El presidente inaugura una nueva era en minoría y en solitario con la toma de posesión de sus consejeros, con una única nueva cara, Javier Rincón
El Ejecutivo ya está en marcha y ha celebrado su primer Consejo de Gobierno
Vox ya es pasado. Al menos, en lo que a órganos ejecutivos aragoneses se refiere. Así lo ha dejado claro en su discurso de este sábado el presidente Jorge Azcón, quien, en el acto de toma de posesión de los nuevos cargos de su Gobierno no ha hecho ni una sola mención a Vox. Porque, en política, lo que no se dice en la mayoría de circunstancias tiene mucho más valor que lo que sí se cita. Y Azcón, consciente del maremoto que le han querido causar sus socios a lo largo de las últimas dos semanas, ha marcado distancias y ha sido muy claro: «Esta es una oportunidad para ser mejores, para hacer más cosas y para hacerlas mejor».
En un escueto acto formal, más ligero que lo que acostumbran estas situaciones por el Pignatelli, los consejeros han prometido –o jurado– sus nuevas responsabilidades, formalizando el inicio oficial de una nueva etapa inédita, y en minoría, en la que el presidente Jorge Azcón deberá tirar de recursos para sacar adelante sus propuestas, ya sin el apoyo fijo de la extrema derecha. Al igual que lo expresado en los días previos, el líder popular ha reivindicado nuevamente el «cambio político» que los aragoneses «expresaron claramente» en mayo de 2023. «Los servidores públicos no podemos reparar en el calendario, en el reloj o en las circunstancias», ha comenzado diciendo Azcón, haciendo gala de un discurso que ya resonaba en el edificio Pignatelli, sede de Gobierno, desde que Vox dio por rotos los acuerdos de coalición en todo el territorio. Así lo expresó entonces Mar Vaquero, quien aseguró que la reestructuración estaba «lista» para ser lanzada en cuanto la extrema derecha consumase su amenaza.
Por ello, sin mayor premura y tan solo 48 horas después de aquellas palabras de la ahora única vicepresidenta, el presidente ya posaba sonriente en la sala Corona de Aragón, como ya hiciese once meses atrás, y daba la enhorabuena a los seis consejeros que prometieron fidelidad a la Constitución y al Estatuto. Con esta nueva etapa se confirma, además, lo que Azcón parecía llevar tiempo persiguiendo. Su núcleo duro gana peso específico, reflejado especialmente en la propia Mar Vaquero, que desde este sábado ya ostenta oficialmente las carteras de Presidencia y Justicia, además de las de Economía e Industria. Esta última, por cierto, sin nomenclatura en la descripción oficial.
Y es que, al concluir su discurso, Azcón ya ha dejado claro que esta nueva era, sin Vox, su Gobierno, «lejos de pararse o dudar», seguirá trabajando con «fuerzas renovadas». También han pasado por el atril otros dos de sus hombres fuertes en el Ejecutivo: Roberto Bermúdez de Castro y Octavio López. Ambos han prometido sus nuevos cargos. El primero, consejero de Hacienda, Administración Pública e Interior. El segundo, consejero de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial.
Una única nueva cara
Del mismo modo, Tomasa Hernández y Claudia Pérez Forniés también han renovado sus juramentos ante la atenta mirada del presidente Azcón. La primera asume las competencias en Educación de la segunda y deja Presidencia, mientras que Pérez Forniés pasa a liderar el departamento de Ciencia y Universidades, y también gestionará Empleo, hasta ahora en las manos de Mar Vaquero.
La única cara nueva en el acto fue Javier Rincón, hasta este sábado secretario general de Hacienda y nuevo consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, puesto que hereda de la otra consejería de Vox, otrora encabezada por Ángel Samper. Tras jurar su cargo, Rincón y Azcón se han fundido en un abrazo, y el presidente le ha hecho entrega de la insignia del Gobierno de Aragón como regalo de bienvenida.
Curiosamente, la única consejera que no ha asistido al acto, por motivos personales, ha sido Carmen Susín, titular del área de Bienestar Social y Familia, consejería responsable de gestionar el reparto de los menores migrantes que ha desembocado en la espantada de Vox. Pero no había tiempo que perder y, tras las correspondientes fotos de familia en las afueras del Pignatelli, donde el sol ya empezaba a arreciar, los nueve consejeros y el presidente se han prestado rápidos a celebrar el primer Consejo de Gobierno del nuevo Ejecutivo autonómico, en el que se ha aprobado su estructura.
Acompañantes
Por el acto institucional también se han dejado caer otros responsables políticos de la comunidad aragonesa. La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, no ha querido perder detalle de la ceremonia, pero también hubo líderes de otros partidos, como Tomás Guitarte, de Teruel Existe, o José Luis Soro, portavoz de Chunta Aragonesista en las Cortes de Aragón y que conoce muy bien la casa que hoy visitaba, tras haber sido consejero durante las dos legislaturas anteriores, en sendos gobiernos de coalición con el PSOE.
