Gerry Adams cede el timón de Sinn Féin a Mary Lou McDonald

Gerry Adams, el líder histórico que durante 35 años llevó las riendas de Sinn Féin, ha cedido finalmente el timón a Mary Lou McDonald, nacida hace 48 años en un barrio de clase media en Dublín y sin ningún vínculo con la «lucha armada» del IRA en Irlanda del Norte.

El relevo en la cúpula Sinn Féin, rubricado con el nombramiento de Michelle O’Neill como vicepresidenta, confirma el salto generacional, el ascenso al poder de las mujeres y la ruptura con el pasado turbulento del partido republicano, que aspira a convertirse en la fuerza política dominante a ambos lados de la frontera y a impulsar la causa de la unificación de Irlanda.

«Quiero ver a Sinn Féin en el Gobierno en el norte y en el sur», dijo McDonald en el momento de abrir el capítulo histórico. «Nuestra misión será ahora convencer a los ciudadanos de la necesidad de unir la isla y construir una nueva Irlanda».

«Es para mí in honor asumir el liderazgo del partido, aunque sé que será imposible llenar los zapatos de Gerry Adams», declaró Mary Lou McDonald, ex eurodiputada de Sinn Féin y curtida como vicepresidenta a la sombra del viejo líder de 69 años.

Pese a la imagen de ruptura, su nombramiento asegura una relativa continuidad de la estrategia de Adams, que ha prometido volcar a partir de ahora sus esfuerzos en la campaña por un referéndum de unificación.

Las diferencias entre los dos líderes no pueden ser sin embargo más evidentes. Adams nació en lado combativo y católico de Belfast y ha estado toda su vida política marcado por sus pasados vínculos con el IRA. McDonald creció en el barrio acomodado de Rathgar en Dublín, fue educada en un colegio religioso u estudió literatura inglesa antes de de su salto a la política con Fianna Fáil, el partido moderado de centro que se alterna indistintamente en el poder con ‘Los democristianos’ de Fine Gael.

McDonald dio el salto a Sinn Féin en 1998 y fue criticada en su día de oportunismo. Ella justificó sin embargo el cambio de partido por convicciones políticas, alegando que su máxima aspiración es la unidad de Irlanda y que el partido liderado entonces por Gerry Adams era el único con una «hoja de ruta» hacia esa meta.

Su talante de hierro le ha servido para ganarse tantos amigos como detractores fuera de las filas de Sinn Féin. «Mary Lou es una mujer con agalla y muy directa, y esas cualidades le han hecho falta para abrirse paso en un ambiente dominado por los hombres», asegura Mary O’Rourke, ex vicelíder de Fianna Fáil.

Pese a su pasado «limpio», McDonald ha sido también acusada de caer en la apología de la violencia por su participación en homenajes a militantes del IRAcomo Seán Russell o por la venta de souvenirs de campaña sobre la «lucha armada».

El propio Gerry Adams dio la bienvenida a «la nueva generación de líderes fuertes y orgullosas, y a los miles de activistas, que escribirán el próximo capítulo en la historia de Irlanda y trabajarán por la unidad de nuestra isla».

«Estamos con los catalanes y estamos con Euskadi», proclamó Mary Lou McDonald en su puesta de largo como líder de Sinn Féin. «Estamos con los pueblos que eligen su autodeterminación y no aceptamos excusas».

McDonald dedicó su discurso inaugural «a todos los que lucharon por la libertad de Irlanda» y expresó su propósito de «cambiar el curso de la historia».

«No te decepcionaremos, Gerry», dijo en el momento de rendir tributo a su mentor político. «Michelle O’Neil y yo vamos a liderar desde el frente, con determinación y valentía».

«Somos una isla, y no vamos a permitir que una frontera, dura o blanda, vuelva a dividirnos», recalcó McDonald, en referencia directa al Brexit. «Irlanda no puede sufrir los daños colaterales de la guerra de los tories en Londres».