El presidente del PP en Aragón, Jorge Azcón, ha pedido este martes la convocatoria de un congreso nacional extraordinario que abra una nueva etapa en la dirección del partido. La decisión es unánime en el Comité de Dirección Autonómico, que se ha reunido antes del encuentro de este miércoles con Casado y el resto de barones, momento en que esperan que el actual líder del partido presente su dimisión.
Azcón ha subrayado que la posición del PP Aragón es «unánime, sin personalismos, sin una voz discrepante» y fruto «de la escucha de muchas personas», con el objetivo de lograr lo mejor para el PP y para España. «Esta es la posición que trasladaré» como presidente de la formación conservadora en la comunidad «para que de allí salgamos conscientes del importante papel que este partido juega», ha dicho el líder, seguro además, aunque no lo pueda decir abiertamente, de que Casado cederá este mismo miércoles tras la reunión con los barones.
En esta misma línea, ha dicho que los populares aragoneses apuestan por «una solución de unidad, no de bandos, de grupos, de sectores», una vía que «no podemos permitirnos» porque lo que necesita el partido es «curar algunas de las heridas que se han producido estos días» y conjurarse para que el PP de Aragón esté «en la solución, no en crear problemas» ni en nada que pueda significar «dividir». Así, Azcón asegura trabajar en esa salida «con humildad, pero con decisión y de forma rápida».
«Nos gusta decir la verdad, no vamos a mirar hacia otro lado. Si pedimos un congreso extraordinario es porque estamos pidiendo un cambio»
El alcalde de Zaragoza ha explicado la unanimidad –se han incluido hombres como Ramón Celma o Pedro Navarro, cercanos a la dirección nacional– en la gran talla política de los miembros del comité autonómico y en que «nos gusta decir la verdad y no vamos a mirar hacia otro lado».
«Si pedimos un congreso extraordinario, lo que estamos pidiendo es un cambio», ha incidido Azcón, que ha descartado a Isabel Díaz Ayuso como candidata en la posible sucesión de Pablo Casado. «Ya ha expresado en seis o siete ocasiones que no quiere abandonar la Comunidad de Madrid, no entiendo por qué se sigue hablando de ella» como sustituta del actual líder de la fuerza conservadora, del que ha dicho que ha ofrecido «muchísimo al partido» y que por eso el jueves pasado le expresó su apoyo: «Las acusaciones de espionaje de Génova no se correspondían con la realidad y no me arrepiento en absoluto de lo que hice».
¿Por qué ha cambiado su postura respecto a aquel tuit en que mostró su fidelidad a Casado y aseguró que la verdad pondría las cosas en su sitio? «Ahora el momento político es distinto, ahora necesitamos un congreso extraordinario que renueve la dirección del partido», ha asegurado.
Azcón ve el futuro del partido, sin decirlo pero dejándolo caer de manera evidente, en manos del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a quien considera «el dirigente territorial en Europa que mejor puede acreditar el éxito de la política», con cuatro mayorías absolutas a sus espaldas, «independientemente de que los vientos le soplaran a favor o en contra» al PP. «Y ha habido momentos muy duros», ha enfatizado el líder, que recuerda que es «el único» de los presidentes autonómicos que tiene mayoría absoluta, que ha sido capaz de mantenerla en momentos «extraordinariamente complicados».
«Nadie en Europa tiene su bagaje ni su curriculum. Y no es una opinión, es un hecho», ha afirmado Azcón, que ha asegurado que la posición que va a transmitir en la reunión de este miércoles en Génova no es algo que no haya dicho ya a los responsables del partido.
¿Convencerán a Casado para que se vaya?
Queda por saber si Casado se rendirá ante la petición de los barones de que facilite el futuro del partido asumiendo su marcha. «No quiero pensar en alternativas. Desde el principio dije que si no hay diálogo todo será muy difícil», convencido de que los argumentos «que pongamos encima de la mesa serán más que suficientes».
A la cita en la sede de la formación en la calle Ponzano de Zaragoza no ha acudido presencialmente el vicepresidente del partido en la comunidad, Ramón Celma, que se ha excusado diciendo que tenía una cita previa en Madrid. Esa convocatoria era con Pablo Casado, que le citó el lunes por la noche a una reunión a través de la dirección nacional de los populares.
La reunión ha comenzado a las 11.30 horas. Después se ha unido vía telemática a la reunión de Zaragoza, donde han estado los 27 miembros citados, bien sea en persona o vía telemática. Así lo han hecho otros como Pedro Navarro, que ayer participó en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados.
En Aragón son conscientes de que desde Génova se empezó a llamar el lunes a numerosos dirigentes de distintos territorios. Uno de ellos fue el presidente del PP en Zaragoza, Ramón Celma, que mantiene una relación muy estrecha con Teodoro García Egea, secretario general de la fuerza conservadora.
El paso de los días ha levantado las mismas dudas en Aragón que en el resto del país. No se entendió que no se marchara de manera inmediata García Egea, o se le despidiera fulminantemente. La crisis, como era de prever y ya admitieron desde el primer momento altos dirigentes de la comunidad, ha alcanzado a todos los lugares del país, incluido Aragón, donde Azcón supo reconducir una reunión que tenía visos de convertirse en un polvorín. Solo habló el presidente. Entre los demás, algún que otro tuit como el de Celma apoyando la solicitud de un congreso extraordinario.
La dirección del grupo del PP en el Congreso ha pedido esta misma mañana la dimisión del secretario general y la convocatoria de un congreso extraordinario. Así consta en un comunicado firmado por Guillermo Mariscal, Pablo Hispán, Carlos Rojas, Adolfo Suárez Illana, José Ignacio Echániz, Sandra Moneo y el aragonés Mario Garcés.
No son pocos los que sospechan que las casi ocho horas que pasó Casado reunido con los suyos en la sede del PP le sirvieron, sobre todo, para palpar el respaldo que mantiene en el conjunto del territorio español. Contando apoyos, votos, todos los que necesitaría para sacar adelante la Junta Directiva Nacional que convocó para el próximo lunes. La cita del máximo órgano del partido entienden muchos que significa que le salen las cuentas. Necesita el 34%, poco más de un tercio de los 550 miembros que hay entre miembros de la dirección, diputados, senadores, dirigentes autonómicos y alcaldes de las principales ciudades, entre otros cargos.
En cualquier caso, entre dirigentes y militantes de la comunidad no se ha encontrado a la vuelta del fin de semana a nadie que respaldase con firmeza la continuidad de Casado. No se halló seguramente porque no lo había. Quedó el recelo de que el líder nacional se hubiese encastillado con los suyos en lugar de asumir su responsabilidad, comprender que su ciclo ha acabado, hacer «un último servicio al partido» como le pedían. Eso empezó a hacer ayer. Hoy cerrará su ciclo.
17 aragoneses, en la junta directiva del próximo lunes
A la Junta Directiva Nacional del PP acudirán 17 aragoneses de la formación conservadora. Estará Jorge Azcón como presidente regional, los cuatro diputados en Cortes (Eloy Suárez, Pedro Navarro, Mario Garcés y Alberto Herrero), otros los senadores Luisa Fernanda Rudi, Ana Alós, Manuel Blasco, Carmen Pobo y José Manuel Aranda, los presidentes provinciales (Ramón Celma, Joaquín Juste y Gerardo Oliván), Tatiana Gaudes como presidenta de Nuevas Generaciones, los vocales Emma Buj y Javier Campoy, y la portavoz parlamentaria, Mar Vaquero.
