Don Juan Carlos ya está en Zarzuela: reencuentro clave para normalizar la relación

Don Juan Carlos ya está en Zarzuela, adonde ha llegado pasadas las diez de la mañana. Previamente el padre del Rey aterrizó en el aeropuerto de Barajas a las 9.27 horas para luego trasladarse al Palacio de la Zarzuela donde mantendrá un encuentro con su hijo y posterior almuerzo con la familia.

Desde la Casa de S. M. el Rey siempre aconsejan a los periodistas: «Leed bien sus discursos en ellos se encuentra lo sustancial […] Y el de su Proclamación es la clave de bóveda de cómo quiere que sea su Reinado».

Efectivamente, aquel párrafo del discurso de Felipe VI pronunciado el 19 de junio de 2014 ante las Cortes Generales se entiende más si cabe con el devenir de los acontecimientos: «Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda la razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública.

Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los ciudadanos».

Adaptando las decisiones

Fue entonces, desde el mismísimo inicio, cuando Felipe VI comenzó a marcar la senda diferenciada de su escudo y guion carmesí frente al azul oscuro de su padre, Juan Carlos I (1975-2014). Distintos tiempos, distintas exigencias. Sin traumatismos pero adaptando las decisiones estratégicas a los acontecimientos jurídicos, legislativos y sociopolíticos que han acontecido en España en estos ocho últimos -y nada tranquilos- años.

Por ejemplo, la Ley de Transparencia aprobada en diciembre de 2013 y desarrollada en meses posteriores en un contexto de salida de la crisis y clima de corrupción en los partidos políticos -PSOE con los ERE, PP con el caso Bárcenas o CiU con el 3%- fue un claro acicate para que la Casa de S. M. el Rey marcara el paso en esa dirección.

Don Felipe y Don Juan Carlos, el 14 de mayo de 2019 con el patronato de la Fundación Cotec
Don Felipe y Don Juan Carlos, el 14 de mayo de 2019 con el patronato de la Fundación Cotec – Ernesto Agudo

Pero el factor clave en lo personal fue -claro está- las investigaciones de la Fiscalía que comenzaron a conocerse en torno al patrimonio de Don Juan Carlos, una vez abdicado, y que llevaron a Felipe VI a tomar medidas que «no fueron ni fáciles ni sencillas», tal y como subrayan desde la propia Casa de S.M. el Rey.

En este apartado se circunscriben cuatro fundamentales: 1. La renuncia de Don Felipe a su designación como beneficiario de la Fundación Lucum, después de que la Fiscalía investigara la conexión de esta con la donación de 100 millones de euros de Arabia Saudí a Don Juan Carlos (12 de abril de 2019); 2. El cese de las actividades institucionales de su padre (27 de mayo de 2019); 3. La renuncia a toda herencia de Don Juan Carlos y la retirada de la asignación presupuestaria que tenía fijada (15 de marzo de 2020); y 4. La consecuencia directa de estas tres últimas: la marcha de Don Juan Carlos a Abu Dabi (3 de agosto de 2020). Además, hubo otra serie de once decisiones que pusieron a la institución en la senda de la transparencia y el cumplimiento de un código ético.

No será hasta hoy, 658 días después, cuando hijo y padre, Felipe VI y Don Juan Carlos, puedan verse cara a cara en el Palacio de la Zarzuela -presumiblemente en una reunión anterior al almuerzo que reunirá a toda la familia- y conversar de estos y otros asuntos.

Será un «reencuentro en su ámbito privado», insisten desde Zarzuela que no lo ha fijado por tanto en la agenda oficial de la Familia Real. Se producirá ya sin que sobre Don Juan Carlos pese ninguna investigación de la Fiscalía y habiendo regularizado su situación con Hacienda, condiciones que se fijaron como indispensables para la vuelta del padre del Rey hace ya dos años, aunque fuera de un modo temporal, como así ha sido.

¿Cómo informará Zarzuela?

Evidentemente, el modo en que la Casa de S. M. el Rey informe sobre la jornada de hoy en Zarzuela -o la ausencia de comunicación, que todo es posible- será expuesto al escrutinio mediático tras cuatro días en los que la presencia de Don Juan Carlos ha centrado la actualidad nacional.

¿Habrá foto de los dos solos o conjunta familiar? ¿Ambas? ¿Y un comunicado? ¿Algún vídeo donde se puedan escuchar palabras? Son detalles interpretables que permitirán descifrar en qué estado queda la relación entre hijo y padre que, más allá de lo emocional y el ámbito privado, es clave para la estabilidad de la Monarquía porque es necesario «fijar una relación confortable donde a la fuerza ha de primar la obediencia al jefe de la familia, o sea el Rey. Con disciplina y generosidad del padre y compresión hacia las extremas dificultades con las que el hijo ha heredado la Corona», tal y como reflexionó ayer ABC en ‘La Tercera del Director’.

Esta primera visita de Don Juan Carlos ha sido de perfil bajo y discreta por su parte, más allá de la atención mediática lógica suscitada. Sin declaraciones interpretables a la Prensa, apenas un «estoy muy contento» o «mi vuelta a España está siendo muy buena, ya lo veis».

El padre del Rey pudo fijar su agenda personal, centrada en los actos del Club Náutico de Sangenjo y con un círculo íntimo de amistades. También presenció un partido de balonmano de su nieto Pablo Urdangarin. Todo dentro de la lógica. Además, como era su deseo, la inició en Vigo, donde aterrizó, porque fue desde allí por donde salió hace 21 meses. Una decisión de marcado simbolismo. También se cumple con la condición que el propio Don Juan Carlos manifestó en su misiva del 5 de marzo: «Organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible».

Ahora solo resta que la absoluta normalidad -también mediática- se instale en próximas visitas. Sobre el 10 y 18 de junio, para empezar. Porque la buena sintonía entre hijo y padre siempre repercutirá en favor de la Monarquía.