La peor borrasca, Filomena, en cifras: tres fallecidos, 27.000 abonados sin luz y 1.500 rescates

La palabra de 2020, el «confinamiento», volvió a imponerse por obligación de la naturaleza nada más estrenar 2021. El refrán «año de nieves, año de bienes» no les pareció muy oportuno a las 1.500 personas que se quedaron atrapadas en sus vehículos por la virulencia del temporal Filomena, que hasta el Gobierno reconoció «sorprendió a todos»por su magnitud. Lo dijo José Luis Ábalos, titular de Transportes en compañía de otro ministro, Fernando Grande-Marlaska, que por dos veces comparecieron para dar un aviso a navegantes: «Quedan horas difíciles. La situación es grave –dijeron–. Y cuando Filomena amaine, llegará lo peor con el hielo. La semana que viene viviremos dificultades», en relación al efecto meteorológico que producirá la ola de frío polar que entrará en pocas horas precedida por la borrasca. Por eso, se pidió no viajar, aplazar todos los trayectos que no sean «inevitables» y extremar la precaución, sobre todo en el interior del país, barrido por el episodio más intenso que ha sufrido España en medio siglo. La gran borrasca deja un hecho insólito: la capital del país está incomunicada por los 44 litros de nieve por metro cuadrado acumulados en unas horas.

Sin trenes, con la circulación ferroviaria y las líneas de Cercanías cortadas, el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez cerrado y cientos de pasajeros varados, la circulación por carretera y dentro de la capital es impracticable. Solo el Metro permanece abierto las 24 horas. Ni en la región de Madrid ni en Castilla-La Mancha habrá clases ni el lunes ni el martes próximos, por el momento, a la espera de que otras autonomías, como Aragón, tomen hoy su decisión. Desde la Agencia Estatal de Meteorología se insiste en que cinco provincias del este siguen este domingo 10 de enero en alerta roja.

Pese a los intentos de las autoridades de las administraciones central, autonómica y municipal por evitar riesgos personales, España demostró que no está acostumbrada a este tipo de inclemencias invernales. Había más nieve en la capital que en San Petersburgo y eso es una estampa seductora. Se vio pronto en las grandes arterias de Madrid, donde el tránsito de camiones de bomberos y ambulancias se veía torpedeado por decenas de transeúntes que salían a hacerse una foto, sin duda, histórica. Pocos pudieron resistirse pese a que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, lo repite machaconamente: «Es bonito, pero también peligroso salir a la calle», sobre todo por el riesgo de desprendimientos de cornisas y la formación de hielo, que puede provocar un reguero de caídas.

Al margen de la diversión que lleva aparejada la nieve, Filomena se recrudeció en la sierra madrileña, donde un hombre de 54 años perdió la vida sepultado por la nieve en Zarzalejo, otro hombre de 73 años murió en Carabanchel aunque se desvincula del temporal por haber sufrido una parada cardiorrespitaroria antes de desplomarse sobre la nieve. Además, Filomena descargó una enorme cantidad de agua en la provincia de Málaga. Entre las localidades de Mijas y Fuengirola se hallaron dos cadáveres de un coche donde viajaban cuatro personas. El viernes por la noche, la corriente se llevó por delante el coche; el cuerpo de una mujer se encontró hacia las 4.00 de la madrugada y a las 10.30 se comunicaba el hallazgo del cuerpo de un ciudadano español de 45 años. Otras dos personas –una de ellas, menor de edad– resultaron heridas por el derrumbe de un muro en Algeciras.

Toledo, paralizada

Según informó el Ejecutivo, Pedro Sánchez telefoneó durante el sábado a los presidentes de las comunidades más afectadas y brindó al Ejército para ayudar a recuperar, en la medida de lo posible, la normalidad. Una de esas regiones asoladas fue Castilla-La Mancha, con 27.000 abonados sin luz y la capital, Toledo, también paralizada. Las quitanieves tienen grandes dificultades en abrir paso en sus calles medievales.

La normalidad no volverá, según Martínez-Almeida, hasta finales de la próxima semana

En total, 657 carreteras, con casi 20.000 kilómetros de la red nacional, se vieron cortadas o afectadas por las tremendas nevadas, que acumularon 60 centímetros de espesor en puntos deMadrid, donde no dejó de nevar durante día y medio casi sin interrupción.

En su último balance, pasadas las 19.00 horas, el Ministerio del Interior comunicó que unas 1.500 personas habían tenido que ser auxiliadas por efectivos de la Guardia Civil y Policía Nacional, un despliegue al que se había unido ya el jueves en Albacete la Unidad Militar de Emergencia (UME). Según su portavoz, Aurelio Soto, «no se iba a dejar a nadie en sus coches» y los militares desplegaron sus fuerzas durante la noche en la A-3, A-4 y A-5 con miles de conductores acorralados por la nieve. El Gobierno negó «improvisación» y «descoordinación» entre administraciones, si bien el ministro de Transportes se felicitó por haber actuado «con mayor rigor» que en fenómenos meteorológicos anteriores. Según Marlaska, se activó el embolsamiento de vehículos y camiones en distintos puntos de la zona interior del país, lo que permitirá que estos transportistas repongan los suministros esenciales (también el de la vacunas de Pfizer contra el Covid) en convoyes organizados a partir de este lunes. En las carreteras se abrirán carriles especiales para su tránsito.

Quince horas acorralados

La jornada fue especialmente dura para los conductores atrapados en zonas como las circunvalaciones de Madrid, a última hora de la tarde del viernes, que tuvieron que ser rescatados a lo largo de la noche. Los servicios de emergencias del 112 ayudaron en 2.300 incidentes de tráfico y 277 accidentes. El Ejército proporcionó mantas y comida. Las vías más afectadas fueron la A-3, la A-4, la A-5, la M-30 y la M-40. A las cinco de la tarde de este excepcional 9 de enero, el temporal comenzó a amainar. A esa hora, Filomena dio una tregua a Madrid y marcó un punto de inflexión: concluyó el rescate de todos los conductores. Durante la jornada, los bomberos del Ayuntamiento acudieron con todoterreno a socorrer a los vehículos privados y a los conductores de la Empresa Municipal de Transportes que se vieron acorralados por la borrasca. Solo hasta primera hora de la tarde del sábado, realizaron 730 actuaciones. El Ayuntamiento habilitó 300 plazas de hotel para que los afectados pudieran descansar en caliente mientras se resolvía la situación. Desde Samur Protección Civil atendieron las situaciones médicas urgentes como infartos y cuatro partos. Una de ellas dio a luz a su hija en su coche.

El Gobierno prepara convoyes para que los camiones puedan transportar víveres, vacunas y fármacos

La gran nevada colapsó por completo la región desde el viernes y obligó a cerrar el principal mercado, Mercamadrid. LaComunidad recomendó a los consumidores no hacer acopio innecesario de alimentos, con dificultades para el suministro en los centros comerciales. En la capital, se dejó el alumbrado navideño encendido para evitar que se desprendiese por el peso de la nieve. La normalidad, según el alcade, no volverá hasta finales de la próxima semana.