Sorpresa en Chinchón por la visita de la Familia Real a la representación de la Pasión de Jesucristo

Los Reyes Felipe y Letizia, acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, acuden juntos a la recreación de este Sábado Santo en el municipio madrileño

Jesucristo, el hombre

«¡Pero si es el Rey! ¡Y viene Letizia! ¡Y Leonor y Sofía!», exclamó anoche una mujer en el monte de los Olivos preparado para la representación de la Pasión de Jesús. Un poco antes, esta misma señora no entendía por qué había fotógrafos apostados a su lado: «A lo mejor es que se piensan que va a venir aquí Ana Obregón». Poco después, se quedaba «muerta» al ver que la Familia Real había llegado. Fueron recibidos con vivas al Rey y a España. En esta noche de Sábado Santo, poco después de que comenzara la recreación viviente, la Familia Real llegó a esta localidad madrileña, que en esta edición celebra su 60 aniversario desde su primera representación la noche del Sábado Santo de 1963.

Durante algo más de hora y media, Chinchón se convirtió en un Jerusalén castellano en el que 250 intérpretes chinchonetes se volcaron desde primera hora de la mañana para que en las calles del pueblo se reviviera el calvario, muerte y resurrección de Jesús ante un público que en algunas ediciones ha llegado a superar las 15.000 personas. Esta recreación es la más antigua de la Comunidad de Madrid y en 1983 fue declarada de Interés Turístico Nacional. Se trata de una de las atracciones de Chinchón, que cuenta con 5.000 habitantes. De ahí que el día de ayer, tanto en la Plaza Mayor como en sus calles aledañas, se viviera también un día de encuentro y reunión entre vecinos. «Todos nos volcamos en este día por lo que significa. El pueblo entero sale a la calle», dijo a este diario la camarera de uno de los bares de la plaza

Don Felipe, Doña Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía siguieron con mucha atención los pasos del agricultor Reinaldo González, quien desde hace treinta años interpreta a Jesús de Nazaret en este Vía Crucis viviente. El Rey llegó incluso a grabar o fotografiar con su móvil algunos momentos. Para esta recreación, González se prepara desde principios de enero con una dieta estricta y, además, se deja barba y lee libros sobre la vida de Jesucristo. También se prepara físicamente para soportar la cruz -que pesa 60 kilos-, las caídas y la corona de espinas.

Poco después de las nueve de la noche, tras la caída del sol, comenzó en el balcón la representación de la última cena, que la Familia Real siguió desde una de las esquinas de la plaza, frente a unos soportales. La interpretación de Jesús de Nazaret y las de otros vecinos -como las de los apóstoles, antorcheros, soldados, o incluso Poncio Pilato- revistieron de solemnidad y recogimiento esta Pasión de Cristo que no dejó indiferente a ninguno de los asistentes.

Al terminar la última cena, Jesucristo recorrió la calle de los Huertos hasta casi el final del pueblo, donde estaba el Monte de los Olivos. Allí fue arrestado y llevado ante Pilato, que lo esperaba en el balcón de la esquina de la calle Contreras y la de los Molinos baja. Desde ahí, donde se decidió que debía morir crucificado, Jesús cargó con la cruz por las calles del pueblo y cayó las traes veces con Cirineo, Verónica y la Virgen. Tras la crucifixión, en la fachada de la Iglesia tuvo lugar la representación de la resurrección, para la que se utilizó una máquina que elevó a Cristo para que las miles de personas congregadas en la plaza pudieran verlo. Se hizo un silencio y después todo el mundo aplaudió. Allí se encontraba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Desde que fue proclamado Rey, Felipe VI ha continuado participando en las manifestaciones penitenciales de la Semana Santa. Se le ha visto seguir los pasos en Sevilla como un fiel más. También, acompañado por Doña Letizia y sus hijas Leonor y Sofía, en la misa del domingo de Resurrección en la catedral de Palma de Mallorca. Una liturgia que siempre ha tenido un significado especial para la Familia Real, ya que es la única misa pública de carácter familiar en la que se les veía en todo el año.

Desvinculados de la ceremonia de Palma desde 2019 -cuando asistieron por última vez junto a la Reina Sofía-, los Reyes y sus hijas recuperaron en Chinchón la costumbre de participar en actos religiosos por Semana Santa, algo que en los últimos años no se plantearon por la pandemia.

Agenda privada y familiar

Esta visita a la recreación de la Pasión de Chinchón no figuraba en la agenda de actos oficiales de la Casa de S.M. el Rey porque se trataba de una actividad privada de la Familia Real. Con ella, los Reyes recordaron que la Corona siempre ha comulgado con el sentimiento mayoritario de la sociedad española.

Esta fue la primera ocasión en la que se pudo ver a la Princesa Leonor, que el pasado 6 de abril abandonó el UWC Atlantic College de Gales y viajó a Madrid para disfrutar de diez días de vacaciones por Semana Santa. La Heredera finalizará en junio sus estudios en el internado. A finales de agosto, ingresará en la Academia General Militar del Ejército de Tierra, en Zaragoza, donde dará comienzo su formación militar, que durará tres años.