Victoria o lío en Ginebra

Tal vez por las fechas, porque la Nations League es aún una competición por definir y ubicar, o porque el tirón de España sin un gran torneo de por medio es el que es, los dos empates de la selección ante Portugal y la República Checa no han generado excesivo ruido en el ecosistema que rodea al equipo nacional. Hay calma tensa en el Hotel Mandarin de Ginebra, cuartel de la selección para el compromiso ante Suiza. También durante el último entrenamiento en el coqueto Stade de Geneve, hogar del Servette y escenario del encuentro. No se perciben urgencias ni desánimo en la desapacible tarde, tal vez porque Luis Enrique y los internacionales son conscientes de que otro tropiezo sí que haría saltar la alarmas.

Pero ni eso es suficiente para cortar el buen ambiente que respira hoy en día la selección. Al menos ahí hay que reconocerle el mérito al seleccionador.

El partido ante los helvéticos, a domicilio y ante un rival tradicionalmente incómodo, será el que marque si los síntomas que aquejan de nuevo a la selección se convierten en un simple constipado o en un catarrazo en condiciones. Todo lo que no sea ganar aireará viejos fantasmas, cuestionará de nuevo la tozudez de Luis Enrique y sus apuestas personalísimas. Volverá la angustia, en definitiva. No tanto por el lío que podría suponer meterse en la lucha por evitar el descenso en la Nations League, sino por la demostración de que el equipo nacional continúa a medio hacer con el Mundial a la vuelta de la esquina. Así ha ido construyendo su camino, con la máxima de poder ganar a cualquiera que se le ponga por delante, pero también de pegarse los batacazos más espectaculares. «Le pasa a todos los equipos grandes. Todos hemos visto ese tipo de partidos en el que hay equipos que se encierran atrás. Es muy difícil de combatir. Eso es lo que hizo la República Checa», contaba ayer Luis Enrique en la rueda de prensa oficial.

Al seleccionador se le notó cansado, restregándose los ojos antes de afrontar la batería de preguntas. «Yo, en teoría, debería ser el que más descansado estuviera. Pero esta fecha FIFA es difícil… Por suerte tengo un grupo tan especial que no he visto ni un atisbo de apatía. Es todo predisposición máxima. Estoy yo peor que ellos».

La situación de ahora recuerda, salvando las distancias, a la que se vivió en la pasada Eurocopa, donde sendos empates en La Cartuja ante Suecia y Polonia complicaron mucho la clasificación para los octavos de final. Al último partido de Sevilla, ante Eslovaquia, se llegó con unas dudas similares a las de ahora. La diferencia es que por aquel entonces las tintas se cargaban hacia la poca eficiencia ofensiva del equipo, con Morata como primer y casi único objetivo en la diana. Hoy el debate es otro, centrado en la debilidad de una línea defensiva demasiado expuesta, condicionada por completo al modo de jugar de la selección y donde cualquier desajuste chirría. Hoy, ya no es novedad, es Eric García el principal sospechoso. Contra el azulgrana se posicionan su irregular temporada con el Barça, su falta de contundencia en los momentos clave y hasta el aspecto, poco parecido al de un central al uso. A su favor queda casi y únicamente la defensa que de él hace Luis Enrique, convencido de que es Eric, y no otro, el defensa que mejor encaja en la idea y el equipo que propone, más allá de estados de forma, filias y fobias. Ayer dedicó más tiempo a darle cariño a su jugador que a cualquier otra cosa: «Hay jugadores que ponen muy cachondos a aficionados y periodistas… Eric es maravilloso, y la situación con él es injusta. Hay errores que les gusta a determinados sectores y esto le va a hacer más fuerte. Mientras siga a este nivel y yo sea seleccionador, seguirá viniendo. A cada uno le toca jugar un papel. El mío lo sé. Y el de Eric, también. No veo jugadores mejores que él en su puesto, así que adelante con los míos».

Cambios en el once

De nuevo se espera aluvión de cambios en el once de Luis Enrique, muy empeñado en repartir esfuerzos entre los internacionales a estas alturas de la temporada. Ver a Gavi en el once será una sorpresa, toda vez que el azulgrana es el jugador de campo que más minutos acumula en la concentración. Para el resto todo son incógnitas, incluido el puesto de mediocentro. Busquets, titular en el primer partido de la serie de cuatro, también gozó de minutos ante los checos, reclamado por Luis Enrique para solventar la papeleta cuando peor estaban las cosas para España. El capitán también salió ayer al rescate, convocado de nuevo para ser quien diera la cara en la rueda de prensa oficial, pese a que ya fue el requerido en la previa ante Portugal, un doblete que no es habitual. ‘Busi’ utilizó el altavoz para criticar a Laporta y las filtraciones sobre las rebajas de sueldo a los jugadores del Barcelona: «No nos han propuesto nada, pero no es la mejor decisión hacerlo a través de la prensa. Mejor, cara a cara».