El PP anuncia su rebaja fiscal y critica a la DGA por mantener los servicios «confiscando ahorros»

El presidente del Partido Popular de Aragón, Luis María Beamonte, ha propuesto una «reforma fiscal justa» para la Comunidad, lo que significaría que «las clases medias, las familias, pagarán menos impuestos, desaparecerá la discriminación fiscal negativa respecto al resto de los españoles y quedará garantizada la sostenibilidad de los servicios públicos básicos».

Esta reforma profunda del modelo fiscal autonómico, con una bajada de la carga impositiva como principal iniciativa, es la primera propuesta presentada por el líder de los populares aragoneses en su Programa de Gobierno para Aragón. Un proyecto que, según ha avanzado, contiene además actuaciones concretas en otras tres grandes áreas que presentará en las próximas semanas: «la recuperación del medio rural como modelo de vida donde los aragoneses puedan encontrar oportunidades vitales de futuro; consolidar el sostenimiento y la mejora continuada de la sociedad del bienestar en términos de calidad; y, finalmente, construir un Aragón fuerte como región relevante en España y siempre abierto a Europa». Es lo que definió como «otro modelo de hacer las cosas: el de la moderación, la centralidad, el respeto al que piensa distinto y el sentido común», ha añadido.

El presidente del Partido Popular de Aragón, en un encuentro con representantes de la sociedad civil aragonesa y del empresariado, ha avanzado que su proyecto económico y fiscal está cimentado «en la seguridad jurídica, la igualdad de todos los ciudadanos y la certidumbre y la confianza». En su intervención, Beamonte ha rechazado la práctica del «sostenimiento de los servicios públicos a través de la confiscación del ahorro de las familias». «Eso, si me lo permiten, es el método más fácil», ha afirmado.

Por el contrario, ha defendido las iniciativas que generen crecimiento económico porque «la mayor disposición de recursos de los ciudadanos, vía menos impuesto o mejores salarios, favorece el consumo y ello genera más ingresos públicos y reactiva la economía», ha comentado. Esto permitiría, asegura, la sostenibilidad en el tiempo y la mejora de la calidad de servicios públicos como la educación, la sanidad o la atención social.

Reducciones concretas y posibles en todas las figuras tributarias compartidas 

La aplicación concreta de esta teoría fiscal parte de un conjunto de iniciativas legislativas autonómicas que Beamonte plantea llevar a cabo desde el Gobierno de Aragón. Así, en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones plantea su bonificación hasta el 99% para familiares directos y colaterales hasta segundo grado, lo que supondrá no solamente reducirlo al máximo legalmente permitido, sino ampliar sustancialmente el número de beneficiarios.

En cuanto a Patrimonio, Beamonte afirmó que «supone un doble gravamen sobre rentas e inversiones que ya tributaron en el momento de ser generadas o adquiridas y, por lo tanto, atenta contra el ahorro y el esfuerzo de todas las familias aragonesas». Por ello, lo bonificará el impuesto al 99%, y aplicará su exclusión en cualquier caso de este cómputo específicamente la vivienda e inmuebles de carácter residencial entre otros beneficios.

También Transmisiones Patrimoniales cambia al establecerse un tipo único del 7%, lo que supondría un ahorro estimado medio de entre el 12,5% y el 30% para el contribuyente. En el caso concreto de las transacciones inmobiliarias realizadas en municipios de menos de 3.000 habitantes y en sintonía con su política de mantenimiento de la población en el territorio, el presidente del Partido Popular de Aragón propone bajarlo hasta el 6%.

El Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentos sigue la misma línea de menor presión fiscal y por ello Luis María Beamonte propone la bonificación del 10% para segundas y ulteriores entregas de inmuebles que sean energéticamente eficientes, los destinados a actividades de reciclaje o valorización de residuos, así como para las transacciones cuya finalidad sea la instalación o ampliación de entidades, actividades o inversiones productivas de bines y servicios.

Apoyar el crecimiento de la sociedad aragonesa 

Asimismo, ha destacado que «repartir el pago de impuestos de forma más equitativa supone tener mayores oportunidades». Esto se traduce en un «apoyo real al crecimiento de la sociedad aragonesa a través de un sistema impositivo justo, constructivo e incentivador». Y todo ello porque, tal y como afirmó, «el modelo social de nuestro país ha avanzado, ha cambiado mucho en los últimos cuarenta años, lo que ha permitido un aumento exponencial de la clase media de nuestro país», y eso implica que «el modelo fiscal debe avanzar en consonancia con esa realidad».

El nuevo modelo fiscal propuesto por Beamonte contiene «los principios constitucionales de capacidad económica, justicia, generalidad, igualdad, progresividad y distribución equitativa de la carga tributaria», pero añade conceptos más avanzados como «protección a la familia, favorecer el emprendimiento y la inversión creadora de empleo, o la prosperidad en su definición más amplia». Es la suma de estos elementos, considera Beamonte, «lo que favorecen el ahorro, la previsión y responsabilidad financiera y la viabilidad de los servicios públicos y del sistema de pensiones».

Baja el tramo autonómico 

La Comunidad Autónoma también posee la competencia de modificar una parte del tramo autonómico en el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF). La decisión del Gobierno de Aragón, por «injusta», ha sido reiteradamente criticada durante meses por Luis María Beamonte, que propone rebajar el mínimo del 10% actual al 9%, y el máximo del 25% vigente al 21%. Estos cambios situarán a Aragón en línea con las Comunidades económicamente más avanzadas, donde la suma de las escalas autonómica y nacional se situará en una horquilla entre el 18,5% y el 43,5%, lo que significa que «la rebaja fiscal propuesta afecta a todos los tramos de renta, por lo que será percibida notoriamente por toda la sociedad aragonesa».

Otras medidas que Beamonte aplicará serán disminuir la penalización fiscal sobre los ahorros que los aragoneses destinan a su jubilación mediante planes de pensiones compensándola con ventajas adicionales y, en el ámbito de la compra de una vivienda para residencia aumentará las deducciones para que la carga fiscal sea menor.

Beneficios para los aragoneses 

Luis María Beamonte defendió su propuesta fiscal porque «pretende llegar al conjunto de las familias aragonesas. No afecta en exclusiva a clases o sectores determinados», bajo la idea básica de que «con menos impuestos se consigue que tengamos más oportunidades», por lo que reiteró su convencimiento en acompasar la presión fiscal al momento económico sobre todo cuando el crecimiento regional está en un buen momento, y «porque estamos convencidos de que rebajar la presión fiscal contribuirá a generar oportunidades en todos los ámbitos y sectores de nuestra economía, emprendedores, autónomos, pymes y empresas».