Análisis. El “efecto Moreno” atrae al doble de votantes

En las elecciones autonómicas del 2 de diciembre de 2018, las derechas andaluzas consiguieron 59 de los 109 escaños en juego del Parlamento de Andalucía. Esta mayoría absoluta se plasmó en la sesión de investidura del 16 de enero de 2019, con la elección de Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía con el respaldo de mayoritario de la Cámara autonómica, contando con el sí de los 59 diputados del PP, Ciudadanos y Vox. Desde entonces ha liderado un Gobierno bicolor de populares y Cs.

De esta forma, Andalucía contaba con el primer presidente no socialista después de diez legislaturas (de 1982 a 2015) con el PSOE al frente. Desde el minuto uno de la gestión de la nueva Administración popular, capitaneada por Juanma Moreno, la imagen del presidente andaluz y la de su partido comenzaron a mejorar los resultados de las elecciones.

Cuando había transcurrido ya el segundo año de mandato del nuevo Gobierno de Andalucía, el PP ya alcanzaba, en diciembre de 2020, el 25,9 por ciento de expectativa de voto. Había ganado 5,2 puntos en apenas doce meses. Su socio gubernamental, los naranjas, caían por el contrario 5,6 puntos, mientras que la formación de Santiago Abascal mejoraba discretamente su posición con un incremento de 1,1 puntos.

En el primer semestre de 2021, el PP andaluz escalaba hasta el 31,8 por ciento. En solo año y medio Juanma Moreno elevó en 11,1 puntos porcentuales la intención de voto a su partido con respecto a las elecciones de 2018, mientras que su socio, Marín, perdía 13,2 puntos, y Vox avanzaba 4,1. Son los datos del sondeo de NC Report para LA RAZÓN del 30 de mayo de 2021. El conjunto de las derechas sumaba ya el 52 por ciento del voto.

Seis meses más tarde, coincidiendo con el tercer año en el Palacio de San Telmo, los populares se encontraban ya con una intención de voto del 34,9 por ciento. Al mismo tiempo, Cs congelaban su voto en el 5,1 por ciento, como un año atrás, y Vox se estancaba en el 14,7 por ciento. Así, la suma del conjunto de las derechas marcaba otro record: representaba el 54,7% del voto andaluz.

Al comenzar 2022, estas tendencias del año 2021 quedaron manifiestas con los retrocesos de Cs (que pasó del 4,9 por ciento al 2,7 por ciento) y también de Vox (que descendió del 16,2 por ciento al 14,4). Mientras, el PP continúo mejorando, llegando al 36,8 por ciento en el ecuador de la campaña electoral.

En tres años y medio de gestión, Moreno ha llevado a su partido del 20,7 por ciento al 36,8 por ciento del voto. El crecimiento ha sido de 16.1 puntos. En número de escaños, ha pasado de 26 a una horquilla de 48-50. Y, al igual que Ayuso en la Comunidad de Madrid, ha unificado el voto en el centroderecha, incorporando el electorado de Cs al tiempo que limita la influencia de Vox, que a diferencia de lo sucedido en Castilla y León, comienza a transferir votantes al PP.

Pero de lo que más orgulloso debe sentirse el actual presidente de la Junta es que ha conseguido atraer a 771.000 votantes más de los que obtuvo en 2018, totalizando 1.522.000 y duplicando su electorado. Con este potencial electoral puede aspirar a formar un Gobierno monocolor.