Puente aéreo de mascarillas

El aeropuerto de Zaragoza se mantiene operativo en plena crisis del coronavirus, que ha restringido al máximo el tráfico aéreo. Aunque se ha quedado sin pasajeros por la suspensión de los vuelos comerciales, mantiene el movimiento de mercancías, con unos volúmenes muy diezmados pero nada despreciables en el actual contexto. No es poco teniendo en cuenta la parálisis casi total que viven la mayor parte de las terminales españoles por el estado de alarma. Esta excepción se debe a que este complejo sigue siendo operado por Inditex para el transporte de prendas de Zara y que se ha convertido en la principal puerta de entrada a España del material sanitario procedente de China para hacer frente a la pandemia.

Millones de mascarillas, guantes, gafas protectoras, gorros, calzas o máscaras faciales, así como varias decenas de respiradores, han aterrizado en la pista aragonesa a lo largo de las tres últimas semanas aprovechando las rutas regulares que conectan con el gigante asiático por el influjo de Inditex o en vuelos chárter contratados por empresas e instituciones españolas.

No hay cómputo oficial de las toneladas de material sanitario que han llegado a Zaragoza, pero ya son unos 14 cargueros los que han tomado tierra aquí llenos en exclusiva con este tipo de mercancía, además de otros tres chárter (vuelos no regulares) expedidos con el mismo fin. Además de ello, todos los vuelos que llegan de China traen consigo «en mayor o menor cantidad» estos ansiados medios de protección, explica el director del aeropuerto de Zaragoza, Marcos Díaz.

«Todas las rutas de carga han bajado frecuencias, pero el tema sanitario ha compensado algo la caída», apunta. «Lo importante es que seguimos operativos y al pie del cañón», recalca.

De Mercadona al BBVA

Grandes compañías como El Cortes Inglés, Mercadona, BBVA o Mango han elegido esta terminal para llevar a cabo expediciones de material sanitario proveniente de China. También gobiernos autonómicos como el Castilla y León y el de la Comunidad Valencia o el gigante chino del comercio electrónico Alibaba para la donación de medio millón de mascarillas que hizo al Ministerio de Sanidad.

Este éxito se debe, según Díaz, a las facilidades puestas por Inditex para el uso de sus rutas, la agilidad operativa del aeropuerto y una localización estratégica privilegiada. «Zaragoza es conocido en España y en gran parte del mundo por su rapidez y profesionalidad, no hay un punto de entrada de mercancías más ágil en todo el país», afirma. El director subraya asimismo que todas las autoridades de control (fiscal, sanitaria, veterinaria…) están «muy focalizadas en el que el proceso sea lo mas fluido posible».

Estas bondades explican también que la terminal situada en el barrio de Garrapinillos se convirtiera el pasado año en la segunda de España en carga, solo por detrás de Madrid y tras superar por primera vez a Barcelona. La clave está también en la apuesta por esta pista de la multinacional de Amancio Ortega, que es también la que le está dando un papel protagonista en esta crisis sanitaria.

En cualquier caso, los efectos del coronavirus han hecho mella en el aeropuerto de Zaragoza, como lo certifica la caída de las mercancías en un 40,6% registrada el pasado mes de marzo, hasta 10.292 toneladas.

35 millones de unidades 

Con la llegada el pasado 3 de abril a Zaragoza de uno de los vuelos del corredor logístico que Inditex ha establecido con China para el transporte de unidades médicas, la cifra de material de protección sanitaria que se ha conseguido traer a España a través de la logística de esta compañía textil asciende ya a más 35 millones de unidades desde el comienzo de la crisis del covid-19.

Una parte importante de estas mercancías han aterrizado en Zaragoza, aunque el gigante gallego de la moda no detalla las cantidades que ha movido por aeropuertos. En esta cifra se incluyen adquisiciones realizadas por el Gobierno de España, comunidades autónomas, hospitales, aportaciones privadas de muchas empresas, donaciones particulares, y compras realizadas por Inditex y por la Fundación Amancio Ortega.