El consejo de ministros como plataforma: Sánchez quema otra bala en su control de la campaña de Gabilondo

La ministra de Industria, Reyes Maroto, sería la vicepresidenta económica en un eventual gobierno de Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid, según anunció ayer de forma oficial del PSOE. La idea de este movimiento es trasladar la sensación de un equipo de gestión preparado para gobernar. Pero, sin embargo, se hace sin haber incorporado a Maroto a las listas electorales. Sino comprometiendo ese puesto a futuro, para evitar que un mal resultado la dejase en tierra de nadie. «Su incorporación supone una garantía absoluta de éxito. Ofrece esfuerzo y liderazgo. Es discreta, inteligente y con Madrid y España en su proyecto personal y político. Reyes Maroto liderará el equipo económico», defendió ayer Ángel Gabilondo. La propia Maroto

participó en el acto con un discurso en el que acusó al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de comportarse como «un gobierno autoritario que ha maltratado a los trabajadores públicos, imponiendo un modelo económico liberal que aumenta la brecha entre los ricos y pobres».

El movimiento recuerda al de Salvador Illa cuando en la campaña para las elecciones catalanas señaló al consejero delegado de AENA, Maurici Lucena, como su futuro vicepresidente económico. Son designaciones que se quedan en nada si finalmente no se alcanza el Gobierno, pero que pretenden reforzar la candidatura.

Maroto fue diputada autonómica en la Asamblea de Madrid entre junio de 2015 y junio de 2018, momento en el que Sánchez la reclutó como ministra de Industria para su primer gobierno. Su nombre siempre ha estado en los debates sobre el futuro del PSOE de Madrid. Ya sonó para estar incluida en la candidatura. Finalmente da el salto, pero con red: condicionado a alcanzar el gobierno regional. Pero la designación da carta de naturaleza a su proyección como figura destacada en el PSOE de Madrid.

Un futuro que el socialismo madrileño abrirá a finales de este año suceda lo que suceda este 4 de mayo. Y en el que se renovará el liderazgo orgánico que estos años ha venido desempeñando José Manuel Franco. La candidatura del PSOE para estas elecciones ha sido diseñada mirando de reojo también a 2023. Los nombres propios que proyectan para dentro de dos años escoltan a Gabilondo en la lista: Hana Jalloul, Pilar Llop, Mónica Carazo, Juan Lobato. Y ahora Reyes Maroto.

Con esta operación se refuerza el vínculo, inequívoco, entre la candidatura madrileña y La Moncloa. El resultado que obtengan los socialistas el 4 de mayo será achacable a Pedro Sánchez. El tutelaje de la campaña por parte de la dirección federal es evidente. El anuncio del eventual nombramiento de Reyes Maroto como vicepresidenta del Gobierno regional fue canalizado por los cauces habituales que utiliza Ferraz para transmitir sus mensajes a la prensa. Y no por la dirección regional. El mismo recurso que se utilizó para el anuncio de Hana Jalloul como número dos. Adriana Lastra está intensificando su presencia en una campaña paralela con alcaldes socialistas. Y en la campaña ha participado hasta Félix Bolaños, una de las personas de más confianza de Sánchez en La Moncloa.

La eventual salida de Maroto del Ejecutivo obligaría a Sánchez al sexto cambio en el Gobierno en tres años. Fuentes del Gobierno apuntan a que primero hay que ver si se concreta su salida y cuál es la lectura política del resultado antes de «valorar el calibre del cambio» de Gobierno. Hasta la fecha Sánchez ha priorizado la estabilidad y ha evitado acometer grandes crisis de Gobierno en los momentos en los que ha tenido oportunidad. El momento reservado para cambios más drásticos se sitúa en el horizonte de los congresos regionales que celebrará el PSOE a finales de año. Con el movimiento, Sánchez ya da muestras de que Maroto puede salir del Gobierno y de que el Consejo de Ministros es una plataforma.