Impulsa el programa ‘Comer para crecer’ a través de un convenio con la organización YMCA que también fomenta el comercio de proximidad.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha suscrito un convenio con la organización YMCA dirigido a facilitar que las familias vulnerables de la ciudad accedan a una alimentación saludable. A través de una aportación de 40.000 euros, contribuirá en el reparto de comida fresca, como carne, pollo, aceite, leche y pescado, a estos ciudadanos, que además provendrá de comercios de proximidad. Bajo el nombre ‘Comer para crecer’, la iniciativa incluye también talleres de nutrición y cocina para los usuarios.
La concejala responsable de Políticas Sociales, Marian Orós, ha hecho hincapié en la importancia de que estas familias, y especialmente los menores, puedan acceder a una dieta equilibrada con el suficiente aporte de proteína. «Muchas veces se adolece de ese alimento de calidad y fresco que es fundamental», ha recalcado durante la presentación, en la que ha estado acompañada por el concejal de Vox Armando Martínez y la directora de YMCA, Belén Portolés.
Orós ha señalado que este convenio da respuesta a una preocupación existente en ámbitos de la vida cotidiana como es la alimentación para «prevenir y aminorar las situaciones de riesgo que puedan afectar a la población infantil». El año pasado la iniciativa ayudó a 225 y el objetivo, según ha dicho la edil, es que con el apoyo económico del Consistorio se pueda llegar a más personas, concretamente a un centenar de usuarios más.
Esta ayuda está protocolizada y siempre el punto de origen es el centro de servicios sociales municipal al que el ciudadano acude. Una vez que la familia es valorada dentro del programa ‘Comer para crecer’ el personal de YMCA determina las cantidades semanales de ternera, pollo, pescado y leche a consumir en función del número de miembros y composición de la familia (adultos/niños), para determinar los lotes que se van a asignar a cada familia en base a las recomendaciones que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una vez asignada la cantidad de alimentos, a través de la aplicación móvil se generan bonos digitales para cada familia, con una caducidad semanal cada uno de ellos. En el caso de que los usuarios no pasaran por el comercio a canjearlos se les podría retirar la ayuda.
El programa se complementa con talleres, tal y como ha explicado Portolés, que son de dos tipos. Por un lado, formativos sobre necesidades nutricionales, aportes de los diferentes alimentos y elaboración de menús saludables y, por otro, talleres de cocina para enseñar las diferentes formas de preparar los alimentos, en los que también pueden participar los niños.