¿Quién es el que va a pagar la mediación de la fundación Henry Dunant entre Junts y el PSOE?

Los patrocinadores habituales dan el dinero para resolver conflictos internacionales, que no es el caso de Junts-PSOE

Con tanta ida y venida, secretismo, filtraciones interesadas, nadie parece haber reparado en el coste que va a suponer la negociación en Suiza entre los separatistas de Junts y los socialistas de Sánchez, gastos que deberán incluir, se supone, los honorarios que pueda cobrar (esto jamás lo revelan) la Fundación Henry Dunant por su mediación, verificación o como se le quiera llamar. Algún coste tiene que haber, pero eso queda en la tradicional discreción de la entidad que, oficialmente, es financiada por varios países y organismos para el caso de conflictos internacionales, que no es el caso en el que van a intervenir ahora.

Al existir el precedente de la negociación entre los socialistas y ETA, con los de la Dunant por medio, LA RAZÓN se ha puesto en contacto con expertos antiterroristas que siguieron aquel proceso y han asegurado desconocer por completo quién se hizo cargo de los gastos. Todo parece indicar que se pagaron con cargo a los fondos reservados del estado, pero nada hay confirmado al respecto, porque pensar que los terroristas iban a meterse la mano al bolsillo, aunque sólo fuera para pagar un café, resulta impensable. Además, había tal cantidad de mediadores externos, (entre ellos el famoso Briam Currin) que todo aquello debió salir muy caro.

En el caso que nos ocupa, los gastos no parecen que vayan a ser pequeños porque aparte de los honorarios de los mediadores, están los viajes, las estancias, etcétera, que ya deben sumar una cantidad apreciable.

Que estando por medio Puigdemont y los suyos se haga una partición del pago parece altamente improbable ya que siempre podrán aducir en su descargo que son ellos los que dan para que Sánchez gobierne. Luego, corresponderá de nuevo a los socialistas, salvo error en contrario, hacer frente a las facturas.

Sobre todo este asunto, según explica la propia fundación suiza, que ha participado en la resolución de conflictos tan “semejantes” al que nos ocupa como el de los indonesios con los insurgentes del Movimiento Aceh Libre tras 29 años de lucha armada; en Libia; o en el sur de Filipinas, no facilitan datos al respecto y es sabido que su financiación se realiza a través de donaciones de diversas entidades internacionales, como Reino Unido, Suiza, Noruega, Suecia o Alemania; e instituciones, la ONU o la UE.

No parece lógico, sobre el papel, que el dinero que aportan estas naciones y organismos vaya a ser destinado a resolver el problema de una persona para seguir siendo presidente del Gobierno. Aunque nunca se puede descartar ninguna hipótesis porque la generosidad es algo muy personal.

Con todo, ver a representantes de un partido político español sentados en la misma mesa con un verificador internacional de por medio, como si de indonesios, libios o filipinos (con todo respeto a esos países) se tratara y tuvieran delante a una guerrilla, no deja de ser llamativo, sobre todo ante los ojos del mundo occidental que saben de sobra que en España no se vive ningún tipo de conflicto que justifique estas cosas.