Una vez que se realiza el encuentro entre las personas, se producen las presentaciones. ¿Cómo se presenta Dios a los hombres, a cada hombre: a través de los acontecimientos y las palabras. Muchos de esos acontecimientos y palabras están recogidos en el Antiguo Testamento y, la última de ellas, es Jesús, el ungido, el Hijo de Dios encarnado.
Al presentarse, Dios nos revela su intención de hacernos hijos adoptivos suyos haciéndonos participes de su vida divina, mediante la gracia del Espíritu Santo, y en su Hijo Unigénito. (Art.6 Cat. Iglesia Católica. Compendio).
Se nos hace preciso pues, conocer los acontecimientos que se recogen en el Antiguo Testamento y la Palabra de Dios que encierra y -también- reflexionar sobre la vida de Jesús, sus obras y palabras, contenidas en los Evangelios, para tener una cabal presentación de Dios.
Hoy muchos bautizados se extrañan, porque no son conscientes de su condición de hijos de Dios, no sienten que Dios les ama, no conocen a Jesús. No saben si han perdido la vida de la Fe que un día recibieron porque, no se dan cuenta, de que la vida de la Fe hay que alimentarla: no sólo de pan vive el hombre sino, de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Se ha producido una separación entre muchos cristianos y su Iglesia de la que forman parte y, sin darse cuenta, al hacerlo, se han alejado de Dios. Ya no acuden a Misa y, desde hace ya muchos años, no escuchan la Palabra de Dios, ni las homilías de los sacerdotes. Probablemente, porque -algunas veces- no se hablaba de Dios en ellas y sobre todo, porque, es costoso e incomodo asistir a un acto religioso, cuando el resto de la semana uno apenas se acuerda de Dios.
La formación religiosa en algunos colegios y escuelas, incluidos los religiosos, ¿es la mas adecuada?. Parece, que algunos de los responsables de la formación religiosa, se encuentran algo influidos por aquellos que dicen, de buena fe, que no creen en Dios. Y como consecuencia, que no son necesarias, ni las clases de Historia Sagrada, ni las de Religión como relación personal con Dios, sino como un hecho histórico.
Algunos pastores, se sienten abandonados por sus ovejas y han pensado que para recuperarlas es necesario ser líderes de una nueva salvación. Y tratan, con desigual fortuna, de recuperar la grey, que se encuentra dispersada, con nuevas formulas que, a veces, distraen del mensaje de Jesús.
De todas formas, sea lo que fuere, se ha cortado, en muchas ocasiones, la comunicación entre Dios y los hombres y, en muchos casos, a causa del despiste de los encargados de facilitarla. Urge pues, entre todos, volver a establecer los cauces de comunicación. Los mayores exigiendo, no sólo a los poderes públicos, sino también a los encargados de facilitarla, una buena formación religiosa para sus hijos, y también -sinceramente- buscando para sí, la formación que, en su día, abandonaron.
Dios se ha presentado a los hombres, a cada hombre, ahora sólo queda una cosa escucharle. Este es mi Hijo amado; escuchadlo (Mc. 9,2-10). No temáis a Jesucristo; decía Juan Pablo II y Benedicto XVI nos invita a vivir en familia y confianza con Él. Con la intercesión de María, abrid vuestros hogares y vuestros corazones a Cristo para que él sea vuestra fuerza y vuestro gozo, y os ayude a vivir unidos y a proclamar al mundo la fuerza invencible del verdadero amor. ¿No te animas a vivir la vida, ésta vida, en tan grata compañía? Si algo merece la pena, es el Señor.
