Biden visita Kiev por sorpresa en un golpe de efecto histórico ante Putin en el primer aniversario de la invasión

El presidente de Estados Unidos ha llegado hace unas horas a la capital de Ucrania, donde se ha reunido con Volodímir Zelenski

Joe Biden está en Kiev. El presidente de Estados Unidos ha llegado hace unas horas a la capital de Ucrania, donde se ha reunido con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.

La visita de Biden a Kiev se produce cuatro días antes de que se cumpla un año desde la invasión rusa. En los grupos de Telegram la imagen de Biden y Zelenski juntos se ha difundido como la pólvora, al igual que en Twitter.

Minutos antes de que se confirmase la visita de Biden, el mapa de Ucrania de la aplicación Air Alert!, con la que los ucranianos se informan sobre las alertas antiaéreas, se teñía entero de rojo. En la radio y los principales medios de comunicación han llamado a los ciudadanos a bajar a los búnkeres para protegerse.

Al mismo tiempo, desde el otro lado de la frontera, comenzaba la actividad desde el lado polaco y bielorruso. Este último explica la alerta en todo el país: un bombardero estratégico MIG31K -con capacidad de lanzar misiles hipersonicos Kinzhal- despegaba hacia Ucrania.

La respuesta desde Polonia ha sido que dos aviones AWACS salieran para vigilar y controlar el espacio aéreo.

«Un hombre muy parecido a Biden se pasea junto a Zelenski por Kiev». Esta ha sido la primera noticia aparecida en la red social NEXTA sobre la visita. Las sirenas antiaéreas resonaron en la capital ucraniana a modo de saludo oficial. A punto de cumplirse el primer aniversario de la invasión rusa, Estados Unidos escenifica el mayor gesto de apoyo posible a Ucrania: la visita a Kiev del presidente Joe Biden.

Día «histórico»

Aunque los detalles del viaje no habían sido previamente anunciados por motivos de seguridad, se trata de una visita de Estado en toda regla. Esta mañana, el viceministro de Relaciones Exteriores, Andriy Melnyk, ha anunciado la visita de «el socio más importantes de Ucrania» y ha calificado la iniciativa como una gran «sorpresa». Ya en mayo del año pasado, la primera dama Jill Biden viajó a Ucrania, cerca de la frontera con Eslovaquia, y las delegaciones del Congreso de los Estados Unidos también vuelan regularmente a Kiev, pero la llegada del presidente Biden supone un hito en la visibilización del respaldo estadounidense.

«Es una visita extremadamente importante como señal de apoyo», ha sido la primera declaración del presidente de Ucrania Volodímir Zelenski. Biden ha anunciado un nuevo paquete ayuda militar a Ucrania de medio billón de dólares, incluidas las esperadas municiones para los lanzamisiles Himars, municiones de artillería, sistemas antitanques y radares de vigilancia para proteger a la población ucraniana de los ataques aéreos. En la reunión que ambos han mantenido han estado hablado de «armas de largo alcance» y «armas que aún pueden entregarse a Ucrania, incluso si aún no se han acordado», en referencia posiblemente a los aviones de combate que Kiev quiere, pero Occidente hasta ahora no ha estado dispuesto a entregar.

Biden ha reconocido en la declaración conjunta de los dos jefes de gobierno el poder de resistencia de los ucranianos. «Cuando Putin lanzó su invasión hace casi un año, pensó que Ucrania era débil y que Occidente estaba dividido», ha dicho, «estaba muy equivocado». «Recuerdo perfectamente ese 24 de febrero, el día en el que empezó a cambiar el mundo», ha rememorado Biden, «ese mismo día hablamos por teléfono y yo le pregunté: ¿Qué puedo hacer por usted? ¿Cómo puedo ayudar a Ucrania? Y recuerdo también perfectamente su respuesta. Me dijo: reúna al los líderes del mundo para que nos respalden». El presidente de Estados Unidos ha hecho recuento de la ayuda que su país ha prestado hasta ahora a Ucrania, ha valorado muy positivamente la unidad de la solidaridad occidental con Kiev y ha prometido que este apoyo se mantendrá en el tiempo cuanto sea necesario.

Primera visita de Biden a Ucrania

Esta es la primera visita de Biden a Ucrania desde que comenzó la guerra, aunque él mismo ha recordado en su discurso que había visitado Kiev seis veces durante el tiempo que ejerció como vicepresidente, por lo que no se trata para él de territorio desconocido. «Sabía que volvería», ha dicho. Junto a Zelenski, Biden ha visitiado la Catedral de las Cúpulas Doradas de San Miguel, en una plaza en el centro de Kiev donde se colocaron tanques rusos calcinados a modo de monumento de recuerdo y denuncia de la destrucción que está sufriendo el país. Ucrania se está preparando para lo que espera sea una gran nueva ofensiva rusa en primavera que, según algunos analistas militares, ya está en marcha. El viaje de Biden coincide con el día en que Ucrania marca la muerte de más de 100 personas, ahora conocidas como los Cien Celestiales, en las protestas antigubernamentales que finalmente derrocaron a un presidente respaldado por Moscú en 2014. Biden ha visitado la sede del gobierno y ha saludado personalmente a varios ministros y altos mandos militares, a tantos como se pudo hacer llegar con tan poca antelación.

Por razones de seguridad, el viaje se mantuvo en secreto, camuflado con el viaje a Polonia del presidente estadounidense. Por lo general, los desplazamientos de Biden tienen requisitos de seguridad significativamente más altos y, según la propaganda rusa, Biden no goza de una salud que le permita viajes tan largos. La administración estadounidense, sin embargo, hizo público el pasado jueves un informe de su médico, Kevin O`Connor, que certificaba que goza de «buena salud» y que es «apto» para ejercer todas sus funciones, según las últimas pruebas, que incluyen «un examen neurológico extremadamente detallado».