Feijóo repetirá mayoría absoluta y frena la entrada de Cs y Vox en Galicia

Alberto Nuñez Feijóo cuenta con un finísimo colchón de seguridad de cara a las autonómicas gallegas según se desprende de la encuesta elaborada por NC Report para LA RAZÓN sobre intención de voto en los comicios del próximo 5 de abril. Con un 45,1% de los sufragios, el actual presidente de la Xunta revalidaría su cargo por la mínima: si la mayoría absoluta está en 38 escaños la encuesta le otorga una horquilla de 38/39, es decir, dos menos de los 41 que logró en septiembre de 2016. A pesar de que se trata de un retroceso lo cierto es que el resultado, de cumplirse, sería muy positivo al tener en cuenta que la atomización del mapa político en nuestro país ha provocado que las mayorías absolutas sean la excepción que confirma la regla tanto a nivel autonómico –donde existe solo otro caso parecido en Castilla – La Mancha– como a nivel nacional y municipal.

La principal amenaza a la victoria de Feijóo está en la fragmentación del voto del centro derecha. A pesar de que la encuesta vaticina que ni Vox ni Cs lograrán representación parlamentaria el 5-A, lo cierto es que ambas formaciones sumarían, de confirmarse las predicciones, 80.000 votos que son precisamente los que otorgarían algo de margen al PP para mantenerse al frente de la Xunta. Según el apartado del estudio demoscópico dedicado al trasvase de voto entre fuerzas políticas, Vox habría robado 41.000 votos a los populares, lo que equivale al 6% de sus votantes en las últimas elecciones autonómicas en Galicia, es decir, justo lo que le falta para poder encarar la campaña electoral sin presiones. Pese a todo el PP es el partido que mejor fideliza a sus votantes: nada menos que un 87,8% volverá a votar a Alberto Núñez Feijóo.

Basta echar un vistazo a las expectativas de voto de Ciudadanos de cara al 5 de abril para darse cuenta de por qué Feijóo no ha querido «contaminar» su marca electoral en Galicia. En septiembre de 2016 la formación naranja logró casi 50.000 votos y el colapso que todo el mundo augura en las gallegas se traduce en una perdida de 35.000 votos hasta quedarse en un 1% de los sufragios. El 49% de sus votos se van a la abstención, el 14,3% al PSOE y el 10% a Vox. Sólo un 22,4% de sus votantes seguirán siendo fieles pese a todo.

Terminando con el bloque de la derecha, el partido de Abascal se estrena en unas autonómicas gallegas pero no logrará ningún escaño según la encuesta de NC Report. Vox obtendría 65.000 votos, 40.000 de los cuales, como ya se apuntó, vendrían de las filas de electores de Feijóo. Sin embargo a pesar de lograr el 4,6% de los votos, ningún candidato del partido estará en el Parlamento de Santiago.

Si bien en el bloque de derechas la hegemonía del PP parece evidente salvo sorpresas, en el bloque de la izquierda sí que hay movimientos reseñables. En la estela de la dinámica a nivel nacional, el PSOE experimenta una potente subida de 6/7 escaños que le devuelve la condición de fuerza líder de la oposición que perdió en las últimas autonómicas cuando empató a 14 escaños con En Marea / Unidas Podemos (aunque quedando más de 15.000 votos por detrás de la franquicia de Iglesias en Galicia. Por tanto de 14 pasaría a 20/21 con 355.000 votos, casi 20 escaños por debajo del PSOE pero 15 por encima de En Marea. El estudio de trasvase de votos pone de manifiesto que nada menos que un 30,3% de los votos del partido de extrema izquierda vuelve a la lista socialista. Aunque las autonómicas gallegas son un proceso electoral con sus peculiaridades, lo cierto es que si esta tendencia se confirma a escala nacional Pablo Iglesias tendría un serio motivo para la preocupación. Otra fuerza que obtendría un resultado muy positivo sería el BNG que aumentaría en 5 escaños su presencia en el Parlamento de Santiago pasando de 6 a 11 diputados. Casi 95.000 votos recuperaría el nacionalismo gallego recuperándose del colapso de 2016. El secreto de este repunte es que el BNG logra a un tiempo asegurar el 83,2% de sus votos y, además, le arrebata a En Marea 26,3% de los suyos. En cuanto al reparto de escaños y votos entre el bloque de izquierda y derecha, los cambios son leves pero significativos. La derecha pierde 2 décimas, una bajada que se traduce en una bajada de 2/3 escaños mientras que la izquierda, dividida en tres formaciones políticas (PSOE, BNG y En Marea UP) sube 1,6 puntos de 45,3% a 46,9% que le hace subir los 2/3 que pierde el PP.

En el gráfico del comportamiento electoral de los gallegos por edad es especialmente llamativa la curva que describe la intención de voto de los populares que es la cuarta fuerza más votada entre los más jóvenes pero que reina en solitario desde los 45 años en adelante empequeñeciendo a los demás partidos. En una comunidad con una población tan envejecida como Galicia este dato es definitivo aunque no deja de presentar problemas al PP porque de confimarse la tendencia la hegemonía popular tendría los «años» contados.