Continúan las discrepancias en el interior del Gobierno a propósito del sistema de etiquetado nutricional Nutriscore, que impulsa el Ministerio de Consumo en línea con lo que han realizado otros países europeos como Francia, Suiza, Bélgica, Luxemburgo y Alemania. Sin embargo, el titular de esta cartera, Alberto Garzón, tendrá que convencer antes a su homólogo de Agricultura Luis Planas, quien este miércoles en el programa ‘Herrera en COPE’ aseguró que «nada que dañe a la dieta mediterránea y sus productos puede ser aprobado por el Gobierno de España», en clara referencia a la baja clasificación que atribuye esta suerte de semáforo nutricional a productos estrella de nuestra industria agroalimentaria como el aceite de oliva, el jamón serrano o los quesos.
Planas ha puesto como ejemplo el aceite de oliva, del que ha recordado que España exporta de media más de un millón de toneladas y aporta más de 2.800 millones de euros anuales a la balanza comercial. «¿A quién se le ocurre devaluar un producto estrella dentro de nuestro campo?», se ha preguntado el titular de Agricultura, que ha llamado a «racionalizar» el debate y mencionado que la Comisión Europea pondrá sobre la mesa el año que viene un etiquetado europeo. En este sentido, ha augurado un «debate difícil» por las diferentes visiones. «Tenemos que defender los intereses de España, que es la dieta mediterránea», ha concluido.
De igual modo, ha defendido el carácter de «patrimonio inmaterial de la humanidad de la dieta mediterránea» y explicado sobre Nutriscore que «el concepto y algoritmo de cálculo está basado en conceptos y productos diferentes». De cualquier modo, ha reconocido que hay «opiniones divididas incluso en el mundo científico», en referencia a la posición diferente del Ministerio de Consumo. Nutriscore ya está siendo aplicado por Francia, Suiza, Bélgica, Luxemburgo o Alemania. «Como Gobierno tenemos que defender lo nuestro», ha remarcado Planas.
En su intervención en ‘Herrera en Cope’ también ha hecho un repaso a diferentes temas de su departamento como la reforma de la PAC, en la que se ha fijado como objetivo en esta fase asegurar «el reparto equitativo de las ayudas -unos 48.000 millones de euros entre 2021 y 2027-», pactando con las comunidades autónomas. Además, ha hablado de la reforma de la Ley de Cadena Alimentaria que se sigue tramitando en el Congreso de los Diputados, sobre la que ha constatado que «no existe una solución universal, pero sí hay instrumentos para fortalecer la cohesión de un sector muy importante». En este sentido, se ha pronunciado a favor de que los precios en origen sean superiores a los costes de producción y que esto se fije por escrito en los contratos. «Hablar de alimentos baratos es una contradicción porque los alimentos cuestan lo que cuesta producirlos», ha apuntado.
De igual modo, también se ha felicitado por la suspensión de los aranceles del 25% sobre productos como el aceite de oliva, el vino, las aceitunas, las conservas de pescado o el queso por parte de Estados Unidos. Cree que es «una excelente noticia» que demuestra la voluntad de la nueva administración estadounidense de cooperar con Europa. «Estados Unidos es el escaparate del mundo desarrollado, cuando haces una promoción de un producto allí lo estas haciendo respecto a otros países desarrollados», ha afirmado.
Sobre las cuotas pesqueras que se siguen negociando con Reino Unido tras el Brexit, ha defendido el acuerdo alcanzado en diciembre, ya que España pierde «como mucho un 1,26% en pesquerías como la merluza», e informado de que continúa las negociaciones con Londres. En este sentido, se ha conocido esta semana que la Comisión ya prepara prorrogar el acuerdo provisional en aquellas especies compartidas con los británicos hasta junio.
