La nueva prórroga de los ERTE se aprobará finalmente en un Consejo de Ministros extraordinario que deberá celebrarse a lo largo de esta semana, en lo que supone el último intento del Gobierno por dar margen a unas negociaciones en máxima tensión. Esta decisión llega tras el rechazo de los empresarios a la última propuesta de Escrivá, realizada esta misma mañana. «Por unanimidad de los sectores y el Comité Ejecutivo se ha decidido que CEOE no acepta la última propuesta del Gobierno sobre los ERTE, ya que sigue centrando las ayudas en la activación en lugar de en los trabajadores que aún no se pueden incorporar a la actividad. Seguiremos trabajando», reza el escueto comunicado con el que los empresarios han dado por zanjado el análisis del documento.
El movimiento de José Luis Escrivá se producía tras la tensa jornada de ayer, que finalizó sin acuerdo para extender los ERTE a escasos días del vencimiento de su prórroga, y en el documento se mejoraban los porcentajes de exoneraciones que se aplicarían a los expedientes activos hasta el 30 de septiembre. Sin embargo, el planteamiento aún estaba lejos de las condiciones que reclaman los agentes sociales, y con los que coincide la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que reclaman una prórroga del esquema en idénticas condiciones. Además, la relación entre los agentes sociales y el ministro Escrivá se ha tensado mucho durante estas últimas semanas. Tanto es así que su secretario de Estado no acudió ayer a la importante reunión de ayer alegando «motivos de agenda». «Lo pone todo muy difícil. Ha sido una verdadera decepción», se lamentan en privado en el mundo empresarial.
A la cita matutina de la Comisión Ejecutiva de la CEOE muchos empresarios acudían con pocas esperanzas. Una sensación similar se palpaba entre los sindicatos, cuyas ejecutivas también se citarán hoy mismo, pero que aún no han ofrecido su respuesta oficialmente. Fuentes cercanas a UGT aseguran que, aunque la reunión se celebrará esta tarde, también se rechazará la propuesta. CC.OO., por su parte, está actualmente analizando el documento. Tras el rechazo formal de la CEOE, queda por concretar la fecha del Consejo de Ministros. Algunas fuentes especulaban ayer con que pudiera producirse el viernes, aunque también se baraja la posibilidad de que finalmente sea un día antes, el jueves, para dar margen suficiente a que los trabajadores fijos discontínuos, cuyo marco legal también se ha ajustado a la pandemia, puedan ser dados de alta con el margen suficiente.
Escrivá ha sido el principal escollo de unas negociaciones que, en sus comienzos, se daban por encarriladas. En particular su propuesta de endurecer las exoneraciones y limitar los sectores que pueden acogerse a las mismas de cara a los ERTE. Y se da la circunstancia de que no es un debate nuevo, pues la estrategia de incentivar la activación de trabajadores en ERTE ya había sido puesta sobre la mesa por Escrivá en anteriores prórrogas, pues el ministro defiende que es una política muy novedosa y que está siendo seguida con interés por las autoridades internacionales.
Sin embargo, este ‘modus operandi’ no es visto con los mismos ojos en España, donde sindicatos como empresarios siempre han defendido la necesidad de concentrar las exoneraciones de cotizaciones a la Seguridad Social en los trabajadores que se quedan en el ERTE, y no en los que salen. El esquema actual de los ERTE establece exoneraciones de hasta el 85% para los sectores ‘ultraprotegidos’ y empresas de su cadena de valor, tanto para empleados reincorporados como para suspendidos. En los ERTE por impedimento de actividad, las exoneraciones llegan hasta el 100% y en los ERTE de limitación de actividad las exenciones son decrecientes (entre el 100% y el 85%) hasta mayo de 2021.
Bandos en el Gobierno
La postura de Escrivá es compartida, no obstante, por otros miembros del Ejecutivo, como la ministra de Economía, Nadia Calviño, la vicepresidenta Carmen Calvo, o la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, quien hoy mismo ha trasladado esta idea como apuesta oficial de todo el Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros. «El Gobierno entiende que lo que toca es poner el acento en incentivos que permitan que personas en ERTE se puedan incorporar a su puesto de trabajo», ha remarcado Montero tras insistir en que confía en que «habrá acuerdo» y argumentar que el momento que viviemos actualmente es «bien distinto» al de hace un año, especialmente gracias a la vacunación.
La propuesta de esta mañana contemplaba rebajar las exoneraciones de los ERTE por fuerza mayor a las empresas de menos de 50 trabajadores en torno al 35% en agosto y en septiembre al 45%. Porcentajes que se elevarían hasta el 55% en el caso de las compañías de más de 50 empleados, según fuentes de la negociación.
La falta de acuerdo vuelve a dejar en vilo a los cerca de 600.000 empleados acogidos a esta fórmula de protección, que vivirán los últimos días de mayo sin saber cuál será el marco que regulará su situación a partir del próximo mes. Una situación similar a la que viven los miles de autónomos acogidos a la prestación por cese de actividad y cuyas condiciones de acceso también quiere modificar el Gobierno. La nueva propuesta de Escrivá también incluía cambios en este sentido, que tampoco han convencido a los agentes sociales, aunque sí reconocen que «se ha avanzado en algunos flecos». «Esperamos poder alcanzar el acuerdo», aseguran. Actualmente los autónomos reclaman que la prestación extraordinaria sea del 70%, mientras que el Ejecutivo ofrece el 50%.
