El presidente de Vox, Santigo Abascal, ha iniciado su intervención en el debate del Congreso afirmando que las palabras de Sánchez han sido «una broma de mal gusto, teniendo en cuenta lo que está pasando en España. Sus cuentas son cuentas chinas y sus palabras un cuento chino. Como China es la responsabilidad porque chino es el virus y la responsabilidad que no quieren exigir a quienes condenaron al mundo a un auténtico drama, entre mentiras y ocultaciones. Responsabilidad que, al no exigir, le convierten a ustedes en cómplices de una potencia que crece y se despega, mientras todo Occidente, con España a la cabeza, se hunde«.
Abascal siguió afirmando que «la realidad, mas allá de su palabrería, es que ustedes han protagonizado una suspensión de derechos fundamentales sin precedentes en una democracia, pero sobre todo, absolutamente impropia de un estado de alarma. Aprobaron en marzo un estado de excepción encubierto y un estado de alarma perpetuo sin que usted compareciera cada quince días en esta Cámara». A su juicio, «han tomado decisiones inconstitucionales».
Abascal señaló que Sánchez «ha usado el estado de alarma para ocultar su incompetencia criminal y mortífera», añadiendo que lo ha utilizado «para imponer una agenda ideológica al lado de su socio, que se ha ido, pero no del todo, y una agenda de ataque a las libertades. El Gobierno ha pasado de la inacción a la acción más compulsiva y arbitraria».
El líder de Vox acusó a Sánchez de «haber pasado de provocar miles de muertos, por su inacción el 8 de marzo a provocar cientos de miles de parados» y todo ello en el marco de una campaña «de autobombo con cien mil muertos encima insultando a los españoles diciendo que saldríamos más fuertes».
Complicidad del PP
Abascal apuntó directamente al Partido Popular como cómplice de esta situación, al afirmar que las medidas de Sánchez se han aprobado «con la complicidad de gran parte de la Cámara». Y en concreto se refirió a Pablo Casado, al subrayar que «he asistido, con sorpresa, una vez más, al discurso encendido del señor Casado, porque usted también lo ha hecho con la complicidad del Partido Popular, que votó a favor de las prórrogas de primavera del estado de excepción encubierto y que se abstuvo en el estado de alarma permanente de seis meses».
Vox no solo atacó a Casado, sino también a las comunidades del Partido Popular, que «han ido más allá que las comunidades autónomas socialistas en las restricciones derivadas del estado de alarma». Por ello, aseguró que «todos ustedes han alcanzado un nuevo consenso, al consenso progre, al consenso autonomista, al consenso de Bruselas, en el ámbito judicial, en Televisión Epañola».
Abascal aprovechó su intervención para denunciar la violencia en los actos de Vox. «Este avance en las restricciones de las libertades lo han hecho amparándose en sus brigadistas y en los terroristas que lanzan adoquines a las familias que asisten (y se ríen ustedes) a un mitin político legal, lícito, y que han tenido que soportar en Vallecas, señor Marlaska (aunque usted le haga tanta gracia), que desde el Consejo de Ministros se tolere la violencia y despues se justifique la violencia a Vox y se le convierta en culpable, como ha hecho aquí el abogado de las narcodictaduras y secretario general del Partido Comunista, Enrique Santiago».
En ese momento se produjo un enfrentamiento directo con el diputado de Unidas Podemos, Enrique Santiago, al que Abascal le dijole ha dicho que «la cara la tiene usted, es un sinvergüenza y un individuo peligroso en este Congreso». Y Abascal exhibió un adoquín de los que le lanzaron en Vallecas: «Estábamos solo a 18 metros, lo mismo que nos separan de las columnas, desde las que nos lanzaban los adoquines ¿A usted qué le escandaliza, que nos los lanzasen o que yo lo muestre en esta tribuna?. Lanzamiento de adoquines, piedras y estacas, impulsados por ustedes, tolerados por ustedes y justificado por una gran parte de esta Cámara que no cree ni en la democracia, ni en la libertad de todos»
