El curso político ha empezado con la misma agitación y tensión que finalizó el pasado. Aunque el verano se prometía relativamente tranquilo, la crisis generada por los terribles incendios que han asediado a España y el caos ferroviario volvieron a agitar el tablero de juego.
Aunque el Congreso todavía no ha vivido su ‘vuelta al cole’, el choque entre Gobierno y oposición ya ha dejado ríos de tinta a sus espaldas. El miércoles 3 de septiembre conocimos de forma oficial que Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, declinó la invitación del Tribunal Supremo para acudir al acto por el inicio del Año Judicial.
Una decisión que, pese a la contundencia de la misma, tenía un mensaje coherente detrás por parte del ‘popular’, y era no legitimar la asistencia del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, imputado por un presunto delito de revelación de secretos de Alberto González Amador.
La presencia del fiscal general ha puesto en pie de guerra a jueces y asociaciones de fiscales, quienes piden a García Ortiz que no acuda y deje de manchar la imagen del Poder Judicial. Además del descrédito que provoca su situación, el descontento entre los magistrados nace de la ‘guerra’ mediática que el Gobierno le ha declarado durante estos meses.
Diputados, ministros y periodistas afines llevan dudando de la parcialidad judicial desde que se empezaron a suceder los casos en el entorno más cercano del presidente del Gobierno. Incluidas las declaraciones del propio Sánchez en RTVE el pasado lunes apuntando directamente a los jueces.
Por ello, Génova adoptó una línea de defensa al Poder Judicial de la que no piensa despegarse un solo milímetro. La separación de poderes y recuperar el crédito de las instituciones son dos pilares sobre los que Feijóo anda perfilando su proyecto para España.
Así, en consonancia con todo ello, Feijóo comunicó al Supremo que no acudiría al inicio del Año Judicial a finales de julio, justo después de conocerse la imputación de García Ortiz. Para encender aún más al Gobierno, por lo que consideran «un plantón inaceptable», el líder de los ‘populares’ estará, el mismo día y a la misma hora, arropando a Isabel Díaz Ayuso en el cierre de las jornadas del PP madrileño en Arganda del Rey.
Este sí a la presidenta regional ha provocado una cascada de críticas y ataques, entre los que se incluye un desprecio a Felipe VI, quien presidirá la gala. Sin embargo, Feijóo explicó sus razones, alegando que es, precisamente, el respeto al Rey y al Poder Judicial lo que le impide acudir, puesto que no quiere legitimar de forma alguna con su presencia la del imputado García Ortiz.
Génova y Sol gestaron la presencia en el mitin de Ayuso
Desde que Feijóo declinó la invitación del Supremo, Génova y Sol se pusieron manos a la obra para cerrar la visita de Feijóo a las jornadas de Arganda del Rey. Algo que, lejos de alimentar las teorías de la izquierda, es lo corriente en los últimos años.
Desde el Ejecutivo madrileño aseguran que «su presencia es habitual» en el acto de cierre de estas jornadas que suponen el pistoletazo de salida al curso en el PP madrileño. De hecho, en el año 2022 y 2023, Feijóo arropó a la presidenta en los eventos de Alcalá de Henares y Alcobendas, respectivamente.
La anomalía fue 2024 cuando, por motivos de agenda, no pudieron cuadrar. De lo contrario, serían cuatro visitas de cuatro ocasiones posibles. «Ya hemos hecho otros años este acto con él», comentan en la planta noble de la Real Casa de Correos.
Al fin y al cabo, Génova y Sol son vasos comunicantes, más si cabe en este tramo de la legislatura, donde toda unión es poca para plantar cara al Ejecutivo en todos los frentes políticos, judiciales y sociales que están abiertos.