El presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, asegura que sería una «barbaridad» desde el punto de vista «democrático» que el Rey no firmase el nombramiento del candidato a la Generalitat, Jordi Turull, si finalmente es investido esta tarde.
Como ya publicara este periódico en su día, la respuesta se encuentra en la Constitución. Por ley, una vez que un presidente autonómico es investido, dicha notificación tiene dos destinatarios: Zarzuela y Moncloa. Una vez recibida, la Casa del Rey se pone en contacto con el Gobierno, quien firma el nombramiento del presidente electo. Una vez el líder del Ejecutivo ha estampado su rúbrica, el Jefe del Estado la refrenda. De tal modo que el margen decisivo del Monarca está limitado a la decisión del Gobierno central.
