La Selección se marchó al descanso con ventaja, pero una gran reacción inglesa forzó la prórroga tras el 1-1 en el reglamentario. Ya en la tanda de penaltis (3-1), Hampton fue la heroína ante la falta de acierto de las españolas.
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España se ha quedado a las puertas del Olimpo del fútbol tras caer ante Inglaterra (1-1, 3-1) en la tanda de penaltis de la final de la Eurocopa femenina 2025, disputada en Suiza.
La Selección se adelantó en la primera parte con un gol de Mariona que refrendaba la superioridad de las de Montse Tomé, pero Inglaterra reaccionó en el segundo tiempo y forzó la prórroga con un gol de Rousso.
En la tanda de penaltis, la falta de acierto de las lanzadoras—tres fallos— privó a España de completar la triple corona (Mundial, Eurocopa y Nations League), hito inédito en el fútbol femenino.
El partido comenzó con mucha intensidad, sobre todo, por parte de las inglesas. Las Leonas fueron mejores en los primeros quince minutos y estuvieron a punto de ponerse por delante en varias ocasiones.
España parecía atenazada ante el peso histórico del partido y solo una parada milagrosa de Cata Coll evitó el tanto inglés en el minuto 18.
Un error en la salida de balón entre la guardameta y Laia Aleixandri dejó a Hemp sola frente a la portería, pero Coll sacó la pierna para enmendar su error y salvar el empate.
Aitana Bonmatí, elegida como mejor jugadora del torneo, pero sin consuelo tras la derrota. Reuters
Poco a poco, las de Montse Tomé fueron creciendo en el partido y asentándose en campo rival con su receta habitual: posesión, triangulación y profundidad por las bandas.
La técnica asturiana apostó por Athenea del Castillo, gran revulsivo de La Roja en este torneo, en detrimento de Claudia Pina. La apuesta resultó.
Las bandas fueron el punto débil de la defensa británica y España no dejó de aprovechar esa rendija a través de sus extremas y laterales.
Las jugadoras de la selección española celebran el gol de Mariona Caldentey
Así llegó el gol que abrió la lata. En el minuto 25, en el momento de mayor igualdad, Athenea filtró un balón para Ona Batlle en el balcón del área. La jugadora del Barça puso un centro medido al corazón del área y ahí, apareció una rematadora inesperada.
Mariona, que no estaba teniendo la Eurocopa esperada tras su gran año en el Arsenal, apareció entre la defensa inglesa para mandar el balón a la red y poner en ventaja a España.
El gol cayó como un jarro de agua fría en Inglaterra y España logró sacudirse los nervios iniciales. Trataron de dormir el partido con el balón (67% de posesión en el primer tiempo) y lo consiguieron.
Inglaterra apenas pasó del centro del campo en los últimos quince minutos de primer tiempo, y aunque España apostó por un perfil de control, las jugadoras de Tomé se asomaron de vez en cuando para buscar el segundo.
En una primera mitad más discreta de lo normal para Aitana Bonmatí o Alexia Putellas, las ocasiones de España llegaron, sobre todo, en las botas de Mariona y Esther, muy insistentes.
Lauren James cayó lesionada en el minuto 37 y obligó a Sarina Wiegman (quinta final seguida para ella) a mover el banquillo antes de lo deseable para dar entrada a Chloe Kelly, muy activa en el resto de final.
El partido se marchaba al descanso con la sensación de que España había ido de menos a más, justo el camino opuesto que sus rivales. Y justo lo contrario de lo que se venía en la segunda mitad.

Alessia Russo celebra su gol en la final con las jugadoras inglesas
Segundo tiempo
El segundo tiempo tuvo otro color. España perdió la frescura en sus ideas y el empuje de las inglesas pronto encontró premio.
Un desajuste defensivo permitió a Inglaterra calcar el gol español, esta vez con Alessia Rousso en el papel de Mariona para rematar a la red un centro lateral en el minuto 57.
El gol cayó como un jarro de agua fría en el combinado español y las inglesas se crecieron. Aunque rara vez inquietaban a Cata Coll, cortaron el ritmo de la circulación de balón española y dejaron sin brillo a Aitana, Alexia o Athenea.
Las prisas se apoderaron del fútbol de las pupilas de Tomé, que intentó mover el banquillo para insuflar nueva energía en el campo. Alexia, gris, dejó su sitio para Claudia Pina. También quitó a Esther y a Athenea y dio entrada a Vicky López y a Salma.
Los cambios aportaron frescura y electricidad, pero les faltó precisión. No fue la noche de Salma, que falló varias ocasiones claras que pudieron cambiar el desenlace del encuentro.
El partido se marchó a la prórroga con la tónica esperada: dominio español y efectividad máxima de Inglaterra. Tener el balón o gozar de más ocasiones no bastó esta vez.
En el tiempo extra, Inglaterra se vino abajo físicamente y volvió a encerrarse en su campo, como en la primera parte. España intentó evitar la tanda de penaltis, pero faltó precisión.
Tanda de penaltis
Acabado el tiempo reglamentario, tocaba la lotería de los penaltis para definir la suerte de España en el torneo. Y volvió a salir cruz con la misma crueldad que caracterizó el encuentro.
Cata Coll detuvo dos penaltis y apuntó a heroína, pero ese papel se lo llevó la guardameta inglesa Hannah Hampton, que detuvo otros dos.
Como dato curioso, la tanda comenzó con un penalti repetido. Mead hizo un doble toque, a lo Julián Álvarez, que esta vez sí se repitió tras el cambio de norma. Anotó el primero, falló el segundo.
Hasta tres penaltis falló España. Mariona y Aitana realizaron dos lanzamientos previsibles que la portera inglesa adivinó, y Salma mandó su penalti fuera por querer ajustarlo demasiado.

Chloe Kelly celebra tras anotar el penalti decisivo de la tanda. Reuters
Llegaba la primera oportunidad de victoria para Inglaterra con un penalti en las botas de su máxima especialista en penas máximas: Chloe Kelly.
La delantera del Arsenal, campeona de la pasada Champions, se vistió de heroína y sumó una nueva candidatura al Balón de Oro femenino al transformar el penalti decisivo.
Su tanto permitía a Inglaterra revalidar su condición de campeona de Eurocopa, pero rompía el sueño español de completar el inédito triplete del fútbol femenino (Mundial, Nations League y Eurocopa).