El presidente del PP insiste en trasladar la presión a todos los candidatos del PSOE: «O Sánchez rompe con Bildu o sus candidatos rompen con Sánchez»
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha respondido esta mañana a las palabras de lamento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que anoche desde Washington decía que la decisión de Bildu podía ser legal pero no era decente. Feijóo ha cargado la responsabilidad en Sánchez por limitarse a ese reproche: «De Bildu no se puede esperar nada. Lo indecente es que tú, Sánchez, pactes con ellos, gobiernes con ellos y sometas el futuro de España a ellos».
Durante un acto electoral en Getafe, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el candidato local, Antonio José Mesa, el líder de la oposición ha incidido en la nula reacción «del partido sanchista» tras «48 demoledoras para la historia del sanchismo». Feijóo ha planteado que «si ya era reprobable la reacción del sanchismo con Bildu ahora es simplemente vergonzoso». La estrategia es clara: sortear el intento de diferenciación respecto a Sánchez que despliegan algunos candidatos.
En esa línea, Feijóo ha planteado una consigna que sus candidatos autonómicos y locales ya replican por toda España: «O Sánchez rompe con Bildu o sus candidatos rompen con Sánchez. Si ni Sánchez ni sus candidatos defienden la dignidad de nuestra nación, la dignidad de otras víctimas, lo haremos nosotros»
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Feijóo trata de atraer a los descontentos del PSOE tras el escándalo en las listas de Bildu
En el PP creen que hay base con la Ley de Partido en la mano para cuestionar la legalidad de Bildu. Esta norma, en su artículo 9.2, se establece que «un partido político será declarado ilegal cuando su actividad vulnere los principios democráticos, particularmente cuando con la misma persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático, mediane alguna de las siguientes conductas». Y a continuación en el artículo 3 apartado c) se señala como una de estas conductas «incluir regularmente en sus órganos de dirección o en sus listas electorales personas con delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los medios y los fines terroristas».
A continuación, se aborda en el artículo 10 la suspensión judicial o disolución de un partido político. Y el procedimiento se detalla en el artículo 11. «Están legitimados para instar la declaración de ilegalidad de un partido político (…) el Gobierno y el Ministerio Fiscal». El Congreso o el Senado podrán instar al Gobierno que solicite la ilegalización. Por eso en el PP insisten en que el Gobierno puede actuar.
Feijóo ha alertado al PP de Madrid que las urnas «todavía están vacías», pero ha anticipado un magnífico resultado para Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas. Un resultado que el PP cuenta que sea uno de los mejores de España, aunque el PP madrileño quiere también trasladar cierta cautela. La doble urna municipal genera alguna incertidumbre ya que en esta ocasión, no como en 2021, también se vota en clave local y el PSOE tiene mucho poder municipal.
Pero la idea del PP sigue siendo la de lograr en Madrid «una mayoría sólida, amplia, incontestable y absoluta». El resultado en Madrid es clave en el propósito de vender las elecciones del 28 de mayo como primer paso para «derogar el sanchismo». Un mantra que Feijóo trata de explicar tanto desde el punto de vista normativo, con cambios en la Ley de Memoria o derogar «la desprotección de nuestro Estado de Derecho». Pero también se refiere a «derogar las formas» y la «la mentira como forma de hacer política».
Tras Feijóo ha hablado la presidenta de la Comunidad de Madrid en un discurso de profunda carga ideológica. Díaz Ayuso ha asumido la responsabilidad en el resultado global del PP y su trascendencia: «Lo que ocurra en Madrid resonará en toda España».
Ayuso ha acusado a Sánchez de abandonar Madrid y de no entender la región: «Dicen de mí que me dictan por pinganillo, me llaman desnortada, loca, asesina… Y no logran entender que luego la gente va y me vota». La presidenta autonómica ha terminado con un ruego a Feijóo que ha hecho furor entre los asistentes: «Presidente, líbranos del mal».
