Ada Colau suspende por primera vez en la encuesta municipal de Barcelona

La situación política catalana preocupa cada vez más a los barceloneses y en el barómetro municipal del Ayuntamiento de Barcelona del segundo semestre de 2019 ha ascendido hasta convertirse en el segundo problema para el 24% de los encuestados, por detrás del 29% que opina que lo más preocupante es la inseguridad, un porcentaje que no deja de batir récords, encuesta tras encuesta. Un barómetro en el que la alcaldesa Ada Colau suspende por primera vez, con un 4,7 de nota, frente a Ernest Maragall, presidente del grupo municipal de ERC, que es el único que aprueba con un cinco pelado.

El barómetro municipal se realizó entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre a 831 barceloneses. Precisamente la cercanía del trabajo de campo de la sentencia del procés y, sobre todo, de los incidentes posteriores con una semana de altercados en la calle, son los hechos que se relacionan con la preocupación al alza de la situación política general. “Por norma los barómetros de Barcelona se mantienen al margen de la política general y se contesta de forma espontánea sobre aspectos de ciudad, pero en este caso la influencia de los hechos es más notoria y seguramente eso también ha repercutido en parte en otras valoraciones”, ha manifestado Jordi Martí, concejal de Presidencia del consistorio barcelonés.

En su opinión, que la percepción de la inseguridad haya vuelto a subir, registrando otro valor récord –del 27,4% de junio al 29,1% de esta consulta– puede tener relación con los altercados posteriores a la sentencia a los líderes independentistas: “Una cosa es la percepción y otra son los datos objetivos que nos indican que el nivel de delincuencia en la ciudad está bajando”. En esta consulta, tanto el acceso a la vivienda como el turismo han dejado de ser problemas serios para los encuestados: el 6,5% contestaron que la vivienda era el principal problema, ocho puntos menos que en junio, y el turismo es lo más grave solo para el 3,6%.

El barómetro señala que la percepción de la evolución de la ciudad en el último año ha empeorado; es lo que piensan el 67,7% de los consultados. Si la proyección es de futuro, un 57,5% creen que las cosas mejorarán. En cuanto al pacto de gobierno entre los comunes y el PSC, tiene más defensores, un 55,2%, que detractores, un 38,7%. Sin embargo, cuando la pregunta es la intención de voto, ERC vuelve a ser el partido mejor situado si ahora se hicieran elecciones municipales y subiría dos puntos respecto al resultado de las municipales de mayo. Los comunes también subirían casi dos puntos, mientras que el PSC caería cerca de cuatro.

La valoración de la gestión municipal es muy mala o mala para el 43,6% de los preguntados, un tanto por ciento que no deja de crecer barómetro tras barómetro desde el 21,9% que daba esa respuesta en junio de 2015. La valoración de la gestión de la Generalitat es peor y un 56,1% de los encuestados dice que es mala o muy mala.

El consistorio ha introducido en esta encuesta como tema de actualidad el posicionamiento ante el cambio climático: casi un 90% se ha declarado bastante o muy preocupado y un 79% cree, además, que está sufriendo en su día a día sus efectos.