ahora mismo.
Casi todo lo que toca es oro para su equipo y además es claramente el líder sobre el terreno de juego. Ayer era titular por primera vez en el curso Marco Asensio, y no paró de hablar con él en los primeros minutos, consciente de que el balear necesita cariño para poder volver a sentirse importante. Lo tuvo a su espalda como mediapunta y de su conexión salió el tercer tanto, que era el segundo de Asensio.
Benzema ha participado directamente en 15 de los 21 goles del Real Madrid en Liga, unos registros que superan el arranque de Messi en la temporada 2011-12, que sumaba trece. Ha alcanzado un estatus de estrella tal que como pasaba con Cristiano y Messi, ellos deciden cuándo son sustituidos. Ancelotti esperó ayer hasta el minuto 80 y justo antes, Benzema hizo su segundo gol después de controlar un pase largó de Alaba con la espalda. El balón le pegó donde lleva el nombre en la camiseta y le cayó manso para rematar cruzado.
Quería sumar una muesca más antes de irse a descansar, como esos futbolistas que juegan para el equipo y para buscar los récords personales. En ese nivel está Benzema, que después de descansar un minuto ante el Alavés, tuvo otros diez de reposo frente al Mallorca. El miércoles alcanzó los 200 goles en Liga y es el décimo jugador que llega a esa cifra. Con su nivel de inspiración tiene que estar en el césped. Es el líder del líder y fue el gran protagonista de la noche junto con Asensio, que se sacó la espina de su mal inicio con un hat trick ante el equipo del que salió. «Estoy muy feliz, tenía que aprovechar la oportunidad. He demostrado al míster que puede contar conmigo y que estoy preparado para cuando me necesite», aseguró.