El bicampeón del mundo repetirá los dos próximos años en su actual escudería
La frase no deja un resquicio a la duda: «Estoy aquí para quedarme». Esa es la única frase que hay en uno de los comunicados de prensa más escuetos en la historia de la Fórmula 1. Cinco palabras que no han hecho esforzarse a su jefe de prensa, pero va a disparar toda la musculatura de centenares de periodistas para explicar la situación que vive la Fórmula 1, que es exótica.
Fernando Alonso Díaz, bicampeón del mundo, repetirá los dos próximos años en su actual escudería, Aston Martin. Corre con ella desde 2023, y siempre se ha mostrado satisfecho a pesar de que los resultados de este año no sean tan espectaculares como los de hace doce meses. Su monoplaza está considerado el quinto coche más rápido de la parrilla, está octavo en la tabla de pilotos y acumula 24 puntos.
El ovetense cumplirá el próximo 29 de julio cuarenta y tres años, una edad fuera del rango habitual. Los pilotos suelen empezar a retirarse antes de los cuarenta, y sin embargo, si cumple el contrato anunciado, puede hacer las maletas bien pasados los cuarenta y cinco. Muchos se hubieran jubilado con una década menos; no va a batir récords de victorias ni títulos, pero sí de longevidad.
A pesar de tener una edad poco usual, no parece afectar a sus capacidades, y sigue siendo uno de los pilotos a seguir muy de cerca por aficionados, y más temidos por sus contrincantes. Alonso no ha perdido un ápice de valor como piloto, aunque seguirá estando en un equipo que a día de hoy no lucha por títulos ni victorias.
Según Auto Motor und Sport, el prestigioso medio alemán conocido como AMuS, en Red Bull esperaban una respuesta antes del fin de este mes, pero Fernando no veía con buenos ojos recalar en la escudería azul con Max Verstappen allí. Siempre según este medio, solo hubiera aceptado esa plaza de tener expedito el liderazgo de la escudería, ya fuera junto a Checo Pérez, actual segundo piloto de la formación, o junto a otro (el mexicano liquida su contrato al final de la actual temporada).
De la misma manera, el director de Mercedes, Toto Wolff, se ha expresado horas antes del anuncio que su equipo «no podía ofrecer a Alonso (ni Sainz) las condiciones que pedía», que se presuponen dos años de contrato y no uno; resulta obvio que ha habido contactos entre ambas partes. Al parecer, en Aston Martin, no tenían ese problema, y o solo eso, sino que tienen la cartera abierta de par en par, y no se sabe si sus emolumentos pueden o no haber variado en los contratos firmados.
Debido a esa generosidad financiera, se habla de que han tocado, al igual que Ferrari, al gurú de la aerodinámica Adrian Newey, actual responsable de los imparables Red Bull. La oferta que se le ha hecho, dicen, es de cien millones de euros por cuatro temporadas a razón de veinticinco por año, un sueldo que no alcanzan dos tercios de los pilotos que pueblan la actual parrilla.
La cascada de rumores se inició este 2024 antes de lo razonable, tras el anuncio por parte de Ferrari del fichaje de Lewis Hamilton. El siete veces campeón correrá vestido de rojo la temporada próxima. Poco después, una tormenta interna, con acusaciones, juicios internos por ‘conducta indebida’ de su director, y facciones separadas en el seno de Red Bull, convirtieron la lluvia de rumores en diluvio. La salida de la formación por parte del vigente campeón, Max Verstappen, estaba en las cartas, aunque de momento no ha ocurrido nada de manera oficial.
A partir de ahí, la no renovación en Ferrari del único piloto capaz de ganar a Red Bull en las dos últimas temporadas, Carlos Sainz, agitó aún más una coctelera de habladurías y posibilidades. El corredor madrileño aún no tiene equipo para 2025 y sus posibilidades son diversas. Irse a Red Bull a acompañar a Verstappen si no renuevan a Pérez, o sustituirle si el neerlandés decide irse a Mercedes, donde necesitan llenar el hueco que deja libre Hamilton.
Un piloto deseado
Otra opción para Sainz sería irse a Mercedes si es que allí le aceptan, o trasponer hacia Sauber —futuros Audi— y esperar que el tiempo les acabe haciendo un gran equipo. A donde ya no va a ir será a Aston Martin, donde muchos le sentaban si Alonso hubiera decidido colgar el casco, algo que queda descartado tras el anuncio de hoy.
Con Alonso fichado, quedan estas dos piezas clave libres: Verstappen y Sainz, y con el de Oviedo amarrado, el destino de todos los demás es cuestión de días, semanas a lo sumo. Verstappen lleva tres títulos seguidos en Red Bull, es dueño y señor del equipo, y salir de ahí, y por cuestiones extradeportivas, sin ninguna causa técnica por medio, sería dar un paso atrás. Cuando tienes el mejor coche, con el mejor equipo, y dispones del mejor ingeniero, es poco razonable querer abandonar.
Próximos pasos
Lo lógico sería que restañase sus diferencias con su actual pagador, y se quedase; lo raro sería que saliese de ahí, aunque podría ocurrir. En cuanto a Sainz, su plan preferencial debería ser Mercedes, pero Wolff ya le ha puesto alguna pega, que algunos han leído como un mensaje del tipo de «bájate las condiciones y a lo mejor llegamos a un acuerdo». Habrá que esperar.
Los que no van a esperar van a ser los seguidores de Fernando Alonso, que ya saben que sus esperanzas de que su hombre alcance la victoria número 33 pasan porque en Aston Martin mejoren su coche. Esperar. Siempre se trata de esperar, hasta que ocurran cosas.
