La petición de información tributaria sobre la hermana de Feijóo espolea a quienes quieren llamar a declarar a la esposa de Sánchez y pedir a Hacienda datos de la pareja presidencial
El enfado del PP con el PSOE es “monumental” porque, en el fondo, la estrategia de Alberto Núñez Feijóo de no arrasar con todo entre los dos grandes partidos a raíz del caso Koldo se ha demostrado “inútil“ a las primeras de cambio, con un Pedro Sánchez “que no tiene límites y siempre espera a que sea el rival el que frene”, reconoce a Vozpópuli una alta fuente del Grupo Popular en las Cortes.
“Pues que se prepare (Sánchez), porque ahora sí que va a venir Begoña Gómez a declarar a la comisión de investigación del Senado”, señalan esa y otras fuentes del partido convencidas de que a Feijóo ya no le queda más remedio que aceptar el órdago que le ha echado su adversario pediendo información tributaria sobre su hermana Micaela, responsable de la empresa de seguridad Eulen para el Noroeste de España, por adjudicaciones de la Xunta de Galicia en 2016 que “nada tienen que ver”, dice el PP con la compra de mascarillas y material sanitario en pandemia objeto de investigación parlamentaria.
Más allá del calentón, los populares creen que el “error”y la “chulería” de Sánchez les ha proporcionado la coartada perfecta para hacer comparecer a la pareja presidencial por sus tratos con Globalia y Air Europa, y por las cartas de recomendación a diversas empresas que sufragaron gastos del Africa Center que dirige Begoña Gómez y de su cátedra del Instituto de Empresa en la Complutense, viéndose presuntamente beneficiadas en procesos de contratación de la Administración del Estado.
Los acontecimientos van a tal velocidad que, en una misma semana, Feijóo ha pasado de afirmar que obligar a una comparecencia de la pareja presidencial “no es mi estilo”, a declarar que sólo una explicación convincente de Pedro Sánchez “puede evitar” el calvario parlamentario a Begoña Gómez en el Senado
Los acontecimientos van a tal velocidad que, en una misma semana, Feijóo ha pasado de afirmar que una comparecencia de la pareja presidencia en el Senado “no es mi estilo de hacer política”, a declarar el miércoles a Carlos Herrera en COPE que sólo una explicación convincente de Sánchez “puede evitar” una comparecencia de Begoña Gómez en el Senado que amenaza con convertirse en una bomba de relojería para el PSOE.
El jueves caretas fuera, los populares reaccionaron a la maniobra de los socialistas contra Micaela Núñez Feijóo con un tuit en el que señalaban directamente a Sánchez por su acusación el día anterior al PP de haber caído en “la nada y el lodo” durante la comparecencia para explicar la cumbre europea y su viaje oficial a Marruecos. “Mucho habló de lodo y termina hundido él”, decía el tuit de la cuenta oficial del PP.
Y es que en la Dirección de la calle Génova están convencidos de que esa estrategia de huída hacia adelante arrasando con todo se le va a volver en contra al PSOE. El PP no tiene prisa por concluir los trabajos de la Comisión Koldo en el Senado -la van a estirar todo 2024 para evidenciar la debilidad de Sánchez-, mientras que los socialistas sí la tienen prisa por acabar en el Congreso porque saben que el ruido puede dar al traste con una legislatura ya paralizada por los procesos electorales en marcha.
De hecho, así lo cree también el PNV, otro de los socios de la mayoría gubernamental al que le están entrando dudas porque ve muy difícil la continuidad de la legislatura en estas condiciones y no descarta elecciones generales en otoño.
La primera muestra de la debilidad del PSOE, dicen los populares, es el “papelón” que le va a tocar hacer al ex ministro de Sanidad y hoy candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa, obligado a comparecer ante las dos comisiones de investigación antes incluso de las elecciones del 12 de mayo, por la compra presuntamente fraudulenta de mascarillas y material sanitario
La primera muestra de la debilidad de Sánchez y el PSOE, dicen los populares, es el “papelón” que le va a tocar hacer al ex ministro de Sanidad y hoy candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, obligado a comparecer ante las dos comisiones de investigación parlamentarias antes, incluso, de las elecciones del 12 de mayo, por la compra presuntamente fraudulenta de mascarillas y material sanitario. La pinza entre el PP y los socios independentistas de Sánchez, rivales electoral de Illa le han obligado a aceptar a regañadientes el desgaste por anticipado de esa doble comparecencia.
Allí tendrá que explicar por qué Sanidad pagó 47 millones de dólares (42 millones de euros) en la compra de monos desechables a una empresa china, Hangzhou Ruining Trading, que ya había timado previamente con unas mascarillas fake y ni estaba en el listado oficial elaborado por el Gobierno chino en aquellos días de pandemia con las firmas recomendadas para contratar.
Y tendrá que explicar, también, por qué terminó confiando en Shenzhen Bioeasy Biotechnology para comprar test covid que resultaron ser defectuosos. «El Ministerio de Comercio de China ofreció a España una lista de proveedores clasificados, en la cual Shenzhen Bioeasy Biotechnology no estaba incluida«, manifestó públicamente la Embajada de China en su cuenta de Twitter.
Otro ejemplo de sobrecoste -y mala gestión- son las mascarillas quirúrgicas que Illa pagó a un despacho de abogados en Chipre por 13 millones de euros (70 céntimos la unidad), un 3.500% más caras que las que ofrecían empresas nacionales como Suministros Hospitalarios, que las vendían a 2 céntimos y con el transporte más barato.
Plan de investigación «abierto»
Con ese panorama y una presidenta del Congreso, Francina Armengol, y un ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, entonces presidentes de Baleares y Canarias, cada vez más acorralados por la Fiscalía Europea por un presunto uso fraudulento de fondos UE en la compra de mascarillas a la trama de Koldo García Izaguirre y Víctor Aldama en Soluciones de gestión S.L., no entiende el principal partido de la oposición la “huida hacia adelante” de Sánchez respecto a la hermana de Feijóo.
“Nos han proporcionado la coartada perfecta”, insisten, para llamar finalmente a Begoña Gómez a declarar en el Senado “con obligación de decir la verdad” a diferencia de lo que pueda acabar ocurriendo ante los tribunales, ante los cuales el PP ya “no descarta” acudir. Es más, en un argumentario distribuido en la misma noche del jueves, se hacía hincapié en que el plan de trabajo de la Comisión Koldo en el Senado “está abierto para dar cabida a todas las ramificaciones de la trama”.