Nadal ilumina la Caja Mágica

Madrid, por fin, celebra el regreso del tenis a la Caja Mágica, iluminada hasta el domingo 9 de mayo en esta edición tan especial. Después de que en 2020 la organización tuviera que renunciar hasta en dos ocasiones por culpa de la pandemia, el Mutua Madrid Open asoma en esta inusual gira por la tierra batida europea, una cita para guardar y disfrutar. Todo ha cambiado en estos tiempos de coronavirus y el torneo, que desde el pasado martes ya funciona en el cuadro femenino, entiende las circunstancias y se adapta a la normativa impuesta por las autoridades. Antes de centrarse en las raquetas y de presentar un estupendo cartel, cabe recordar que se jugará con público en las gradas, con un aforo reducido al 40%, y que se ha establecido un minucioso protocolo para primar la seguridad.

Ya en las pistas, los mejores jugadores del planeta con Rafael Nadal a la cabeza, campeón en cinco ocasiones de este evento e indiscutible rey de la tierra. Camino de los 35 años, el mallorquín llega con la moral disparada después de su genial victoria en el Conde de Godó, duodécimo mordisco en la arcilla de Barcelona para exclamar al mundo entero que sigue siendo el jefe. Nadal, que lleva 18 temporadas conquistando al menos un título, desafía cualquier lógica y busca sensaciones en Madrid, un torneo que le conecta con su gente y que prepara con esmero por las dificultades que entraña el jugar en altura. A más de 600 metros sobre el nivel del mar, la bola va más rápida en la Caja Mágica y el número dos del mundo tiene que adaptarse a las circunstancias, consciente de que es el evento más complejo de todos cuantos se celebran en tierra. No vence aquí desde 2017 y esta competición es fundamental en su calendario para seguir con su rodaje y llegar en plenitud a París, principio y final de todo. «Creo que sigo teniendo margen de mejora a nivel tenístico. Es mi sensación y creo que es una realidad. Esta victoria me va a ayudar a avanzar. El momento de la temporada es perfecto para ganar el primer título. Esta semana me puede ayudar para encarar lo que viene con mentalidad positiva», confesó después de alzar el Godó.

En la arcilla de Pedralbes, el mallorquín fue de menos a más y terminó imponiéndose a Stefanos Tsitsipas en una final maravillosa, siendo el griego el último en vencerle en la Caja Mágica (2019). Aunque la hegemonía de Nadal en esta superficie es incuestionable, lo cierto es que cada vez hay más especialistas y hay jóvenes que han dado el salto necesario para competir sin miedos ante los mejores. Tsitsipas es un claro ejemplo, pero en este Mutua Madrid Open no hay que olvidarse de otros jugadores como Andrey Rublev, Alexander Zverev (campeón en 2018), Diego Schwartzman o Matteo Berrettini. Ya con más solera, y consolidado desde hace tiempo en la zona noble, está Dominic Thiem, al que se le resiste este torneo pese a ser uno de los mejores en tierra. En el listado de bajas, las ya confirmadas de Novak Djokovic y Roger Federer.

Madrid siempre ha sido una plaza especial para Nadal, feliz porque no son muchas las oportunidades de jugar ante su gente. Pocos escenarios desprenden tanta química como la Caja Mágica cuando el zurdo salta a la pista Manolo Santana y es una excelente noticia que, aunque no se llene por las restricciones, se pueda escuchar ese «¡Vamos, Rafa!» universal. Después de caer en cuartos de Australia (precisamente ante Tsitsipas y en cinco sets pese a tener dos de ventaja) y de titubear en Montecarlo (Rublev le eliminó en la antepenúltima ronda), Barcelona ha supuesto un trampolín y quiere ratificarse en Madrid. Asumido que el epílogo está cerca, irremediable el paso de los años, cada torneo es un regalo para él y más ahora que su cuerpo exige atención y más mimos que nunca. Mientras, el contador de títulos sigue sumando y ya van 87, 61 de ellos en la superficie que le ha dado todo.