Colonias urbanas y campamentos en Aragón: con mascarilla, en ‘burbujas’ de 10 y sin acampadas

El curso escolar afronta su recta final y algunas familias han comenzado a buscar actividades para sus hijos, que les ayuden a conciliar finalizadas las clases. En algunos centros se ha empezado a tantear el interés por organizar colonias urbanas en junio y julio, mientras las empresas de campamentos planifican cómo se desarrollarán este año con las restricciones actuales impuestas por la pandemia de covid-19.

Este verano quienes acudan a un campamento podrán hacer la mayoría de las actividades de las que disfrutaban antes de la pandemia, salvo dormir en una tienda de campaña. Las acampadas siguen prohibidas, según las indicaciones recogidas en la orden del departamento de Sanidad 173/2021 de 17 de marzo, publicada dos días después en el Boletín oficial de Aragón (BOA). Solo se permite dormir en alojamientos como albergues u otros edificios, en los que solo podrá residir un grupo de 50 personas, incluidos los monitores.

De todas las edades

A diferencia del año pasado, en este no habrá límite de edad. «Todos los menores de 18 años pueden participar en campamentos en Aragón, tanto con pernocta como sin ella», han apuntado desde la consejería de Ciudadanía y Derechos sociales. Hace un año solo se permitió a los mayores de 12.

A la hora de programar actividades, se formarán ‘burbujas’ de 10 personas «más los monitores correspondientes, evitando el contacto entre los diferentes grupos», según apunta la citada orden. En el caso de las comidas, se reducen a mesas de seis personas, como ocurre en la hostelería.

En la mochila habrá que meter mascarillas y durante las actividades mantener la distancia social. Se permiten también los campos de voluntariado juvenil y las actividades de aventura al aire libre con las mismas restricciones. Todo ello, supeditado a la evolución de los contagios, buena o mala. «Si esta cambia, se estudiará tomar otras decisiones, siempre en consonancia con Salud Pública y anteponiendo la salud de los menores», han insistido desde el departamento que dirige María Victoria Broto.

«Hemos pedido que reconsideren este tema y que haya posibilidad de acampar cumpliendo medidas de distanciamiento»

Las empresas que organizan los campamentos se preparan para trabajar con estos requisitos, pero plantean que se levante la prohibición de dormir en tiendas de campaña. «Hemos pedido que reconsideren este tema y que haya posibilidad de acampar cumpliendo medidas de distanciamiento. Además se está al aire libre y hay más ventilación», explica Víctor López, presidente de la Asociación Empresarial de Servicios Sociales y Culturales de Aragón, Aesersoc. «Hay empresas que solo funcionan con tiendas de campaña por temas económicos», apunta, por lo que de mantenerse las restricciones actuales no podrían trabajar este verano.

ASDE–Scouts de Aragón, Guías de Aragón, Scouts Católicos d’Aragón–MSC e YMCA han iniciado una recogida de firmas en la web Change.org para que Aragón permita acampar.

Sin embargo, desde el Gobierno de Aragón vienen señalando que los motivos se deben a que complicaría la «sectorización y aislamiento en caso de positivos«. Recuerdan que las restricciones pueden modificarse en función de la evolución de los contagios.

Vacunación de los monitores

En la comunidad trabajan unas 85 empresas relacionadas con la creación, coordinación y gestión de actividades de educación no formal, ocio educativo y animación sociocultural, de las que una veintena se agrupan en la citada organización. «Hay mucha demanda de plazas, muchas consultas de personas que están preguntando cómo van a funcionar», asegura López.

«Vemos a las familias con una actitud diferente al verano pasado, que fue con incertidumbre y miedo. Este las notamos con más ilusión»

«Vemos a las familias con una actitud diferente al verano pasado, que fue con incertidumbre y miedo. Este las notamos con más ilusión», añade Paloma Romero, presidenta de la Asociación de Empresas de Extraescolares de Aragón. Alguna de las que ha inscrito ya a sus hijos en un campamento «directamente me ha dicho que igual no se iban de vacaciones, pero ellos que se vayan», dice. La buena marcha en las aulas habría dado confianza, «después de ver que se ha superado el curso porque se están haciendo las cosas muy bien en los colegios».

