El Campamento de Ánade II

Vista del Campamento desde el Mirador

Después de la sencilla bendición de agradecimiento a Dios. La comida abundante y sabrosa hace las delicias de chicos y grandes, que se asombran de la cantidad de alimentos que ingieren. Y las charlas y bromas animan el comedor en el que en vano se esfuerzan en dar a basto los instructores para llenar los platos.

Después de comer, a recoger y limpiar; y luego llega ¡la hora tonta! que nos invita al descanso…. Llega el momento de tumbarse a la sombra y leer, escribir a casa, charlar, jugar en reposo a los juegos más tranquilos…

Mas tarde, comienza la clase técnica preparatoria de los juegos y, rápidamente el paseo. Los juegos en los que transcurre la tarde solamente interrumpidos por la merienda. Umm… ¡Qué bueno! ¡hoy bocadillo de nocilla!…

Seguidamente, más juegos y partidos, o nos juntamos para aprender y ensayar canciones, cuando ya empieza a refrescar, por lo que hay que ponerse ropa de abrigo, jerséis… Así templamos las guitarras y nuestras voces, para formar una coral que, si bien no es perfecta, expresa los sentimientos y la alegría de los acampados.

Al atardecer (si contamos con sacerdote), la Santa Misa; si no, nos juntamos para escuchar el Evangelio del día y su comentario. Así, juntos en torno al Señor, se reavivan los propósitos de hacer las cosas mejor y surge espontáneo el agradecimiento a Dios por lo bien que lo pasamos, a la vez que ponemos en sus manos a las personas y las cosas que queremos.

De ahí… a arriar banderas. Acto solemne en el cual el Jefe de Campamento da lectura a los nombres de los equipos de chicos y chicas distinguidos por su comportamiento y expone los proyectos y actividades del día siguiente para cada una de las secciones del Campamento. Entonando el himno, descienden solemnemente las banderas que con ilusión habíamos izado, de la mano de los representantes de los galardonados. Raro es el año que no han pasado todos los acampdos a izar o arriar las banderas.

Sin mas dilación, ¡a cenar!… La cena, en la que se repiten las escenas del mediodía, recoge las anécdotas de la jornada en animado coloquio. En muchas ocasiones se ve interumpida por canciones que juntos cantamos y, sobre todo, nos sumamos al AKILELE que hasta extremos de extásis nos entona Miguel Ángel: oh oh oh oh Ki le le, oh oh oh oh Ki le le…..

El farol del Campamento: Entrañable velada en la que se suceden las risas, las representaciones, los chistes, los cantos, que van empapando a los acampados de profunda emoción porque es cariño a raudales el que, en torno a la luz, se va derramando en forma de chiste, de anécdota, de canción e incluso de baile…

Cuando todo en la montaña se va haciendo intimidad, se desdibujan las montañas y los árboles y todo queda en oscuridad, brota una luz en el centro que ilumina los cuerpos y pinta en las caras de los acampados risas, sueños, nostalgias y amor. El farol del campamento con mil chispas de cariño concentradas en un deseo de hacer felices a los demás. La velada del Campamento es el resultado de una actitud, de un día que se ha vivido entre los demás, con los demás, y para los demás.

Poco a poco, se va haciendo patente, entre risas y emoción, un sentimiento de gratitud y de amor y ello se recoge en la despedida en la pequeña Capilla del Campamento, a la que acudimos en pequeños grupos ante el Señor con el “Buenas noches Jesús” que nos encomienda a todos los acampados a su cuidado.

El silencio, luces…, luces que se derraman en hilera hacia los campos, es el último espectáculo del que son testigos estos montes que nos rodean. Chavales y chicas que, fatigados pero con un gran gozo dentro de sí, se dirigen a su tienda de campaña para el merecido descanso. Pasan unos minutos de risas y charlas y, poco a poco, en el Campamento se hace el SILENCIO.

INSCRIPCIONES: www.campamentosanade.com

De momento está a disposición de Colegios, Parroquias, Grupos… la cesión de las Instalaciones en alguna de las tandas. Así mismo, se admiten inscripciones de grupos reducidos en las tandas, con un 20% de descuento, a partir de 8 niños/as.