Dios es Amor

La obra de la Creación es una tarea de amor. Dios, impelido por su Amor, es quien quiere que otras criaturas participen del mismo. Así, nos creó Dios –libremente- para hacernos participar de la Vida…, capaces de un amor, que es semejante a Él, inmenso y eterno.

Para que fuera el hombre capaz de amar, lo hizo libre y el mal uso de esa libertad, le apartó de Él (eso es el pecado: todo aquello y sólo aquello, que nos aparta de Dios). Y así, alejados de Él, no podíamos alcanzar el fin para el que fuimos creados. Pero Dios Padre, quiso recuperarnos junto a sí y decidió hacernos hijos suyos de adopción, partícipes de su propia vida por el Espíritu Santo, gracias a su Hijo enviado por el Padre como Redentor y Salvador, y por tanto, capaces -si queremos- de alcanzar para siempre la felicidad junto a Él. (confron. Art.1 Catecismo de la Iglesia Católica. Compendio).

No es difícil entender a Dios. Cualquiera que haya experimentado el amor puede entender que quien ama, es capaz, -si puede- y Dios puede -o no es Dios- de hacer todo lo posible para facilitar al que ama el logro de la felicidad. Y Dios nos amó primero.

Pero hay un problema, nadie puede obligar a quien ama, sin menoscabo de respeto a su libertad, a ser feliz. ¿Verdad que los padres me entendéis? ¿Qué puede entonces hacer un padre? “Dios amó tanto al mundo que envió a su Hijo unigénito para salvarlo” (1 Jn.4,9). Esa es la historia… “La historia de la salvación”.

¿Por qué mandó al Hijo?. El Hijo es el amado del Padre “Este es mi hijo amado, en quien tengo mis complacencias” (Mt.3,17). Cuando quieres a alguien y deseas que libremente, porque le da la gana, te quiera, ¿qué haces? Para demostrárselo, para ganar su amor, le envías a quien más quieres para que se dé cuenta de la autenticidad y desinterés de tu amor.

¿Y si les quieres, y tu hijo te quiere tanto, que está dispuesto a hacer lo que le pidas porque el también quiere –libremente- a los que tu amas, y está dispuesto a hacer lo que haga falta para complacerte y conseguir lo que ambos deseáis?… ¡Eso es lo que hizo el Hijo! Se encarnó de Maria, nació en Belén de Judá y murió en la cruz.

¿Qué es una locura?. ¡Claro!. ¡Es una locura de Amor!. En eso creemos los cristianos. ¡En el Amor!. Y lo han demostrado muchos que han entregado su vida por los demás. ¿Vamos a ser los humanos mejores que Dios? Además “Él nos amó primero” (1 Jn.4,19). En Él se apoyan todos aquellos que luchan por seguirle, por parecerse a Él.

No es fácil entender a Dios, y más, en el mundo de hoy, donde no prima el amor. ¿Por eso no lo entendemos? Pero a los que creen les da poder para ser hijos de Dios y ¡lo somos! y cuando le veamos “seremos semejantes a Él” (1 Jn. 3,2).

¿Qué quiere un padre? Que seamos felices y nos parezcamos a él. ¿No te parece? (Continuará…).