El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha eludido detallar el coste económico que supuso el viaje a Bolivia de Pablo Iglesias y del séquito que lo acompañó con motivo de la toma de posesión del nuevo presidente del país suramericano, Luis Arce. El vicepresidente segundo, que era el máximo representante del Gobierno en el acto, desplegó su propia agenda.
La Subsecretaría de Derechos Sociales y Agenda 2030 recibió el pasado 12 de noviembre una petición de información tramitada por este redactor a través del Portal de la Transparencia en la que solicitaba conocer la identidad y los cargos de las personas vinculadas al Ministerio que dirige Iglesias que viajaron con él a Bolivia -los días 7 y 8 de noviembre- y el gasto que había supuesto el desplazamiento de este grupo desglosado por conceptos (transporte, hotel, comidas, transfer y taxi). También se requería el nombre del establecimiento hotelero en el que había pernoctado el vicepresidente segundo y el número de noches que pasó en la capital boliviana.
En su respuesta, el subsecretario Joseba Miren García Celada detalla las responsabilidades de las tres personas que acompañaron a Iglesias -el director adjunto de gabinete, el jefe de la Secretaría General de la Vicepresidencia y un integrante de su equipo de Comunicación- pero elude aclarar el resto de cuestiones planteadas. «Los detalles logísticos del viaje», justifica, «se ajustaron a lo establecido por Casa Real para toda la delegación».
La resolución ha sido ya recurrida ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), que deberá dictaminar ahora si el solicitante tiene derecho a que el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 detalle los gastos solicitados. Esa resolución podrá ser recurrida ante un juzgado central de lo contencioso-administrativo en el plazo de dos meses.
Se trataba del primer viaje que Pablo Iglesias realizaba acompañando al rey Felipe VI y su presencia no estuvo exenta de polémica. Pese a haber sido invitado «a título personal» por el máximo mandatario boliviano, el vicepresidente viajó en el avión de la delegación española, lo que -como informó El Independiente– causó malestar en Zarzuela.
Fotos con Luis Arce y Alberto Fernández
Iglesias se hizo acompañar de un fotógrafo, lo que le permitió difundir las imágenes de sus encuentros tanto con Luis Arce como con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, sin necesidad de depender del profesional desplazado por la Casa del Rey. Se da la circunstancia de que Pablo Gentili, ex jefe de gabinete del hoy vicepresidente segundo del Gobierno, trabaja ahora con Fernández.
El líder de Podemos mantuvo esos encuentros bilaterales a pesar de que entre los miembros de la delegación oficial se encontraba la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya. Fuentes consultadas por este diario han reconocido la incomodidad que supuso tener que encajar al vicepresidente en el protocolo oficial cuando «no estaba prevista su presencia».
Frente a esta versión, desde la Vicepresidencia Segunda aseguran que fue el propio Pedro Sánchez el que le propuso a Pablo Iglesias que acudiera a Bolivia «en su lugar». La invitación de Arce llegó a la Presidencia del Gobierno el mismo día en que el jefe del Ejecutivo e Iglesias presentaron el proyecto de Presupuestos Generales del Estado en La Moncloa.
Entre los detractores de la presencia del ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 se encontró la titular de Defensa, Margarita Robles, que -en declaraciones a Antena 3– desvinculó las actividades «particulares» del vicepresidente segundo del «objetivo del viaje» a Bolivia. «Lo que luego haya hecho el vicepresidente Iglesias le compromete a él», zanjó.
