El patriarcado de Moscú se ofende porque el Papa aconsejó a Kirill que no fuera «el monaguillo de Putin»

El Vaticano conoció este miércoles a través de la prensa la fría respuesta del Kremlin a la propuesta del Papa de viajar a Moscú para reunirse con Vladímir Putin. Uno de sus portavoces, Dmitri Peskov, aseguró que actualmente «no hay acuerdo sobre una reunión entre el presidente ruso Vladímir Putin y el Papa Francisco», y que por eso la propuesta «no dio lugar a iniciativas concretas».

El Papa había asegurado este martes en una conversación con el diario italiano ‘Corriere della Sera’ que en marzo, unos 20 días después de la invasión, transmitió su disponibilidad a viajar a Moscú para reunirse con Putin, pero que no recibió respuesta. La posibilidad de un viaje del Pontífice a Moscú se aleja ulteriormente tras los duros comentarios que hizo en esa entrevista sobre el encuentro que mantuvo por Zoom el 16 de marzo con el líder de la Iglesia ortodoxa rusa. El patriarca de Moscú Kirill es uno de los inspiradores de la visión nacionalista de la gran Rusia de Vladímir Putin, quien lo utiliza para obtener respaldo espiritual a su guerra.

Según el Papa, el patriarca dedicó 20 minutos del encuentro a leer un documento con las razones que supuestamente justificaban la invasión. En la entrevista de este martes, el Papa le sugiere que no se convierta en «el monaguillo de Putin», pues, como líder religioso, su papel es «buscar caminos de paz y detener el fuego de las armas».

Esta invitación a despolitizar el papel del patriarcado de Moscú no ha sido bien recibida. «Es poco probable que estas declaraciones contribuyan al establecimiento de un diálogo constructivo entre la Iglesia católica romana y la Iglesia ortodoxa rusa, que es especialmente necesario en estos momentos», respondieron el miércoles desde el patriarcado ruso.

En el comunicado, el patriarcado reconstruyó la conversación con el Papa y resumió las razones que leyó Kirill para justificar la invasión. Van desde el cambio político en Ucrania tras las protestas en la plaza Maidán de Kiev en 2014, hasta las represalias contra ruso parlantes en Odesa, o la expansión de la OTAN hacia el Este.

La Iglesia ortodoxa rusa nació en Kiev en el año 988 y cuenta con unos 150
millones de fieles

«¿Cómo nosotros y nuestras Iglesias pueden influir en el estado de las cosas?, ¿cómo podemos contribuir a la pacificación para lograr el fortalecimiento de la paz y la justicia? En las condiciones actuales es muy importante evitar una mayor escalada», habría planteado Kirill a Francisco en marzo. Lo cierto es que a pesar del tono de estas preguntas, en sus homilías y discursos públicos, Kirill ha bendecido la invasión y no ha tenido ningún gesto de solidaridad hacia los ortodoxos rusos de Ucrania, que también dependen de él.

La Iglesia ortodoxa rusa nació en Kiev en el año 988 y es la más numerosa de las Iglesias ortodoxas. Cuenta con aproximadamente 150 millones de fieles. Es también una de las más reacias a las relaciones con Roma. Francisco es el primer Papa que se ha reunido con un patriarca de Moscú. Su único encuentro tuvo lugar en febrero de 2016 en ‘territorio neutral’, el aeropuerto de La Habana, en Cuba.

Tenían previsto un nuevo encuentro el próximo 14 de junio en Jerusalén, pero han decidido cancelarlo de común acuerdo «para no dar una señal ambigua». Por lo que parece, la guerra se ha llevado por delante también el tímido acercamiento que habían construido con enorme dificultad tras siglos de recíproco recelo.

Ambos tienen previsto participar en el Congreso de Líderes Mundiales y Religiones Tradicionales, que se celebrará el 14 y 15 de septiembre en Nursultán, capital de Kazajistán. El tiempo y la geopolítica dirán si se dan las condiciones para un cara a cara.