Bruselas exige a Sánchez unidad política tras dar luz verde a los fondos

Tras unos meses en los que las sombras han ganado por goleada a las luces y el oscurantismo se ha convertido en la seña de identidad del plan de España para recibir los fondos europeos, nuestro país ha obtenido el miércoles el visto bueno oficial por parte de Bruselas a su hoja de ruta. Se abre así la puerta a recibir hasta 140.000 millones de euros, aunque este año llegarán 19.000, y la primera remesa, de 9.000 millones, se espera para este verano. La puesta de largo, en la que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, entregó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el documento con la aprobación tuvo lugar en la sede de Red Eléctrica, un escenario con el que se busca enfatizar la importancia que para el plan tiene la transición ecológica, que aglutina cerca del 40% de las inversiones.

Entre los elogios al esfuerzo hecho por España durante la pandemia y a la hora de presentar el plan de inversiones y reformas, Von der Leyen deslizó también un llamamiento a la unidad política. «Los europeos hemos atravesado juntos esta pandemia. Ahora que las cosas comienzan a mejorar, necesitamos a todos los grupos políticos para que el plan sea una realidad». Sánchez, que estos meses atrás ha cortado todos los puentes de entendimiento con el PP, recogió el guante y se unió a la petición de consenso y unidad. Anunció, de hecho, que prevé convocar la conferencia de presidentes de las comunidades autónomas en el mes de julio, algo que los populares y varios líderes autonómicos llevan reclamando tras no haberse celebrado ninguna reunión desde el pasado mes de octubre. «Nos estamos jugando el futuro», dijo Sánchez, tras defender que el aprobado es un «plan de país» y recoge las aportaciones de «los agentes sociales y los foros de alto nivel» creados en diferentes sectores.

«Inicio de un viaje duro»

Por su parte, la dirigente alemana alabó las reformas y las inversiones propuestas por el Gobierno y confió en que «España surja más fuerte de este plan». Von der Leyen apuntó a la modernización del mercado laboral y el impulso al empleo juvenil como palancas de este nuevo crecimiento. Aunque también fue tajante: «Este es el inicio de un viaje duro. Estamos ante un desafío y una oportunidad histórica».

La puesta en escena estaba ayer pensada hasta el último detalle y cargada de un fuerte simbolismo. Ni el orden en que los países recibieron el visto bueno de la Comisión, ni el escenario donde se fotografió el histórico momento, ni la manera en la que viajó Von der Leyen, estrenando un pasaporte Covid que encierra las esperanzas de recuperación de un sector turístico agónico, fueron casuales. En el Gobierno se explica que la premura con que España ha recibido el aprobado a su plan se debe a que ha sido una suerte de alumno aventajado a la hora de presentar los documentos. Sin embargo, en Bruselas se reconoce extraoficialmente este hecho revela hasta qué punto la Comisión está preocupada por la fragilidad de la economía española, la cuarta más importante de la zona euro y con capacidad de tener efectos negativos sistémicos sobre el resto de los países.

Lo que ha aprobado la Comisión es técnicamente una propuesta de decisión para desembolsar 69.500 millones de euros en subvenciones a España. El Consejo dispondrá ahora de cuatro semanas para ratificar esta propuesta de la Comisión, lo que permitiría el desembolso casi inmediato de 9.000 millones de euros (un 13% del total) en concepto de prefinanciación. Después, la Comisión tendrá que autorizar los futuros desembolsos basados en el cumplimiento satisfactorio de los hitos y objetivos que se establezcan en la Decisión de Ejecución del Consejo a media que se constate el progreso en la implementación de las inversiones y reformas.

Según desveló Sánchez, se espera que España ingrese antes de fin de año 19.000 millones, cifra que no cuadra con las previsiones que tenía el Gobierno, que apuntó 27.000 millones en los Presupuestos Generales del Estado. «Ha sido difícil encajar todas las piezas. Estamos muy agradecidos a la Comisión. Nos parece suficiente», dijo el presidente.

El comunicado de la Comisión Europea remarca la importancia de avanzar en las reformas del mercado de trabajo y del sistema de pensiones a través de los acuerdos en el diálogo social. Bruselas asegura que el plan que le ha remitido el Gobierno contiene una parte «significativa» de las que se le han venido exigiendo a España, aunque en todos los aspectos más delicados, los concretos, dependerán del diálogo social entre sindicatos y empresarios. Como empleo y legislación laboral, sujetos al resultado del proceso de diálogo social, actualmente paralizado.