Francisco Vázquez: «Sánchez ha declinado la dirección del país en un mercenario: Iván Redondo»

A sus 73 años, en plena forma, sin ninguna patología, «más allá de la edad», aunque no le gusta que se lo recuerden, el exalcalde socialista de La Coruña y exembajador de España en El Vaticano,Francisco Vázquez, se considera «un privilegiado» en estos «tiempos difíciles». Acompañado de su mujer, vive en su casa de la capital gallega «un capítulo más de toda nuestra vida juntos» y su máxima preocupación es «el dolor de ver tanta gente enferma, pasando momentos duros».

El exalcalde procura buscar la parte buena, si es que la hay, de esta tragedia. Un tiempo, que parece que se ha parado, y que asegura que «nos permitirá recuperar lo bueno del pasado, valores y principios que se estaban perdiendo. El valor fundamental de la familia como elemento que sirve de protección. El valor de la solidaridad. Valores que habían sido postergados por esa idea del consumo, de la importancia de lo material».

Su tiempo lo dedica a escribir cosas pendientes, ordenar su biblioteca y «a rezar. Soy católico y es un buen momento para la espiritualidad, para leer el Evangelio». No tiene complejos en hacer pública su confesión católica, aún más, le llena de orgullo decir que «hay que romper esa idea de clandestinidad de la confesión pública de las convicciones religiosas. Se dice con normalidad que uno es ateo, pero hay cierto pudor en expresar el compromiso con los valores de la fe cristiana».

Aunque muy alejado ya del PSOE, en el que militó, y que «ya nada tiene que ver» con esa formación política de la que formó parte; sigue con interés la actualidad política, sobre todo en uno de sus aspectos: la comunicación. «Me preocupa la distorsión que se está dando en la comunicación a la ciudadanía. Una población aislada que sigue los acontecimientos a través de la radio y de la televisión, que han empezado a reproducir las pautas de comunicación copiadas del populismo chavista. Es preocupante, a veces hay una manipulación evidente».

Una situación de distorsión informativa en la que responsabiliza directamente al Gobierno de Pedro Sánchez, afirmando que «la política de comunicación es muy propia del populismo comunista, intervencionista que manipula ideológicamente, que da una información muy sectaria y que hace de una catástrofe como esta una palanca de propaganda. Esto es inadmisible».

Aliados comunistas

Su posición política es muy crítica con el actual Ejecutivo y llega a afirmar que «la ideología imperante no es más que el afán del poder y la ocupación del poder con los medios que haga falta. Y la prueba de ello es que el Gobierno del PSOE con sus aliados comunistas ha declinado la dirección del país en un mercenario: Iván Redondo».

El exdirigente socialista teme que las medidas que se han tomado para hacer frente a la crisis «vengan para quedarse» y para implantar «el proyecto ideológico de Pablo Iglesias». Por ello, advierte de que los nuevos Pactos de la Moncloa que se anuncian no son «para un proyecto común, sino para que se asuma el proyecto ideológico de Pablo Iglesias para afrontar la salida de la crisis».

A su juicio, Sánchez solo hablará con la oposición «cuando la situación empiece a ponerse bien y se transmita el mensaje subliminal de que yo arreglé solo la situación y la oposición lo único que hizo fue molestar y criticar, cuando no ha sido así».