«Ni judicialización ni unilateralidad son la solución al conflicto catalán»

«Ni judicialización ni unilateralidad son la solución al conflicto catalán»

El nuevo partido reivindica la centralidad política y reniega de la ‘confrontación’ de Junts

Àngels Chacón, hasta ahora líder del PDECat, presentó ayer un nuevo partido, Centrem, formación que pretende agrupar a varias formaciones surgidas de la implosión de CiU y que, tomando como modelo el PNV, reivindica la centralidad política y rechaza la vía unilateral. Sin renunciar a la independencia, pero siempre «dentro de la legalidad», asegura quien fue consejera de Empresa con Quim Torra hasta su cese.

-¿Qué es Centrem?

-Es un proyecto que une a personas que vienen de distintos espacios: independentistas, soberanistas, federalistas, nacionalistas, catalanistas… y que están de acuerdo en varios puntos: que la solución política al problema de Cataluña tiene que estar dentro del ordenamiento jurídico, y que esta solución, definiendo Cataluña como nación y sujeto político, puede

ser bien una mejora del Estatuto, un nuevo encaje de base federalista o incluso un referéndum de independencia si así se pactase y fuese legal.

-En cuanto al eje ideológico, Cataluña está virando a la izquierda.

-Sí. Se habla de nacionalizaciones, de integración en la red pública de la escuela concertada… solo hace falta ver el acuerdo CUP-ERC. Este país no es así.

-Se define como no unilateralista pero fue consejera en el ejecutivo de Quim Torra y formó parte del PDECat.

-Yo me asocio al PDECat en 2016 y no estuve en la dirección hasta que fui cesada como consejera. Y cuando entramos en el gobierno de Torra no entramos para hacer una declaración unilateral de independencia (DUI), sino a gobernar. Y enseguida constatamos nuestras diferencias. Soy independentista, sí, pero también soy realista. Nunca abogue por la DUI. No quiero cualquier país ni conseguirlo a cualquier precio.

-¿Qué responsabilidad tiene cada parte en el conflicto catalán?

-El Gobierno de España estuvo pasivo ante las demandas que hizo primero el presidente Mas y luego Puigdemont. Y las movilizaciones fueron masivas, no inducidas. Había un rebote importante por este desprecio. La culpa en todo caso sería compartida. El independentismo necesita evolucionar. El Gobierno, también.

-Lo que vemos ahora es división en el seno del independentismo.

-Es inadmisible que no se vaya a Madrid a negociar con una posición fuerte y unitaria. Quizás primero ordenemos la casa en Cataluña, y luego ya vemos qué planteamos. El independentis- mo ahora está en el todo o nada.

-¿Qué propone Centrem?

-Una de las claves de Centrem es salir de este marco mental del todo o nada: del marco de independencia o nada. Oiga, no, empecemos a gestionar. Gobernemos. Eso no quiere decir que renunciemos a nada y que no se deba afrontar un problema político de fondo que está latente, que no se puede esconder debajo de la alfombra.

-Sus excompañeros en CDC y en el PDECat, ahora ya en Junts, siguen instalados en la confrontación.

-Lo primero que pido a Junts es que me definan ciertas expresiones que ahora son etéreas. ¿Cómo y cuándo quieren hacer todo lo que proclaman? Hay que ser realista. No olvidamos nada de lo que ha pasado, hay lecciones para todos, pero que nos cuenten qué quieren hacer. Basta ya de doble y triple discurso. Cuando hablan de confrontación, ¿qué significa, quemar contenedores? El 51% no es mayoría cualificada para representar a todo un país, y si logramos un 70% de consenso en Cataluña sobre que hay que mejorar la financiación y las competencias, pues empecemos por esto.

-A su criterio, los indultos sirvieron para empezar a rebajar la tensión en Cataluña. Falta por cerrar la carpeta Puigdemont.

-Sí, pero no solo esa. Tengo a muchos compañeros con causas judiciales.

-¿Sería planteable otra tanda de indultos?

-Sería una forma de rebajar la tensión. La judicialización no puede ser nunca una estrategia, y la desproporción en las penas lleva a más radicalización. Ni judicialización ni unilateralidad son la solución al conflicto catalán. Entre la radicalidad de unos y otros, Cataluña esta decayendo.