El sector espera que mejoren las condiciones antes de verano. Reivindica que se amplíe el aforo de las casas y albergues en las que pueden instalarse los niños para equipararlo al que tienen como establecimientos turísticos. «Si los hoteles y albergues pueden estar al 75%, que se tenga un solo criterio del aforo», plantea López.

Además, propone que se incluya en el calendario de vacunación a los monitores, como personal esencial, al igual que los profesores. «Como hay tiempo, que se haga una planificación para una vacunación previa«, señala. En sus actividades el contacto con los niños considera que es incluso mayor que el de los profesores en el aula.

«Las empresas hemos respetado los precios y estamos asumiendo los costes de los gastos extraordinarios»

En cuanto a los precios de los campamentos para este verano, López asegura que se mantendrán pese a los cambios que tienen que introducir. «Las empresas hemos respetado los precios y estamos asumiendo los costes de los gastos extraordinarios«, afirma. Una semana de campamento puede costar entre 300 y 400 euros, calcula.

«Se han mantenido a costa de ganar un poco menos», pero estamos «ilusionados con poder trabajar este verano», cuenta Meritxell Laborda, desde una de las compañías que organizan campamentos y colonias. En su oferta se incluyen propuestas en Saravillo (Huesca) y Cretas (Teruel). La semana ronda los 355 euros. «El campamento con pernocta en Saravillo se llenó en 48 horas», afirma, donde hay cuatro turnos de junio a finales de julio. «Tanto tiempo sin hacer nada, la gente tiene ganas», apunta. Las familias que buscan colonias priman la oferta al aire libre. Como ejemplo pone las que organizan en una granja escuela en Zaragoza, que otros años se cubrían a última hora y este «ya están llenas».

Colegios a la espera del interés de las familias

En las próximas semanas comenzarán a ofertarse las actividades en los colegios para junio y julio. «Dependemos de los colegios y hay disparidades. Hay colegios que quieren esperar a ver cómo avanza el aspecto sanitario», explica Rubén Gil, desde la Asociación de empresas de servicios extraescolares de centros educativos de Aragón (Aesecear).

Reconoce que hay centros educativos que no han tenido extraescolares durante el curso y que ahora no han programado actividades en verano. Las familias se suelen apuntar la última semana de mayo y las primeras de junio, por lo que todavía no hay datos sobre la acogida que tendrán. Laborda reconoce que los colegios van más despacio. «Es otro ritmo, más lento que antes. A la gente le apetece hacer otras cosas fueras», cree.

La programación se podrá mantener con algunas excepciones. «Siguiendo los protocolos del programa Abierto por vacaciones se puede hacer el mismo tipo de actividades. Con la excepción de no poder salir a las piscinas o que las fuentes no las pueden usar los niños, solo los profesores», apunta Gil.

No se sabe todavía cuántos centros se animarán, pero supondrán un «alivio» para un sector que lleva prácticamente parado desde que estallara la pandemia en marzo del año pasado. «Cualquier cosa es bienvenida, siempre que venga un ingreso será un pequeño alivio, pero solo es un mes de actividad», señala Gil.

La esperanza la tienen puesta en el curso que viene, que confían comience con normalidad en cuanto a incluir en los planes de los colegios las actividades extraescolares desde el primer trimestre. Recuperar el horario normal de los centros, en lugar de la actual extensión de la jornada continua, considera que puede ayudarles. «Del curso que viene estamos pendientes de conversaciones con Educación a ver cómo lo concretamos para establecer el protocolo ya desde el inicio e intentar volver a la normalidad«, añade.

Este curso ya lo dieron por perdido ante la falta de actividades y la mayoría de las que solicitaron expedientes de regulación de empleo (ERTE) los han mantenido. El sector genera más de 1.200 puestos de trabajo en Aragón, con proyectos que llegan a más de 30.000 niños y jóvenes, según los datos de Asersoc.