La Complutense espanta el fantasma de Podemos y reelige a Joaquín Goyache como rector

El actual rector ha logrado el 54,34 % de los votos, frente al 45,39 % de su rival, Esther del Campo

El actual rector, Joaquín Goyache, ha ganado las elecciones de la Universidad Complutense, revalidando su cargo para un segundo mandato.
El catedrático de la Facultad de Veterinaria, que lleva como máximo responsable del campus presencial más grande de España desde el año 2019, alargará su poder tras imponerse en esta segunda vuelta a su rival Esther del Campo, decana de la Facultad de Ciencias Políticas.
Ha sido una votación ajustada. Goyache ha cimentado su victoria tras lograr el 54,34 % de los votos, frente al 45,39 % de Esther del Campo.

El navarro ha batido a la aspirante entre el PAS (Personal de Administración y Servicios), el PDVP (Personal Docente de Vinculación Permanente), y el PDI (Personal Docente Investigador), y solo se vio superado en el sector del estudiantado, aunque por un ajustado margen.

Precisamente, las opciones de Del Campo pasaban por movilizar a los estudiantes, cosa que no logró, ya que solo voto el 13,10 % de ellos. La decana, perseguida por una sombra de Podemos que aunque quiso, no pudo espantar, no se cansó de hacer guiños a los universitarios durante su campaña, prometiéndoles mayor participación en la vida del campus. Estos le han respondido con su indiferencia. Entre los trabajadores y el resto del personal, Goyache, que presentaba el aval de haber gestionado la Complutense en la era de la pandemia y la crisis energética, venció y convenció.

Campaña electoral tensa

Los resultados, más allá de los números, arrojarán una reflexión. Por primera vez, se presentaron a las elecciones ocho candidatos, con la buena noticia de contar entre ellos con cuatro catedráticas, ya que la UCM no había tenido nunca una rectora.
Pero la izquierda, tan presente en algunas facultades, llevaba tiempo jugando sus cartas. La decisión de Goyache de conceder el título de ‘alumna ilustre’ a Isabel Díaz Ayuso fue aprovechado por los radicales y antisistema, muchos de ellos ‘protegidos’ por Esther del Campo en Políticas, para vincularle con el PP. Él intentó alegar que el galardón era digno de alguien que, habiendo estudiado en sus aulas, había alcanzado un puesto relevante como presidenta de la Comunidad de Madrid.
Con ese ambiente de tensión, tras las violentas protestas contra Ayuso primero y contra la embajadora de Israel después, Del Campo presentó su candidatura. Y le salió bien. Pasó a la segunda ronda, y consiguió el apoyo de los candidatos que se quedaron eliminados en la primera. Algunos de posiciones e ideología situados en las antípodas, pero nada que la promesa de un hipotético cargo no arregle. Alguno incluso había formado parte del equipo de gobierno de Goyache en su primer mandato.
No le sirvió a la decana, que deberá regresar a su edificio en el campus de Somosaguas y demostrar con hechos lo que dijo con la boca pequeña: que ella no era de Podemos, pese a que fue a propuesta de este partido, –que nació en su facultad– el que consiguiera formar parte de la JEC (Junta Electoral Central). Las paredes, las pintadas y el boicot a los actos de las asociaciones que no tragan con su ideología ya se habían empeñado en demostrar antes lo contrario.