La madrugada del sábado tendrá lugar el cambio de hora en España, con el que pasaremos oficialmente al horario de invierno
Este fin de semana, durante la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, los españoles deberán ajustar sus relojes retrasándolos una hora para adaptarse al horario de invierno. A las 03:00 del domingo serán nuevamente las 02:00, lo que permitirá un amanecer más temprano, aunque a costa de menos luz solar durante la tarde, ya que el anochecer también se adelantará.
El cambio horario, una práctica que se repite dos veces al año -cuando se adelanta al entrar en vigor el horario de verano y cuando se retrasa al comenzar el de invierno- sigue siendo motivo de debate. Esta semana, más de 200 organizaciones se unieron para firmar la Declaración de Barcelona, solicitando la abolición de este cambio, que consideran obsoleto. Ariadna Güell, codirectora de Time-Use Initiative, explica a Efe que el cambio se mantiene «debido al mito del ahorro energético», aunque estudios recientes indican que el ahorro es insignificante, y los efectos negativos en la salud y economía pueden ser mayores que los beneficios.
Según Güell, esta práctica, que data de 1940, fue una decisión de la dictadura franquista para alinear el horario de España con el de Alemania. Y ello, «a pesar de que el horario de invierno se ajusta mejor a la posición geográfica de España que el de verano» porque «nuestra hora geográfica, aquélla en la que las 12 del mediodía es el momento en que el sol está más alto en el cielo», en realidad es la misma que la del Reino Unido, Portugal o Canarias. Esto implica que durante el horario de verano, España presenta un desfase de dos horas con su huso horario geográfico, especialmente notable en Galicia, donde «durante la estación estival, el sol no se va hasta las 11 de la noche».
La adaptación al cambio horario, añade Güell, afecta la salud al alterar los ritmos naturales de sueño y puede contribuir a problemas de salud como trastornos del sueño, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Hoy, el 60% de los países del mundo ya no practica el cambio de hora, y en 2019, una encuesta europea mostró que el 90% de los ciudadanos de la UE apoyaba su eliminación. La Comisión Europea y el Parlamento Europeo presentaron un proyecto en 2019 para poner fin a esta práctica, pero el proceso fue suspendido debido a la pandemia.
Güell sugiere que el cambio de hora en España podría terminar para 2026 si el nuevo Parlamento Europeo retoma el proyecto. En ese caso, el gobierno deberá decidir si se adopta de forma permanente el horario de verano o el de invierno, aunque, según una encuesta del CIS de noviembre de 2023, el 66% de los españoles prefiere el horario de verano.