Los 28 desoyen a Donald Trump y no renuncian al Acuerdo Nuclear con Irán

Evitar la escalada, contención y vuelta a la mesa de negociación. Los ministros de Exteriores de la UE se han reunido de forma extraordinaria este viernes en Bruselas para analizar los acontecimientos de los últimos diez días en Oriente Próximo, el impacto y las consecuencias, tanto allí como aquí. El ataque que mató al general Soleimani, las represalias de Teherán y el accidente del avión ucraniano han generado un clima de inestabilidad, preocupación y peligro. Y también han dejado al descubierto las debilidades de una Unión Europea que llega tarde, mal y con más de una voz a una nueva crisis.

Hace dos días, Donald Trump pedía a Reino Unido, Francia, Alemania y el resto de firmantes del JCPOA, el Acuerdo Nuclear de 2015 con Irán, que rompieran de una vez lo que queda del pacto, tras la retirada unilateral de EEUU. Los ministros, sin embargo, se han conjurado hoy de nuevo para intentar mantener a flote lo que consideran sigue siendo la mejor y casi única vía para evitar una proliferación nuclear y mantener la paz y la estabilidad en la región.

«La región no se puede permitir otra guerra. Pedimos una reducción de la tensión urgente y máxima contención a todas las partes. La crisis pone en riesgo años de estabilización, con implicaciones para la coalición global contra el Estado Islámico. Seguimos comprometidos para preservar el plan comprehensivo de acción. Gracias al Acuerdo, Irán no es una potencia nuclear. Va en nuestro interés mantener el plan de acción todo lo que podamos. Lamentamos la decisión de EEUU de retirarse, pero seguimos pensando que es clave de la arquitectura de no proliferación y crítico para la estabilidad de la región», ha señalado este viernes por la noche el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, tras casi cinco horas de reunión.

A su llegada, los participantes expresaron su preocupación. Saben que la zona es un polvorín y que cualquier paso en falso puede provocar el caos. «En las últimas 48 horas hemos visto cierta reducción en las tensiones en la región. Necesitamos construir sobre eso y reducir aún más la escalada y las tensiones. A nadie le interesa tener un nuevo conflicto en el Oriente Próximo», apuntó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. «Si continúan rompiendo el Acuerdo de Viena, entonces sí, dentro de un período de tiempo bastante corto, entre uno y dos años, podrían tener acceso a un arma nuclear, lo que no es una opción», explicó esta semana Yves Le Drian, ministro de Exteriores galo.

Esta semana, Borrell se ha encontrado con varios problemas. «No ha sido un inicio de año fácil», ha indicado a su llegada al Consejo. En parte por los desafíos y en parte por la bien conocida falta de coordinación entre los 28. El ejemplo más claro es que en pocos días el presidente del Consejo, Charles Michel, ha estado intentando asumir un papel protagonista, o con más protagonismo del que en teoría le corresponde. Y por otro, intentos fallidos como el de Italia, pretendiendo lidiar en el asunto de Libia y saliendo escaldada, con un fiasco diplomático en Roma con los líderes africanos enfrentados.

Sin una declaración final, al tratarse de una reunión informal, y sin tampoco muchísimo nuevo que aportar, Borrell se ha mantenido en la línea de estos días. «Pedimos a Irán que vuelva al cumplimiento total y sin retraso» del acuerdo, ha instado. «Confiamos en el Organismo Internacional de la Energía Atómica para que siga monitorizando las actividades iraníes. Creemos en la capacidad de la agencia para seguir todas las actividades del campo nuclear», ha afirmado.

Para el alto representante, «la situación tiene una dimensión regional que requiere una decisión política regional. Los ministros me han dado un fuerte mandato para aumentar los esfuerzos diplomáticos con todas las partes, incluyendo Irán, para lograr la desescalada, para respaldar el diálogo y promover una solución política», ha explicado Borrell.

En este marco, la UE seguirá ayudando a Irak «desde muchos puntos de vista. Entrenamiento militar, ayuda económica, seguridad. Tenemos que evitar una espiral de violencia que cree una situación muy peligrosa para todos y destruya años de esfuerzo para la reconstrucción del país. Se abre la puerta a más trabajo para la implementación de mandato», ha señalado.

Sobre la cuestión del avión ucraniano, el alto representante ha preferido ser más cauto que los gobernantes de Estados Unidos, Canadá o Países Bajos. «No hay noticias que pueda compartir sobre el accidente del avión. Todas las hipótesis están abiertas, se está investigando. Los investigadores tienen que hacer su trabajo. Ellos no lo saben. Sé que hay líderes que han avanzado la posibilidad de que no fuera un accidente pero sería irresponsable por mi parte decir algo sin información concreta«, ha afirmado.

En la reunión sí que se ha discutido el tema y el propio español ha admitido que ha escuchado diferentes posibilidades, pero ha insistido en que no podía compartirlo.