No es nueva la bandera republicana que agita el vicepresidente segundo y sus ministros morados. Siempre que pueden ponen en el foco la necesidad de abrir un debate con el que transitar hacia un horizonte republicano. Es esta una de las hojas de ruta que se ha marcado el partido a medio plazo y la que ya dirigen desde el Gobierno.
En los últimos meses, la cuota morada en el Gobierno no ha dudado en señalar al Rey en varias ocasiones. Han pasado de acusarle de “maniobrar” contra el Ejecutivo y de criticarle por “falta de neutralidad” a pedir desde Moncloa que el propio Gobierno sea “sensible” con el debate que a su juicio hay en la sociedad “sobre la utilidad de la Monarquía”.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que hace tan solo dos semanas viajó con el Rey a Bolivia en un acto institucional para presenciar la toma de mando del presidente electo de Bolivia, Luis Arce, y donde tejió una red diplomática paralela con mandos latinoamericanos, continúa esta ofensiva en la dirección de que sea la propia sociedad la que pida el debate entre Monarquía y República.
Esta semana ha dado un paso más allá en esta ofensiva antimonárquica y ha dejado de seguir en sus redes sociales a la cuenta oficial de la Casa Real, según informa la cuenta de Twitter “GobiernoAlerta”. Un acto que refleja la distancia entre los morados y el Rey Felipe VI. Significativo es que, de manera simultánea, el vicepresidente segundo ha empezado a seguir hoy mismo a la portavoz de Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpirua o al diputado del PNV, Mikel Legarda.
