Soberbio broche de Fuente Ymbro, Finito y Román

Juan Serrano sustituyó a Emilio de Justo en el día de San José, antañazo el día grande de Fallas. Lejos quedan los llenazos con la maestría autóctona de Manzanares padre, El Soro, Ponce, Barrera, El Califa… Valencia siempre ha sido plaza talismán en la historia de Fuente Ymbro. Desde el lejano y bravísimo novillo «Volante» que desorejó Tejela hasta el toro «Harinero» que indultó Perera. Este martes quedó otra corrida para la memoria colectiva. Sombrerazo a Ricardo Gallardo.

El primero de Finito fue un toro simplón. Sin clase, sin emplearse, echaba la cara arriba al final del muletazo. Pero sacó fondo. Y Juan Serrano se sintió. Fueron momentos aislados de suprema torería. Un par de naturales abierto el compás, el derechazo clásico, caídas las hombreras, el trincherazo. El desdén. Distinguido El Fino. Un torero con clase y sello. Noblón fue el cuarto, con buen son. Una media fue cumbre. Y un cambio de mano antológico en el epílogo del prólogo. Esparcida la torería. Inconexo, sin una estructura clara pero con el sello del toreo hecho poesía. Sueltos los versos. En el disco duro están ya grabados un ramillete de carteles de toros. (Ovación tras dos avisos y oreja)

Damasco fue un toro fiero, con carbón. Román le pegó una arrucina en los medios. Las dos rodillas en la arena y sus huevos también. Quizá el inicio hubiera sido más oportuno en el tercio por abajo. Faena maciza, sólida. Firmeza absoluta de plantas, autoridad y gobierno. Emotivo el toreo en redondo y al natural. El alma desnuda, el valor a prueba de bombas ante la pólvora del fiero «fuenteymbro». Perdió las orejas con la espada. Ese toro, que conste en acta, desborda a unos cuantos del escalafón. Fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Empatando a Horroroso, de Jandilla

Román redondeó su imagen con el buen quinto. Torera y templada la obra. Soberbios algunos naturales y rotundas varias series en redondo, ligadas casi sin enmendarse. Los muletazos morían por debajo de la pala. Las ceñidas bernadinas como broche. La espada emborronó el marcador pero no eclipsó una soberbia tarde de toros. (Ovación tras dos avisos en ambos)

Ginés Marín pechó con un toro deslucido. Abrevió, como el cronista en la descripción. Infumable. Mejor condición tuvo el sexto, pese a sus amagos de rajarse. Menos fresco y despierto que otras veces anduvo Ginés. (Silencio y ovación tras aviso).

Ficha

Plaza de toros de Valencia. Martes, 19 de marzo de 2019. Corrida de toros. Última de feria y de abono. Menos de media plaza.

Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, de excelente conducta. Simplón el 1, fiero el 2, premiado con la vuelta al ruedo, deslucido el 3, de notable son el 4, bueno el 5, aplaudido en el arrastre, manejable el 6.

Finito de Córdoba, de rioja y oro. Pinchazo, media tendida atravesada. Dos avisos (ovación). En el cuarto, pinchazo y estocada (oreja).

Román, de burdeos y oro. Pinchazo, estocada que hace guardia y cuatro descabellos. Dos avisos (vuelta al ruedo). En el quinto, cuatro pinchazos, estocada y descabello. Dos avisos (ovación).

Ginés Marín, de azul pavo y oro. Pinchazo y estocada (silencio). En el sexto, estocada y dos descabellos. Aviso (ovación).