Que gozosa ilusión
brota de la Esperanza
de encontrar un día
y, para un instante eterno
el Bien, la Belleza, el Amor…
Que nerviosa prisa
surge del ahora
que pretende en vano
retener el tiempo
y disfrutar intensa
de algún fugaz reflejo
de lo bello y de lo bueno.
Vivimos para el presente
¡que nunca es!
huímos de lo eterno
¡que será!.
Y nuestra existencia padece
la angustia de lo efímero,
asida a su recuerdo
prendida al inminente hoy
que ya es ayer.
No queremos pensar…
por miedo a la verdad.
No queremos saber…
así ignoramos nuestra ignorancia.
No queremos elegir…
ello implica renunciar.
No queremos amar…
amar es dar
y dar es morir.
No queremos rezar…
ello es aceptar
que el bien es Él.
que la belleza está solo en Él
que el amor,
el verdadero amor
Es el Amor.
Nos afanamos en crear la felicidad
y ella es de siempre…
queremos hacerla fuera de nosotros
con cosas, risas, ruidos y gentes
y… ella está en nosotros.
Por eso…
Que gozosa ilusión
brota de la Esperanza
de encontrar un día
y, para un instante eterno,
el Bien, la Belleza, el Amor.
Miguel Ángel Albás
10.09.1987
