Despega la nave que verá las entrañas de Marte

En los años 70 del siglo pasado, los astronautas de la NASA dispararon cohetes y granadas en la Luna. Su objetivo no era combatir una civilización selenita, sino realizar los primeros experimentos sísmicos fuera de la Tierra. Los temblores de las explosiones de mortero se propagaron por el interior del satélite y permitieron usar sismógrafos para determinar la composición del suelo lunar hasta unos 300 metros de profundidad, lo que desveló un cuerpo geológicamente inerte hecho de roca fracturada por un tenaz bombardeo de meteoritos. Casi cuatro décadas después, ninguna otra misión espacial ha podido estudiar el interior de otros cuerpos del Sistema Solar más allá de la Tierra. Hoy está previsto el lanzamiento de la misión InSight de la NASA, que será la primera en explorar las entrañas de Marte —esta vez con métodos menos violentos— y explicar por qué el planeta formado al mismo tiempo que la Tierra y con los mismos materiales es tan diferente al nuestro.

InSight es acrónimo de Exploración Interior con Investigaciones Sísmicas. Su único precedente fueron las sondas Viking lanzadas también en los años 70. Sus sismógrafos estaban montados en el cuerpo de las naves y no captaron mucho más que viento. La nueva sonda de la NASA será la primera que deposite un sismógrafo sobre el suelo marciano y capte terremotos producidos por movimientos tectónicos o el impacto de meteoritos. La misión durará dos años durante los que se espera captar decenas de martemotos de hasta magnitud 6.

Si todo sale bien, la nave de seis metros de largo y 700 kilos llegará a Marte el 26 de noviembre. Aterrizará en un área arenosa de Elysium Planitia, una región de volcanes extintos cerca del ecuador del planeta. Tras el aterrizaje, un brazo robótico posará sobre la superficie un segundo instrumento que penetra en la tierra hasta cinco metros, más que ninguna otra misión, y medirá cuánto calor escapa del interior del planeta. Un tercer dispositivo de radio analizará anomalías en la rotación de Marte provocadas por sus materiales internos. Todo esto aportará los cálculos más precisos del grosor de la corteza, manto y núcleo, la primera radiografía de Marte para entender cómo se formó hace 4.600 millones de años.

“InSight nos va a ayudar a entender por qué la evolución de Marte y la Tierra fueron tan diferentes y qué elementos son esenciales para que nuestro planeta sea habitable”, resume Ingrid Dunbar, una de las científicas de la misión. “Aplicarermos lo que aprendamos a otros mundos parecidos a la Tierra que orbitan otras estrellas, lo que nos ayudará a comprender cómo de probable es que estemos solos en el universo”, añade la investigadora.

La misión ha sido desarrollada por la NASA en colaboración con las agencias espaciales de Francia y Alemania y tiene un coste total de unos 800 millones de euros. España ha desarrollado Twins, el instrumento para medir la velocidad del viento y la temperatura que será fundamental para descartar falsos terremotos ocasionados por ejemplo cuando los tornados sacudan la nave. “Hace miles de millones de años Marte tuvo tectónica de placas, volcanes y un núcleo líquido”, explica José Antonio Rodríguez, ingeniero del Centro de Astrobiología de Madrid y líder del equipo que ha desarrollado el dispositivo. “Gracias a esta misión vamos a saber cuánta energía le queda en el interior”, añade.

La llegada de InSight es el preludio de un desembarco internacional en el planeta rojo, ya que en 2020 está previsto el aterrizaje de tres vehículos de exploración lanzados por EE UU, la Agencia Espacial Europea y China. La primera ventana de lanzamiento de Insight comienza hoy a las 13:05 hora peninsular española desde la base Vandenberg de las Fuerzas Aéreas (California).