Podemos y los aliados del PSOE maniobran para usar las lenguas cooficiales en el Congreso

Podemos y los aliados de investidura de Pedro Sánchez han aprovechado la debilidad del Gobierno por el caso Pegasus para intentar arrancarle una reforma del Reglamento del Congreso que convierta el uso de las lenguas cooficiales en un «derecho» de los diputados. La iniciativa fue registrada el miércoles y si los socialistas no acceden a ella, puede abrir una nueva brecha en el bloque de investidura y, especialmente, entre los dos socios de coalición. No en vano, es la primera vez que la formación morada impulsa el plurilingüismo con una medida de este calado, y lo hace, además, a sabiendas de que los socialistas la descartaron el pasado mes de septiembre. En ese momento, el PSOE permitió que el Senado tramitara una iniciativa de Junts para utilizar las lenguas cooficiales en esa Cámara -que aún está en proceso-, pero tras titubear y abrir la puerta a hacer lo mismo en el Congreso, Ferraz rectificó y aseguró que no permitiría esa reforma en la Carrera de San Jerónimo.

Al menos 595.000 euros

El texto registrado el miércoles lleva la firma de la formación morada y de otros seis socios de Sánchez: ERC, PNV, Bildu, PDECat, Más País y Compromís, así como del BNG y la CUP, y podría considerarse contrario a la Constitución. Uno de los grupos independentistas señaló este mércoles a ABC que su presentación no había sido hablada con los socialistas y estos aseguraron que no la habían leído.

Si la iniciativa se aprueba, los parlamentarios podrán utilizar «cualquiera de las lenguas oficiales y reconocidas estatutariamente en sus comunidades» para debatir tanto en el pleno como en las decenas de comisiones de la Cámara. También podrán presentar «los escritos y documentos de índole parlamentaria» en cualquiera de estas lenguas, de manera que el uso de las mismas dentro del Parlamento quedaría al mismo nivel que el castellano.

La iniciativa carece de memoria económica, pero es evidente que dispararía el gasto del Congreso ya que, tal y como recoge la propia propuesta, los servicios de la Cámara tendrían que establecer traducción simultánea «a todas las lenguas cooficiales» en todas las sesiones que se celebren tanto en el pleno como en las comisiones. La Cámara Baja también tendría que asumir la traducción al castellano de todos los escritos registrados en lenguas cooficiales.

La reforma que se tramita en el Senado sí incluyó una estimación del gasto que conllevaría y lo cifró en 595.000 euros adicionales anuales. Aunque existen ciertas diferencias en la actividad de ambas cámaras, la cifra puede considerarse de forma orientativa como el mínimo desembolso que tendría que realizar el Congreso, dado que cuenta con mayor actividad que la Cámara territorial.

La propuesta de Podemos y demás socios del PSOE aún añade más reclamaciones y propone que todos los escritos registrados sean publicados en el Boletín Oficial de las Cortes «al menos en la lengua de presentación y en castellano», y que el Diario de Sesiones reproduzca «íntegramente» los debates «al menos en la lengua de presentación y en castellano».

Momento clave

El momento elegido por los aliados de Sánchez para lanzar esta reforma no es baladí ya que la relación entre el Gobierno y sus socios se encuentra en horas bajas y los socialistas están haciendo todo lo posible por reconstruirla. Mañana por la mañana, el líder socialista comparecerá ante el Pleno del Congreso para explicar el caso Pegasus, forzado por la unión de los independentistas y el bloque liberal-conservador. Los republicanos esperan más cesiones para encauzar la relación.

El partido de Pedro Sánchez tiene la llave para que el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso se ponga en marcha o, por el contrario, no llegue a tramitarse. De momento, no se pronuncia argumentando que aún no han podido leer un texto que le coloca contra la espada y la pared. Si da luz verde a su tramitación, estará incumpliendo lo que dijo en septiembre y daría un paso que difícilmente será entendido por sus votantes más centrados. Si no lo hace, sumará un nuevo encontronazo con Unidas Podemos y con el resto de socios del bloque de investidura.

Mandato constitucional

La argumentación que los socialistas ofrecieron en septiembre para negar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso fue que el Senado es una cámara territorial y que la Constitución mandata el uso del castellano en la Cámara Baja. El portavoz socialista en el Congreso, Héctor Gómez, aseguró que su grupo no se saldría de esta interpretación ni del marco constitucional y que no promovería la reforma de la Carta Magna necesaria para poder llevar las lenguas cooficiales al Congreso. El problema es que nada asegura que la posición que el PSOE mantuvo hace ocho meses vaya a implementarse ahora. Y el que fuentes socialistas no quisieran posicionarse ayer alimenta la incertidumbre. «Se analizará y verá la semana que viene y el portavoz explicará lo que corresponda», han zanjado estas fuentes, dejando abiertas todas las posibilidades.