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Estos son todos los impuestos que subirán en 2024

El adelanto electoral y las dificultades a la hora de elegir presidente del Gobierno han conducido a que los españoles comiencen este 2024 sin unos nuevos presupuestos  generales del Estado. Pero eso no significa que no vayan a producirse cambios impositivos que el contribuyente tendrá a bien tener en cuenta. Como resultado de los mismos, y también de la mejora del empleo, el Ejecutivo prevé que la presión fiscal -es decir, los ingresos que los ciudadanos aportan al Estado en relación al PIB del país- aumente cinco décimas, del 38,1% al 38,6%.

2024 también será el año en el que se aprobarán, si todo sale según lo previsto, las nuevas reglas fiscales europeas, que tendrán efectos sobre los presupuestos de 2025. Es por eso que este ejercicio España deberá hacer el esfuerzo de rebajar su déficit y deuda, en pro de cumplir con los límites pactados hace tan solo una semana por los Veintisiete y, en concreto, por el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, cuando era secretario general del Tesoro.

Entre los cambios tributarios que destacan está la subida de las cotizaciones sociales de enero, que forma parte de la reforma de las pensiones, y también la retirada de las ayudas gubernamentales para rebajar los precios de la cesta de la compra y de la electricidad. Pero también deberán seguir abonándose los impuestos a las grandes fortunas, los de las energéticas y la banca. A continuación, todos los cambios.

Cotizaciones sociales: aumentan una décima

Como este periódico ya explicó este pasado viernes, las cotizaciones sociales que trabajadores y empresas aportan a la Seguridad Social suben este enero una décima. Así se aprobó como parte de la reforma del sistema de pensiones, lo que implica que los empleadores aportarán de media unos cinco euros más a la Seguridad Social cada año, y que cada empresa abonará unos 20 euros más por empleado, también en cómputo anual.

En comparación con las cotizaciones que se abonaban antes de que se aprobase el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) -es decir, antes de la reforma de las pensiones-, este 2024 ese mismo empleado aportará 31 euros al año extra de cotización, mientras que su empresa aportará 150 euros al año por él. En ambos casos esas subidas repercutirán en una mejor pensión para el citado individuo, aunque a día de hoy sea un dinero que financie las jubilaciones en curso.

Además, también aumentan las bases máximas de cotización, de manera que los sueldos más altos aportarán un poco más por este mismo concepto. Por otro lado, en 2025 asimismo entrará en vigor la bautizada como cuota de solidaridad, que abonarán las rentas superiores, las que coticen por encima de la base máxima.

IVA de los alimentos

La supresión del IVA de los alimentos más básicos (leche, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, pan, tubérculos y cereales), y la rebaja del mismo impuesto a las pastas y aceites (del 10 al 5%) decaerá el próximo 30 junio, si no se decide lo contrario. Es decir, que en julio los alimentos básicos recuperarán el tipo impositivo del 4%, y los aceites y las pastas, el del 10%.

Ese cambio provocará un repunte en la inflación de dicho mes, por el aumento irreversible de los precios de los alimentos. Sin embargo, el Gobierno calcula que para entonces el IPC se habrá relajado lo suficiente como para no provocar un cambio demasiado drástico. A día de hoy, los alimentos continúan subiendo de precio alrededor de un 10%, en comparación con los precios del año anterior.

Impuestos sobre la electricidad

El IVA de la electricidad que consumen los hogares pasará en enero al 10%, manteniendo una importante rebaja fiscal sobre el tipo habitual del 21%, pero lejos del 5% de este 2023. Así constaba en el real decreto ley publicado esta misma semana, donde también se establecía que el IVA que soporta la factura del gas también subirá, pasando en su caso del 7% actual al 10% hasta el 31 de marzo.

Además, el IVA también subirá para pellets, briquetas y leña, los sustitutivos ecológicos del gas natural procedentes de biomasa y destinados a sistemas de calefacción, aunque también se mantendrán subvencionados durante la mitad del año, buscando recuperar su gravamen original de forma progresiva. Por tanto, entre enero de 2024 y el 30 de junio de ese mismo año el IVA de estos combustibles subirá al 10%, y en julio recuperará el 21%, si antes no se toman medidas en otro sentido.

El impuesto especial sobre la electricidad igualmente subirá progresivamente a lo largo del primer semestre de 2024. Durante el primer trimestre de ese año, el tipo del IEE quedará fijado en el 2,5%, mientras que en el segundo trimestre, este pasará al 3,8%. Después, recuperará el 5,113% que alcanzaba antes de las medidas del Gobierno. Por último, el impuesto sobre el valor de la producción de la energía, el Gobierno ha decidido que tendrá un tipo del 3,5% hasta marzo, pasando a tener un 5,25% hasta junio. Después, recuperará su tipo original, del 7%.

Se mantienen los impuestos a banca y energéticas

Los impuestos temporales a banca y energéticas, así como el de las grandes fortunas, continuarán en vigor todo 2024. Los tres fueron nuevos tributos que se aprobaron el pasado diciembre, buscando una recaudación adicional en base a los beneficios extraordinarios que estas empresas han venido registrando gracias a la inflación, y buscando que los más ricos aporten algo más a las arcas públicas, en el caso del de las grandes fortunas. Cuando termine el año, el Gobierno contempla la posibilidad de hacerlos permanentes, aunque parece más probable que esto suceda solo en el caso del de las energéticas.

El IRPF no varía

El Gobierno mantiene de cara a 2024 los tipos del IRPF, que por tanto se verán beneficiados de los cambios introducidos de cara a los presupuestos del 2023. Las modificaciones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas fueron dos: por un lado, bajarlo -que no deflactarlo ni ajustarlo- a las rentas más bajas (las que ganan menos de 21.000 euros anuales); por otro, subirlo a las más altas (por encima de los 200.ooo). El resto de la población se queda como está. Como entonces se anunció, dichos cambios serán permanentes, no temporales, como sí se preveía que fuese el caso del impuesto de solidaridad a las grandes fortunas, impuesto a los ricos.