El Papa Francisco pidió promover el trabajo digno para la mujer y los jóvenes y señaló la importancia de las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia.
Así lo dijo el Santo Padre este 9 de diciembre al recibir al Movimiento Cristiano de Trabajadores italiano con ocasión del 50 aniversario de fundación.
Al referirse a un pasaje del Evangelio (Mt 20, 1-16), el Papa señaló que “en cada estación de la historia, como cada hora del día, es un momento propicio para hacer una contribución e intentar ofrecer una respuesta”.
En esta línea, el Santo Padre advirtió que “nadie debe sentirse excluido del trabajo” y alentó a promover el trabajo a favor de la mujer y de los jóvenes.
“Que no falte a su compromiso la promoción del trabajo de las mujeres, de animar a los jóvenes a incorporarse al mundo laboral, con contratos dignos y no ‘de hambre’, de salvaguardar el tiempo y el respiro para la familia, para el voluntariado y para el cuidado de las relaciones. Por favor, ¡rechacen toda forma de explotación!”, pidió el Papa.
Solidaridad y subsidiariedad
De este modo, el Papa Francisco destacó la importancia de los principios de solidaridad y subsidiariedad de la Doctrina Social de la Iglesia.
“Sin subsidiariedad no hay verdadera solidaridad, porque se corre el riesgo de no dar voz a las competencias, a los talentos que florecen en los cuerpos intermedios”.
Por ello, el Papa dijo que “las familias, cooperativas, empresas, asociaciones son el tejido vivo de la sociedad” y agregó “darles espacio y voz significa liberar energía para que el bien común sea fruto del compromiso y la solidaridad entre todos”.
“Las desigualdades sociales, las formas de esclavitud y explotación, la pobreza de las familias por falta de trabajo o por un trabajo mal pagado son realidades que deben oírse en nuestros círculos eclesiásticos”, advirtió el Papa Francisco.
