El Gobierno y los agentes sociales llegan a un consenso para que los riders sean trabajadores y no autónomos

El Gobierno y los agentes sociales han llegado a un consenso para que los riders de las plataformas de reparto de comida a domicilio se consideren trabajadores por cuenta ajena. Ese ha sido el único pacto al que han llegado los agentes sociales en la última reunión del diálogo social sobre esta ley, la cual se ha mantenido hoy. Así, fuentes del diálogo social inciden en que todavía no se ha llegado a un acuerdo definitivo, sino que las partes han consensuado laboralizar a los repartidores.

De esta manera, la mesa de diálogo social sobre la ley rider queda cerrada. En los próximos días, según explican fuentes del proceso, los contactos continuarán, pero tan solo para elaborar los aspectos técnicos de una ley que lleva siendo objeto de debate varios años. Así, será Trabajo el que elabore el texto final, que se espera que llegue al Consejo de Ministros en las próximas semanas. Para ello, cuenta con una serie de medidas que los empresarios y los sindicatos han elaborado para ejecutar la laboralización de los riders y, según comentan fuentes del diálogo social a ABC, el Ministerio dirigido por Yolanda Díaz se ha comprometido a que el documento integre propuestas de ambos bandos.

Con este punto de partida, y a falta de saber los detalles del texto final, el modelo laboral de empresas como Glovo, Uber Eats y Deliveroo quedará revocado, ya que estas empresas tienen a la mayor parte de sus repartidores como autónomos. Además, se resolverá el debate sobre la laboralidad de estos, que lleva en vigor desde hace años, y ha desencadenado una larga batalla judicial entre repartidores y las empresas con distintos resultados.

Fue precisamente una sentencia del Tribunal Supremo la que decantó la balanza hacia los repartidores que exigían tener un contrato de trabajo, ya que consideraban que eran falsos autónomos. En concreto, el Alto Tribunal dictaminó que los repartidores de Glovo eran falsos autónomos. Meses más tarde fue un juzgado de Barcelona el que sentenció que más de 700 riders de Deliveroo eran también falsos autónomos, aunque esta sentencia se podía recurrir.

Pese al acuerdo y a las sentencias, no todos los riders desean ser trabajadores por cuenta ajena. En los últimos días, varias asociaciones de riders han mantenido una dura actividad para defender su afán de ser considerados autónomos. En concreto, la Asociación Autónoma de Riders (AAR), la Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA) y la Asociación Española de Riders Mensajeros (AsoRiders) defienden que la laboralidad les aboca a «la precariedad y el paro».

«Negociar un ingreso mínimo por hora, mejoras en nuestros seguros privados, vacaciones y, sobre todo, un asiento en la mesa de negociación, con Gobierno y plataformas, para que los repartidores hagamos oír nuestra voz. Un asiento para que, de una vez por todas, terminemos con esta absurda situación en la que un Gobierno paternalista que no mira por nuestros intereses, unos sindicatos que no nos representan y una patronal que no parece tener mucho interés en nosotros se creen con derecho a elegir nuestro futuro», han señalado.