La rasmia de Casademont Zaragoza queda cerca de tumbar a las estrellas del Real Madrid (101-95)

Casademont Zaragoza plantó cara al Real Madrid en el Wizink Center, pero terminó cayendo con la cabeza alta.

Cayó Casademont Zaragoza, pero cayó con la cabeza alta. Lo hizo peleando hasta el final, y dejando patentes sus opciones de tumbar al Real Madrid en el Wizink Center. Finalmente, el conjunto maño terminó cayendo por 101-95, pero con la cabeza alta y poniendo a los blancos contra las cuerdas.

Desde el inicio del duelo se veía lo que iba a ser la tónica de Casademont Zaragoza. Un equipo enchufado, que peleaba de tú a tú con el Real Madrid y que, por momentos, se pondría por delante en el marcador. Se veía un equipo enchufado. Bango Spissu daban la primera ventaja, + 5 en la máxima del primer cuarto. El equipo del WiZink tenía una necesidad de ganar, y se percibía cierta ansiedad.

Los rebotes solían ser para los maños, aunque el Real Madrid siempre tenía momentos de lucidez y acierto. Un buen Musa, un mal Jaime Fernández y un Deck acertado provocaban la reacción local. El Real Madrid, justo cuando mejor estaba Casademont Zaragoza, dio un buen bandazo y terminó el primer cuarto 23-20.

No se perdía la cara al partido, pero de vez en cuando, se adivinaban los esbozos de la escuadra blanca. Por contra, el equipo maño tenía a SuleYustaSpissu o Bango, encargados de que no se fuese muy lejos la ventaja con un trabajo descomunal en el ecuador del segundo cuarto. Casademont Zaragoza se mantenía ahí, y esa igualada a 32 a poco más de cuatro para el descanso era un síntoma evidente.

El cuadro de Porfirio Fisac obligaba a pisar el acelerador local. A ellos, si querían ganar, más les valía. Si no, sería difícil ganar a Casademont Zaragoza. En ese segundo cuarto comenzó un festival de triples, con Slaughter anotando dos seguidos, a los que se sumó Dubi para, incluso, dar ventaja a los maños.

Ciertamente, el Real Madrid seguía tratando de meter otra marcha en un duelo de calidad frente a rasmia. Y al descanso, los primeros se imponían solo por 47-46 en duelo de un ritmo anotador sobresaliente. Casademont Zaragoza podía soñar con tumbar a un Real Madrid con el agua al cuello.

SEGUNDA PARTE

Tercer buen inicio de Casademont Zaragoza. No obstante, el arreón del Real Madrid se dejó sentir conforme avanzaba el tercer cuarto. El reto era mayúsculo, ni más ni menos que frenar a un equipo blanco liderado por jugadores de la talla de Musa o Tabares. Bell-Haynes se encargaba de que no fuese nada muy lejos. De ahí que quedase en 75-69 cuando los locales se habían llegado a poner a +10.

La pelea iba a sentenciarse en un último cuart que, como en todos los anteriores, quedó marcado por la rasmia aragonesa. Aquella que hizo de Casademont Zaragoza un equipo luchador y aguerrido frente a las estrellas del Real Madrid. Hizo falta un poco más para ganar, un distintivo de calidad que acompañase a la garra.

El Real Madrid se llevó el duelo por nombres, por calidad, por ser un conjunto de estrellas. Enfrente, Casademont Zaragoza fue un bloque, un conjunto unido, un grupo de jugadores con rasmia. No dio para ganar; al final, la derrota fue por 101-95, pero el equipo maño dejó bien alto el nombre de la capital aragonesa.